El Mallorca se reivindica de nuevo

El Mallorca no cede y se reivindica de nuevo. Ayer incluso se dio a s¨ª mismo un lujo infrecuente. Marc¨® antes de los 30 segundos de partido, en la jugada inicial. Se dio prisa as¨ª en poner el marcador a su gusto, aunque el Oviedo apenas le dio tiempo para exhibir su conocida faceta de buen administrador de rentas bajas. Iban cuatro minutos cuando Pompei consult¨® su manual de golpes francos y le mand¨® a Roa uno tan preciso como oportuno. Como si el dispendio de goles activara un instito de generosidad, el partido tuvo seguidamente un poco de todo. El Mallorca regres¨® al punto de partida y ech¨® mano de su proverbial gusto por las cosas sencillas. El Oviedo, espoleado por la grada, busc¨® con af¨¢n a Dely Vald¨¦s. A los 16 minutos, el ¨¢rbitro vio falta en un cabezazo a gol de Onopko y se gan¨® su propia cuota de protagonismo.No mucho m¨¢s hizo el Oviedo cerca de la porter¨ªa de Roa. El Mallorca empez¨® a marcar distancias en el control del partido y a poner en funcionamiento su bien engranada maquinaria. En el equipo bermell¨®n, Engonga reclam¨® los galones para tomar las decisiones adecuadas en cada circulaci¨®n del bal¨®n. Alrededor suyo, su equipo creci¨® a medida que corr¨ªan los minutos. Tuvo el Mallorca muy presente a Stankovic, en la banda izquierda, que el Oviedo nunca tap¨® ni con Eskurza ni con Iv¨¢n Ania. S¨®lo el af¨¢n de Mikel Soler por practicar el slalom, le ahorr¨® al Oviedo un descosido de mayor consideraci¨®n.

El Oviedo se despidi¨® justo antes del intermedio, cuando Dely Vald¨¦s desperdicio una llegada ante Roa con Marcelino vencido. En el segundo tiempo, el Mallorca fue como un motor de gas¨®leo que arranca en fr¨ªo y que, sin prestaciones deslumbrantes, apabulla por su rendimiento. El Oviedo tard¨® un cuarto de hora en rehacerse y armarse lo mejor posible para replicar, pero cuando estaba dando muestras de haberlo conseguido, el Mallorca acab¨® con el partido por la v¨ªa r¨¢pida con un tanto de Paunovic.

Esta vez no encontr¨® el Oviedo medicina alguna en el banquillo. Y Dani firm¨® el tercer gol en un alarde de solvencia rematadora y reclam¨® su sitio entre los grandes delanteros espa?oles de esta Liga.