"Mariflor", una guarrilla muy ecol¨®gica
Mariflor es menuda, de vientre hinchado y, exceptuando cuatro pelos como p¨²as en la cabeza, pr¨¢cticamente calva. Pero Mariflor refleja el triunfo del ser sobre la materia y, a su corta edad y gracias a sus cualidades animales, que no a su belleza, se ha convertido en Daimalos, una pedan¨ªa de Arenas (M¨¢laga) en toda una estrella. No del cine, es cierto, pero s¨ª del reciclaje. Mariflor, una guarrilla (as¨ª la llaman all¨ª) de pata negra de 40 d¨ªas, viene a completar el plan verde de este pueblo que habitan medio centenar de personas. La depuradora se encargar¨¢ de las aguas residuales, los contenedores de la recogida de papel y vidrio, los lugare?os de recoger el aceite usado para convertirlo en jab¨®n y Mariflor, que fue presentada ayer en sociedad por todo lo alto, de la materia org¨¢nica procedente de las comidas caseras. Todo augura un buen a?o para la guarrilla. Cuenta con las bendiciones divinas para tan digna tarea -un p¨¢rroco se ocup¨® ayer de los tr¨¢mites celestiales a las puertas de la iglesia-. "No se va a alimentar de porquer¨ªa, sino de lo que comen los mismos habitantes", seg¨²n sentenci¨® con solemnidad Antonio Ruiz, su alcalde. Y, por si esto fuera poco, tiene a sus pies a Francisco L¨®pez, el mayordomo, no de Mariflor, sino de las pr¨®ximas fiestas del pueblo. "Es arisquilla, pero ya est¨¢ casi noble", dice el cuidador mientras Mariflor, que apenas levanta un palmo del suelo, corretea ajena al aprendizaje al que va a ser sometida. Y es que seg¨²n explica L¨®pez, "hay que llevarla a las casas para que aprenda a tocar con el hocico en las puertas para que salgan a darle algo de comer". Lo estar¨¢ haciendo en un par de d¨ªas porque, aunque peque?a, se la ve avispada. Mariflor va a ser una mantenida. Adem¨¢s de alimentarla -"chilla cuando la gente no le da nada"-, tiene casa propia "con paja muy calentita". Y es que son muchos los peligros que acechan. Desde los perros que, seg¨²n Antonio S¨¢nchez, un vecino de 64 a?os, "no est¨¢n todav¨ªa acostumbrados a ella y se pueden creer que es un jabal¨ª y atacarla", hasta ser v¨ªctima de sus propios impulsos, como cuando hace unos d¨ªas salt¨® por una ventana. Mariflor sali¨® del percance un poco coja, aunque no desahuciada. Todos en el pueblo excluyen en ella una motivaci¨®n suicida. "Es como un ni?o chico. Se le acaba de separar de la madre y anda un poco aturdida", asegura su cuidador que la pasea en brazos orgulloso como si fuera una hija propia. Desde luego motivos no tiene para andar deprimida. A este cerdo no le va a llegar su San Mart¨ªn, gracias a la mediaci¨®n de gracia de Victoriano Garc¨ªa, el alcalde de Arenas. En el plan inicial constaba convertirla en jamones para la fiestas de la localidad, que se celebran en julio. "Pero Victoriano nos convenci¨® de que le ech¨¢ramos un machito y que se reproduzca", asegura el alcalde ped¨¢neo. El plan inicial ten¨ªa su sentido: as¨ª lo recoge la tradici¨®n de este pueblo seg¨²n la cual en San Ant¨®n se bendec¨ªa a un par de cerdos que eran alimentados durante medio a?o para luego subastarlos o sortearlos en su fiesta. La tradici¨®n desapareci¨® hace 15 a?os. "Es lo que pasa siempre, que se pierden las costumbres", sentencia Antonio S¨¢nchez, quien asegura que "esos guarros se pon¨ªan grand¨ªsimos". Tan grandes que cada jam¨®n pesaba 23 kilos, m¨¢s del doble que lo que pesa Mariflor, una guarrilla que han donado los hermanos L¨®pez y que es moderna, de car¨¢cter independiente y ante todo, aunque no excesivamente limpia, s¨ª muy ecol¨®gica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.