La frustrada ilusi¨®n "indie"
Si no hubiese existido el rock radikal vasco, se podr¨ªa afirmar que Euskadi vivi¨® a principios de los a?os noventa una explosi¨®n musical sin precedentes. Los locales de conciertos se multiplicaron, los fanzines vivieron una segunda juventud y multitud de j¨®venes se animaron a plasmar sus inquietudes art¨ªsticas y musicales en florecientes compa?¨ªas discogr¨¢ficas independientes (Radiation, Shangri-la Goo,...) y en conjuntos que padecieron diversa suerte: de regular a muy mala. Engullido por la febril vor¨¢gine como creador y regente de la discogr¨¢fica Radiation Records, ese boom cultural fue presenciado por Unai Fresnedo desde un lugar de privilegio. ?l mejor que nadie puede aportar argumentos sobre por qu¨¦ el sue?o indie vasco se vino pronto abajo como un castillo de naipes sacudido por la tormenta. Olvidar las creencias "?Qu¨¦ pas¨®? Que cuando empieza a pasar algo interesante todo el mundo quiere pillar su trozo de pastel, se meten las multinacionales, se mete mogoll¨®n de dinero por medio y la gente se olvida de lo que piensa y de lo que cree. Eso lo corrompe todo, porque no tienes una infraestructura para mantenerte a nivel independiente como pueden tenerla en Estados Unidos. All¨ª, cualquier grupo de mierda, como es un pa¨ªs tan grande, ya vende 20.000 discos y eso te da una viabilidad, un margen de maniobra", expone resignado el joven empresario. La cruda realidad le ha obligado a reciclarse en promotor de conciertos y en actor circunstancial. Sin embargo, puede considerarse todo un afortunado al continuar trabajando con los grupos musicales que le gustan. Otros emprendedores no pueden jactarse de lo mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.