La condici¨®n y la necesidad
Lo m¨¢s singular de la declaraci¨®n aprobada ayer por los partidos firmantes del Acuerdo de Estella no est¨¢ en la parab¨®lica alusi¨®n a la violencia, sino en el motivo por el que se produce. Su origen no est¨¢ en la vieja exigencia de la oposici¨®n de que se desvincule de la violencia pol¨ªtica que ha sobrevivido a la tregua de ETA. Por el contrario, el motivo de la resoluci¨®n es la condici¨®n que impusieron los partidos nacionalistas a Arnaldo Otegi para rubricar el pacto de legislatura que las tres formaciones negocian para sustentar al Gobierno minoritario de Ibarretxe.El lehendakari, el PNV y EA han reiterado que "dif¨ªcilmente podemos llegar a acuerdos estables con quienes no rechazan la violencia". Sobre todo, desde que a finales de noviembre rebrotaran los ataques a cargos electos del PP y del PSE y otros episodios de la kale borroka que hab¨ªan desaparecido con el cese de los atentados de ETA. La presentaci¨®n por el PSE de dos iniciativas parlamentarias de repulsa a tales agresiones fue aprovechada por el PNV y EA para forzar la escenificaci¨®n del cumplimiento de aquel requisito por parte de EH.
De la esforzada elaboraci¨®n del texto alternativo y de su contenido se deduce que el PNV y EA han calculado mal la velocidad de la evoluci¨®n de EH y/o su capacidad para presionar a la formaci¨®n de Otegi. La resoluci¨®n es mucho menos exigente que la propuesta inicial del PNV y EA, que EH rechaz¨® suscribir. Una propuesta que tampoco respald¨® IU por no ver en ella "un desmarque claro" de la violencia. Pero Javier Madrazo no tuvo ayer inconveniente en apoyar una redacci¨®n mucho m¨¢s difusa.
Los acontecimientos muestran que el PNV y EA son m¨¢s dependientes de EH que a la inversa. Al necesitar de forma imperiosa cerrar el acuerdo que arrope al Gobierno, no han tenido m¨¢s remedio que rebajar m¨¢s el nivel de exigencia a EH. De ah¨ª que ya antes de divulgar el texto sus autores se curaran en salud anunciando que no iba a satisfacer al PP y al PSE. No era esa su finalidad, sino cumplir la condici¨®n que el PNV y EA se autoimpusieron para concluir el pacto de legislatura con EH. Y el problema de no hacerlo no radica s¨®lo en que dejar¨ªa al Gobierno en precario, sino en que pondr¨ªa en peligro la apuesta de Lizarra.
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