"Pedir¨¦ al juez que deje libre a mi marido, porque no le creo culpable"
Cabizbaja, llorosa y sin ganas de hablar, Wu Jin Xia, de 33 a?os, vive un drama familiar desde el pasado 24 de agosto. Ese d¨ªa se incendi¨® la habitaci¨®n del piso de la calle de Mes¨®n de Paredes en el que viv¨ªa con su marido y dos hijos. Su peque?a Ana Li, de tres a?os, muri¨® calcinada. Angueg, de dos a?os, permanece desde esa fecha ingresado en la unidad de reanimaci¨®n del hospital infantil de La Paz. Sufri¨® quemaduras en el 80% de su cuerpo. Su pron¨®stico es muy grave y los m¨¦dicos temen que no pueda recuperarse. Cuando ocurrieron los hechos, Wu Jin Xia se encontraba en Bilbao vendiendo baratijas y flores. Mientras, su marido, Sungue Li, de 33 a?os, est¨¢ detenido desde el 26 de agosto en la c¨¢rcel de Soto del Real. Se le imputa un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte (la de su hija) y lesiones graves (las de su hijo).El abogado de Sungue Li, Jos¨¦ Enrique Carre?o, explica, sin embargo, que todo se debe a un supuesto delito de abandono de menores. Cuando se produjo el incendio, Sungue no estaba en la casa. Lleg¨® dos horas m¨¢s tarde. Hasta entonces no se enter¨® de todo el drama desatado durante su ausencia.
Wu Jin Xia se encontr¨® ayer por primera vez con su marido en la c¨¢rcel de Soto del Real, despu¨¦s del tr¨¢gico suceso. Durante una hora habl¨® de todo lo ocurrido en el n¨²mero 85 de la calle de Mes¨®n de Paredes aquella ma?ana de agosto. Antes de hablar con su marido concedi¨® esta entrevista a EL PA?S. Una int¨¦rprete amiga suya, con la que vive, tradujo la conversaci¨®n.
Pregunta. ?Cree que su marido merece estar preso?
Respuesta. Hoy tengo que ir a las once al juzgado para declarar. Pienso pedirle al juez que deje libre a mi marido, porque no creo que sea culpable de nada de lo que ocurri¨®. Ahora necesito que est¨¦ junto a m¨ª.
P. ?Le ha explicado su marido c¨®mo se inici¨® el incendio?
R. S¨®lo he podido hablar dos veces por tel¨¦fono con ¨¦l y no hemos tenido tiempo de tratar las causas del incendio.
P. La polic¨ªa cont¨® que usted hab¨ªa declarado en la comisar¨ªa que su marido la pegaba. ?Es cierto?
R. No. S¨®lo les dije que me hab¨ªa pegado una vez, pero hace muchos a?os. Nunca ha pasado nada de lo que dice la polic¨ªa.
P. La polic¨ªa dice que usted les cont¨® que su marido dejaba solos a sus hijos a menudo.
R. Eso tampoco es cierto. Sungue es como todos los padres corrientes y quiere mucho a sus hijos. Les ama como todo padre a sus hijos.
P. ?Su marido no trabajaba para mantener a la familia?
R. Desde hace un a?o no puede trabajar porque sufri¨® una agresi¨®n de unos ladrones y est¨¢ enfermo.
P. ?Es cierto que su marido se gastaba el dinero en las m¨¢quinas tragaperras? R. Eso es lo que la polic¨ªa dice que yo declar¨¦. Nunca he dicho tal cosa. Es mentira.
P. ?C¨®mo se enter¨® de la noticia?
R. Cuando llegu¨¦ a Madrid, me encontr¨¦ la casa quemada y sin nadie. Fueron compatriotas m¨ªos los que me explicaron todo lo que hab¨ªa sucedido. Me sent¨ª fatal, ante todo, por la muerte de mi hija y lo grave que est¨¢ mi hijo. A todo ello se uni¨® el no poder estar con mi marido ni saber c¨®mo se encontraba.
P. ?C¨®mo se encuentra ahora su hijo?
R. Los m¨¦dicos me han dicho que su situaci¨®n es estacionaria. Mi ¨²nica preocupaci¨®n es que mi hijo se recupere lo antes posible.
P. ?Cu¨¢l es su situaci¨®n legal ahora?
R. Ahora estoy de forma ilegal, pero me ha dicho mi abogado y las autoridades espa?olas que eso se arreglar¨¢ pronto.
P. ?C¨®mo se han portado las instituciones con usted?
R. Tengo que agradecer muy sinceramente todo el apoyo que he recibido de las autoridades y de la gente que se ha interesado por nosotros.
P. ?C¨®mo espera afrontar el futuro a partir de ahora?
R. S¨®lo espero que me den el permiso de residencia lo antes posible y que pueda encontrar un trabajo estable en Madrid, junto a los m¨ªos.
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