200.000 decomisos al a?o

Fuentes de la Direcci¨®n General de Farmacia discreparon ayer de la sentencia que pone en duda la fiabilidad de la cadena en la custodia de la droga, que comienza en la polic¨ªa. La cadena "es absolutamente fiable", afirmaron. "Todos los a?os se efect¨²an alrededor de 200.000 decomisos de droga y s¨®lo excepcionalmente puede haber alg¨²n env¨ªo irregular", agregaron.Estas fuentes reconocen que entre las obligaciones de la polic¨ªa est¨¢ remitir toda la droga que intervenga, y no una parte. "Si nos mandan menos de la que dicen haber intervenido, no la aceptamos y la devolvemos hasta que llegue toda". Ahora bien, no es misi¨®n de la polic¨ªa detallar con precisi¨®n milim¨¦trica su peso. "El peso lo establecemos aqu¨ª, que es donde tenemos los medios adecuados; ellos, con sus medios, pueden ofrecer un peso bruto aproximado, pero no exacto".

Intervenida una partida de droga, el primer paso que deben dar los agentes es informar al juzgado y, a continuaci¨®n, remitirla a la Direcci¨®n General de Farmacia o al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa para su an¨¢lisis. Son los dos ¨²nicos organismos que existen en Madrid para el an¨¢lisis de la droga. Estos an¨¢lisis son fundamentales en el proceso judicial, ya que es el ¨²nico mecanismo v¨¢lido para acreditar si lo intervenido es o no un estupefaciente. Si se obviase el an¨¢lisis podr¨ªa darse el caso de condenar a alguien que lleva polvos de talco en la creencia de que porta coca¨ªna.

Cremaci¨®n

La remisi¨®n de la droga debe hacerla el polic¨ªa instructor del atestado, pero no el mismo agente que se incauta de ella. Concluido el an¨¢lisis, el organismo encargado debe enviar el resultado al juzgado que tramite el asunto, dando cuenta del tipo y pureza de la droga. Determinar el grado de pureza de la sustancia es muy importante para el proceso judicial, dado que las penas var¨ªan en funci¨®n de la cantidad real de droga (la mayor¨ªa de los estupefacientes del mercado negro est¨¢n adulterados).El siguiente paso es destruir la droga. El juez tiene la ¨²ltima palabra. Habitualmente suele dar la orden cuando concluye el proceso judicial. No obstante, mientras llega la orden de destrucci¨®n, ¨¦sta queda depositada en cajas acorazadas de la Direcci¨®n General de Farmacia. La cremaci¨®n de los estupefacientes suele efectuarse en los hornos de la incineradora de Valdeming¨®mez.