Celia Cruz dedica un disco a Lola Flores

Con Canto a Lola Flores, la reina de la m¨²sica latina rinde un homenaje a su amiga en Mi vida es cantar. Desde que entr¨® en la Sonora Matancera, con la que grab¨® su primer disco en 1951, Celia Cruz acumula reconocimientos y premios. La Guarachera de Cuba sigue escondiendo su edad -no as¨ª el n¨²mero de discos grabados: 76-, y conserva un chorro de voz apabullante.

Pone cara de sorpresa cuando se le cuenta que David Byrne admite que al grabar ambos Loca de amor la tuvieron que alejar del micr¨®fono varios metros. "S¨ª, es verdad que me ten¨ªa que separar porque la voz m¨ªa era muy fuerte y la suya es muy finita", dice.Su nuevo disco incluye una canci¨®n dedicada a Lola Flores. "Hace ya dos discos que quer¨ªa tenerla. As¨ª que esta vez les dije: "Si no me dejan, no grabo el disco". Antes yo grababa lo que quer¨ªa, pero las cosas han cambiado. Ahora hay que ponerse de acuerdo con el productor y con el due?o de la compa?¨ªa. No me gusta mucho, pero no voy a navegar contra la corriente. Aunque la ¨²ltima palabra siempre la tengo yo. Les digo, caballeros, yo soy la que va a cantar, yo soy la del sentimiento".

La familia de La Faraona ya ha escuchado el homenaje. "Me llam¨® Lolita para darme las gracias y contarme que ellos aprendieron a quererme por su madre". Celia Cruz ha ido al cementerio a visitar la tumba de la que fue amiga y apoyo incondicional. Se conocieron en Cuba, "donde ella daba sus temporadas de teatro. Cuando vine a Espa?a, aqu¨ª nadie sab¨ªa de m¨ª. Ella ten¨ªa un restaurante en Madrid y yo cantaba en un lugar en la carretera de La Coru?a. Y ella me llevaba a la gente. Llamaba al due?o: "Luis, no pongas todav¨ªa el show porque voy". Yo le dec¨ªa: "Pero, Lola, c¨®mo t¨² vas a sacar a los clientes de tu restaurante", y me respond¨ªa: "Espa?a te tiene que conocer porque t¨² eres la Ni?a de los Peines cubana y quiero que todos los espa?oles sepan qui¨¦n es Celia Cruz". ?Qu¨¦ linda! ?Pobrecita!".

La Guarachera de Cuba no renuncia al proyecto de un disco de boleros. "Rafi dice que el a?o que viene. Ya yo le pronostiqu¨¦ que si ¨¦l no me lo hace, me lo hago yo", amenaza sin demasiada convicci¨®n. "Lo quiero de boleros in¨¦ditos, de puras mujeres, que nadie haya cantado. Un disco para coleccionistas".

En Mi vida es cantar, Celia Cruz interpreta Siento la nostalgia de palmeras, pero asegura que no volver¨¢ a Cuba mientras est¨¦ all¨ª el Comandante, aunque ha grabado varias canciones de m¨²sicos que viven en la isla.

"No es que me vaya a volver loca grab¨¢ndoles n¨²meros a los cubanos, que falta les hace. Es que antes ellos no tocaban un centavo de sus composiciones. Ven¨ªan los tipos ¨¦sos con una maletica y se llevaban el dinero. Hoy, por lo menos, aunque los m¨²sicos regresen y lleven el dinero para all¨¢, ya pas¨® por sus manos. C¨®mo va a estar uno rompi¨¦ndose la cabeza para que cobre otro".

Despu¨¦s de casi 40 a?os en Nueva York, a¨²n le cuesta hablar en ingl¨¦s. "Me da pena meter la pata", confiesa. "Adem¨¢s, el ingl¨¦s s¨®lo hace falta para reclamar a la compa?¨ªa de tel¨¦fonos cuando est¨¢n cobrando de m¨¢s". Las ¨²ltimas tendencias latinas en Estados Unidos mezclan salsa con rap y reggae. Ella las prefiere a aquella ola de salsa rom¨¢ntica o er¨®tica, "porque es algo r¨ªtmico y la juventud est¨¢ bien metida en eso".

"Acu¨¦rdese de que la juventud es la que manda. Si l¨ªa la salsa con el reggae, tenemos salsa para rato", asegura con una sonrisa. En la d¨¦cada de los setenta, la contrataban hasta en Finlandia, pero a duras penas ven¨ªa por aqu¨ª. "?Qu¨¦ le parece? Incluso grab¨¦ un disco con CBS y nunca me lo sacaron". Hoy, Celia Cruz es todo un personaje en Espa?a. Y se siente querida. "Ya no puedo caminar por las calles sin que me saluden. En el aeropuerto, los agentes de inmigraci¨®n me dicen: "Usted no necesita pasaporte". En este viaje, el se?or polic¨ªa me dio la bienvenida y, al doblar yo la garita, me grit¨®: "?Az¨²car!".