Mars¨¦, premiado en Roma por su "independencia intelectual y moral"
Juan Mars¨¦ (Barcelona 1933) se confiesa satisfecho con su situaci¨®n actual, pasado el furor de los antiguos ¨¦xitos, de escritor no precisamente en el candelero. Su condici¨®n de escritor en castellano en una sociedad biling¨¹e como la catalana, "donde se promociona mucho todo lo que tiene que ver con el catal¨¢n", no le habr¨¢ favorecido, seguramente, pero Mars¨¦ no se queja. "Un escritor vive siempre con una sensaci¨®n de marginaci¨®n, de no pertenecer ni a esto ni a aquello". Hoy har¨¢ una excepci¨®n, sin embargo, cuando recoja en Roma el Premio Internacional Uni¨®n Latina, dotado con algo menos de dos millones de pesetas, que acaba de serle otorgado por un jurado internacional en el que representaba a Espa?a el escritor Jes¨²s Ferrero."Ha sido una grata sorpresa, aunque no tan sorpresa porque s¨¦ que era candidato desde hace dos a?os", comenta Mars¨¦, que conserva un curioso aire juvenil pese a los 65 a?os cumplidos. La Uni¨®n Latina, organizaci¨®n gubernamental radicada en Francia que fomenta las relaciones culturales entre los distintos pa¨ªses de ra¨ªces latinas, ha premiado en Mars¨¦ no s¨®lo las cualidades literarias de todas sus novelas, sino su "independencia intelectual y moral".
En su propio mundo
En Barcelona, donde se desarrollan sus ¨¦xitos de los sesenta y setenta -Encerrados con un solo juguete, ?ltimas tardes con Teresa, Si te dicen que ca¨ª, Ronda del Guinard¨®-, Mars¨¦ sigue llevando la misma vida de siempre, pese a lo mucho que ha cambiado todo a su alrededor. "Me relaciono con mi propio mundo y no con el que pretenden imponerme los pol¨ªticos", explica el escritor, que no se considera, sin embargo, lesionado por la primac¨ªa del catal¨¢n. "Yo creo que la crispaci¨®n, que los excesos est¨¢n en los peri¨®dicos, en la televisi¨®n, en los medios de comunicaci¨®n, pero no en la calle. La disociaci¨®n entre la gente de la calle, y esto vale para toda Espa?a, y los pol¨ªticos es total". Lo ¨²nico que le preocupa "es que se est¨¦n produciendo abusos en el tema de escolarizaci¨®n en catal¨¢n. Pero no conozco a fondo la situaci¨®n", dice.Mars¨¦, hijo de un republicano catal¨¢n profundamente separatista, reconoce que comenz¨® a escribir en castellano, "en parte por reacci¨®n contra el furioso nacionalismo de mi padre". Siempre desconfi¨® de ese discurso: "No soy nada nacionalista. La patria es un artefacto emocional y t¨¦cnico que me inspira mucha desconfianza".
El Premio Uni¨®n Latina, con todo lo que significa -Juan Carlos Onetti y Gonzalo Torrente Ballester tambi¨¦n lo recibieron-, estimular¨¢ probablemente a Mars¨¦ a seguir su camino. "La verdad es que soy muy lento, tengo entre manos una novela que espero est¨¦ lista esta primavera, pero la anterior, La dama de Shangai, es de 1993". Se comprende que con esta marcha, como ¨¦l mismo reconoce, "es dif¨ªcil estar en el candelero".
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