"Se venden m¨¢s velas para los "pubs" que para las iglesias"
Leonor Fern¨¢ndez fabrica cirios en una cerer¨ªa centenaria y a¨²n le piden la licencia de apertura
Malos tiempos para la l¨ªrica devota. "?C¨®mo se van a vender velas si los curas ya no las usan?", se pregunta Leonor Fern¨¢ndez tras el mostrador de su cerer¨ªa artesana. Tras m¨¢s de medio siglo entre p¨¢bilos, la mujer cree que queda poco p¨¢bulo para un negocio tan vinculado a la esperanza.Uno los s¨ªmbolos de la devoci¨®n, poner la vela al santo, es pr¨¢ctica reprimida en muchos templos: los fieles tienen que conformarse con iluminar sus ruegos el¨¦ctricamente -moneda mediante- ante la imagen de su fervor. Adem¨¢s, la crisis religiosa, tan denunciada por el clero, tambi¨¦n se deja sentir en esta amenazada artesan¨ªa.
Con el humo de los cirios sacros se van tambi¨¦n las cerer¨ªas tradicionales madrile?as. "Quiz¨¢s en Madrid s¨®lo quedemos nosotros con fabricaci¨®n artesanal", apunta la due?a de la cerer¨ªa Ortega, en la calle de Toledo, 47. "Es dif¨ªcil vivir de esto, pero, como cada vez somos menos, uno consigue mantenerse", a?ade. Do?a Leonor ha estrenado la s¨¦ptima d¨¦cada de su vida, pero es mucho m¨¢s joven que su establecimiento: desde 1893 en manos de la misma familia, primero de su suegro y luego de su esposo, ya fallecido.
La veteran¨ªa, en cambio, no evita el celo municipal. "Al Ayuntamiento le ha dado ahora por pedirme la licencia de apertura, y ya se ve que ¨¦ste no es un negocio reci¨¦n puesto". A la vista de la insistencia funcionarial, la cerera ha optado por enmarcar la renovaci¨®n de la licencia, emitida en 1917 en un distrito que entonces se llamaba Inclusa.
-?Qu¨¦ vela se vende m¨¢s?
- Ninguna.
-?De verdad?
-Bueno, para las iglesias apenas piden, porque a la gente no le dejan poner velas a los santos. Los gitanos siguen siendo buenos clientes; compran cirios para los difuntos, porque para sus muertos son cosa seria. En Semana Santa tambi¨¦n se vende algo, pero no tanto como antes.
-?Qu¨¦ pasaba anta?o?
-Pues que en esa ¨¦poca la gente encargaba una vela con su nombre para ponerla ante el monumento . El sacrist¨¢n retiraba los cirios cuando ya eran cortos. Despu¨¦s del Domingo de Resurrecci¨®n, los fieles iban a recoger los cabos, y luego se los encend¨ªan a Santa B¨¢rbara cuando hab¨ªa tormenta.
-?Nota el descenso de la devoci¨®n religiosa?
-S¨ª, pero tambi¨¦n lo percibo como ciudadana. Ahora se venden m¨¢s velas para los pubs y las casas que para las iglesias.
Candelas como adorno en la era del microondas y el ordenador. Y, a ser posible, que goteen. "Hay gente a la que le ha dado por la ecolog¨ªa y viene pidiendo velas de cera virgen o que se derramen", se?ala do?a Leonor. Ese p¨²blico llega a colmarle la paciencia. "Los cereros siempre hemos intentado hacer candelas que no chorreen por fuera, sino que se lic¨²en hacia dentro", justifica. "Adem¨¢s, la cera virgen se trabaja mal y luce peor. Desde hace much¨ªsimos a?os se mezcla con parafina, que es un derivado del petr¨®leo", a?ade la artesana.
-Tendr¨¢ poca competencia.
-Qu¨¦ va, si hasta las ferreter¨ªas venden velas. Eso por no hablar de las tiendas de 20 duros.
-?sas han fastidiado a muchos, tercia una clienta en busca de respuesto para un candelabro.
-No tanto, porque los clientes vuelven aqu¨ª despu¨¦s de ver la mala calidad que tienen las velas de esas tiendas.
Unos vuelven y otros se quedan mirando desde fuera. Eso es lo que ocurre cada vez que en la cerer¨ªa Ortega se ponen en marcha los utensilios centenarios para fabricar las candelas. No ocurre todos los d¨ªas. La demanda no lo justifica, pero ahora do?a Leonor anda algo atareada: tiene que entregar las velas que iluminar¨¢n a Goya en una pel¨ªcula; cirios "a la medida".
Las candelas artesanas nacen poco a poco en la trastienda. Primero hay que fundir la cera en un enorme cazuela. Luego se pasa a la paila, una vasija de metal que se mantiene caliente. Desde ah¨ª se introduce en el noque, un recipiente estrecho y largo en el que se ba?an los cabos de vela. Estos p¨¢bilos, que cuelgan de una tablilla con contrapeso, se introducen varias veces, hasta lograr el grosor necesario. Los crisios son los m¨¢s trabajosos. "?ste es el procedimiento antiguo. Ahora hay m¨¢quinas que lo hacen todo, pero no queremos emplearlas", dice do?a Leonor. Un familiar, Pedro, le echa una mano de vez en cuando.
-?Hasta cu¨¢ndo har¨¢ velas a la antigua usanza?
-A mis hijos les dar¨ªa mucha pena que esto se cerrara, pero ya est¨¢n situados. Yo aguantar¨¦ mientras pueda, aunque no soy ninguna ni?a.
Si los santos no lo remedian, dejar¨¢n de tener velas artesanas.
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