CDC teme que Duran gane el pulso y sea el "n¨²mero dos" de la lista de CiU

Jordi Pujol quiere ganar las pr¨®ximas auton¨®micas a cualquier precio para culminar su carrera con la mayor grandeza. Josep Antoni Duran Lleida exige el segundo lugar en la lista para entrar con todos los honores al Parlamento catal¨¢n y estar en el lugar adecuado cuando empiece a plantearse la cuesti¨®n sucesoria. Las dos ambiciones son por ahora compatibles, y en CDC se extiende la impresi¨®n de que Duran ver¨¢ satisfechas sus exigencias y saltar¨¢ por encima de la plana mayor del partido de Pujol.

Ser el n¨²mero dos de la lista de CiU para las auton¨®micas no supone m¨¢s que eso: ir por detr¨¢s de Pujol y por delante de todos los dem¨¢s. Pero, en el complej¨ªsimo equilibrio de la coalici¨®n compuesta por Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC) y Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya (UDC), el lugar se cargar¨ªa de fuerza simb¨®lica si lo ocupara Duran Lleida. Por un lado, CDC considera que ese puesto corresponde a uno de los suyos, porque as¨ª lo establece, si no la letra, el esp¨ªritu de los pactos de coalici¨®n. Adem¨¢s, es tradici¨®n en CiU que quien le plantea exigencias a Pujol acaba pag¨¢ndolo muy caro. Si esta vez Duran gana el pulso, habr¨¢ roto muchos precedentes. Y, sobre todo, habr¨¢ abierto un boquete psicol¨®gico en las filas de CDC, un partido en el que se respeta su talla pol¨ªtica pero donde no despierta grandes afectos.Al plantear un "reequilibrio" en la coalici¨®n, Duran ha dejado claro que ¨¦l y los suyos negocian directamente con el presidente, al margen de los mecanismos habituales (el comit¨¦ de enlace de la coalici¨®n) y por encima de los m¨¢s directos colaboradores de Pujol en CDC.

Fusi¨®n

Ayer imperaba el desconcierto entre los dirigentes de CDC. El diario La Vanguardia hab¨ªa publicado que Pujol ofrec¨ªa a Duran el segundo puesto en la lista a cambio de iniciar un proceso de fusi¨®n entre CDC y UDC. El proyecto es casi tan antiguo como la coalici¨®n, en pie durante veinte a?os, pero Uni¨® siempre se ha negado en redondo a una fusi¨®n que, desde su punto de vista, no ser¨ªa m¨¢s que una absorci¨®n. Duran neg¨® inmediatamente haber recibido ninguna propuesta formal en ese sentido y recalc¨® que esa no ser¨ªa en ning¨²n caso "la respuesta al actual conflicto", pero, por supuesto, se mostr¨® "dispuesto" a discutir cualquier proposici¨®n que se le hiciera. "Estemos o no de acuerdo", subray¨®.Fuentes de CDC y de UDC desmintieron que Pujol hubiera propuesto a Duran un acuerdo basado en una fusi¨®n a medio plazo. Lo que s¨ª hizo ante Duran fue una reflexi¨®n muy parecida a la que realiz¨® el lunes, a puerta cerrada, ante la Ejecutiva convergente. "La soluci¨®n para evitar nuevas crisis y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, una ruptura, no puede ser otra que la fusi¨®n", dijo el presidente de la Generalitat y de CiU.

Lo que desconcierta a la direcci¨®n convergente es su nulo papel en esta crisis. Desde el lunes qued¨® claro que Pujol se ocupar¨ªa personalmente de resolver el conflicto, pero la plana mayor de CDC esperaba, quiz¨¢, al menos el papel de observador cualificado. "No tengo la menor idea de c¨®mo terminar¨¢ este conflicto", reconoci¨® ayer un miembro de la ejecutiva. "Pujol har¨¢ un juego de manos y lo solucionar¨¢ todo otra vez", coment¨® otro dirigente de CDC.

La impresi¨®n en Converg¨¨ncia es que Duran, ante un cierto estancamiento de Uni¨® (reflejado en las pocas afiliaciones nuevas y las bajas en el Solson¨¨s por la mala gesti¨®n de los incendios forestales por parte del gobierno de la Generalitat) ha lanzado un audaz golpe de mano que, de salir bien, le situar¨ªa en el centro de la atenci¨®n y levantar¨ªa la moral de su partido.

Duran dispone de una ventaja: Pujol s¨®lo piensa en ganar ampliamente al socialista Pasqual Maragall en las pr¨®ximas elecciones, y no quiere verse perjudicado por una crisis en la coalici¨®n. En este sentido, puede sentirse predispuesto a ceder ante Duran, a¨²n al precio de abrir heridas en su propio partido: sabe que, despu¨¦s de todo, una victoria electoral es el mejor b¨¢lsamo.

En Uni¨®, por supuesto, no se comparte ese an¨¢lisis. Se insiste en que no hay ambiciones personales en juego, sino planteamientos pol¨ªticos y program¨¢ticos. Pero se opta ahora por mantener un perfil bajo, a la espera de que Duran siga contactando con Pujol (tras una reuni¨®n secreta el fin de semana pasado y varias conversaciones telef¨®nicas, se cree inminente un nuevo encuentro) y anuncie resultados.