La imagen recuperada
?C¨®mo era el ideal de belleza de los ¨ªberos? Dif¨ªcil saberlo con los restos escult¨®ricos que nos han llegado de esta cultura que se extendi¨® en la pen¨ªnsula ib¨¦rica desde el siglo VI al I antes de Cristo. Porque en su mayor¨ªa se trata de piezas incompletas, mal conservadas. Para despejar esa duda y otras, as¨ª c¨®mo para que se entienda mejor la historia de este periodo, un equipo de arque¨®logos de la Universidad Aut¨®noma de Madrid trabaja desde hace a?os en la recuperaci¨®n de im¨¢genes perdidas, en poner rostros a los bustos recuperados. Es decir, en la reconstrucci¨®n de esculturas ib¨¦ricas con t¨¦cnicas inform¨¢ticas.Se trata de un proyecto financiado por la Comunidad de Madrid centrado principalmente en piezas del Museo Nacional de Arqueolog¨ªa. "Con un m¨¦todo cient¨ªfico llegamos m¨¢s lejos que donde llega la realidad. Reconstruimos lo que no vemos pero que sabemos que ten¨ªa que ser", comenta Manuel Bendala, responsable del proyecto junto a Juan Bl¨¢nquez y Lourdes Rold¨¢n.
Este m¨¦todo cuenta con dos notas importantes. Por un lado se trata de un proceso cient¨ªfico hasta ahora no practicado en Espa?a y pr¨¢cticamente desconocido en Europa. Por otro, permite la reconstrucci¨®n de las piezas sin manipularlas. Incluso sin tenerlas delante. "Nunca se da?a la pieza como en otro tipo de reconstrucciones", dice Bendala.
Estos cient¨ªficos trabajan a partir de cientos de fotograf¨ªas a las que se manipula inform¨¢ticamente con programas que est¨¢n en el mercado y que un equipo de especialistas ha adecuado a sus necesidades. El camino que siguen estos arque¨®logos tiene una l¨®gica f¨¢cil de entender. Para reconstruir un rostro (por ejemplo el de la imagen de esta p¨¢gina) se aprovecha la simetr¨ªa que tienen las caras y se duplica la parte conservada. Bas¨¢ndose en las partes que se conservan, se va cerrando poco a poco la cabeza, el tocado. Para poner ojos se toman los de otra escultura. Y de lo que no se tiene total certeza, como la nariz, se suprime.
"No es un trabajo escult¨®rico sino de arque¨®logos. Nunca se a?ade nada que sea pura invenci¨®n, se dan los pasos de manera muy rigurosa porque lo que se persigue es entender una imagen, recuperar el mensaje que trataban de emitir los antiguos con esa imagen", comentan los arque¨®logos.
Los resultados se difundir¨¢n en internet. Uno de sus beneficiarios ser¨¢n los colegios que cada a?o visitan el Museo Arqueol¨®gico. "Muchas veces lo que falta impide disfrutar de lo que hay. Ahora ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil entender lo que se ve en un museo", expone Bl¨¢nquez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.