Alemania reta a Bruselas, Francia y Espa?a en la cumbre sobre la financiaci¨®n de la UE
Los jefes de Estado o de Gobierno de la Uni¨®n Europea (UE) acuden hoy al castillo de Petersberg, junto a Bonn, descosidos en m¨²ltiples divisiones cruzadas sobre la "batalla financiera" de la Agenda 2000, el paquete presupuestario para el primer septenio del siglo XXI. El canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, dej¨® claro que la cumbre informal no adoptar¨¢ "decisiones definitivas", sino que buscar¨¢ "debatir opciones y soluciones transaccionales". Pero el documento que su equipo puso ayer en la mesa irrit¨® a Francia, Espa?a y la Comisi¨®n Europea.El documento se retras¨® varias horas, a causa de las disensiones internas de Bonn. Tras una dura pol¨¦mica dentro del Gobierno alem¨¢n, seg¨²n fuentes comunitarias, Schr?der se decant¨® por la versi¨®n m¨¢s dura. Gan¨® el implacable ministro de Hacienda, Oskar Lafontaine, frente al contemporizador titular de Exteriores, el verde Joschka Fischer. Y as¨ª, la propuesta constituye -seg¨²n una fuente espa?ola- "incluso un endurecimiento" sobre la anterior, dise?ada por Fischer, que ya provoc¨® fuertes tensiones en el c¨®nclave de ministros de Asuntos Exteriores del pasado domingo.
Fuerte reducci¨®n de fondos
El papel de marras propone una reducci¨®n de los fondos estructurales desde los 240.000 millones propuestos por Bruselas (incluidos los 21.000 millones del Fondo de Cohesi¨®n) para todo el per¨ªodo a 200.000 millones, y sin menci¨®n expresa al Fondo de Cohesi¨®n, es decir, en realidad, 179.000 millones de euros, una rebaja del 18%. Para Espa?a, esa medida supondr¨ªa una p¨¦rdida de unos 100.000 millones de pesetas anuales.
La propuesta de la presidencia condiciona esa reducci¨®n al "acuerdo de la Comisi¨®n", esperando que la ambig¨¹edad mostrada el domingo pasado por su presidente, Jacques Santer, se decante en este asunto de su lado. Pero la comisaria de Pol¨ªtica Estructural, Monika Wulf-Mathies calific¨® anoche la idea de "inaceptable"; "¨¦sa ser¨¢ ma?ana [por hoy] la posici¨®n del presidente Santer", asegur¨® en conversaci¨®n con EL PA?S. Bruselas est¨¢ dispuesta a alg¨²n recorte suave sobre su Agenda 2000, pero de ninguna manera de tanto alcance. De manera que tras cierta confusi¨®n, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y sus colegas del sur, deber¨ªan recuperar en esta cumbre a un aliado b¨¢sico, la Comisi¨®n.
Pero la propuesta de Bonn no s¨®lo inquieta a Bruselas o a Madrid. Tambi¨¦n a Par¨ªs, porque incluye la cofinanciaci¨®n agr¨ªcola, contra la que militan tanto el presidente Jacques Chirac como el primer ministro Lionel Jospin, para evitar tener que enfrentarse ellos con los campesinos, y mantener a Bruselas como chivo expiatorio de sus iras. Francia ha propuesto como alternativa la austeridad general en el gasto agr¨ªcola y el recorte de las ayudas directas a los agricultores, en un 3% anual.
En contra de la cruzada ahorradora que protagonizan sus colegas de Exteriores y los propios jefes de Gobierno, los de Agricultura encajaron ayer con alegr¨ªa en Bruselas una "propuesta de compromiso" alemana que prev¨¦ aumentar el gasto. Las reformas de los mercados vacuno, cereal¨ªstico y l¨¢cteo costar¨ªan as¨ª 4.300 millones de euros m¨¢s que lo propuesto por la Comisi¨®n para todo el periodo. Es decir, 614 millones de euros m¨¢s cada a?o, sobre los 46.000 millones calculados en la Agenda 2.000. Pero el documento de la cumbre quiere rebajarlos a 40.500 millones, con lo que las disensiones internas abarcan pr¨¢cticamente a todos los Gobiernos. El franc¨¦s Jean Galvany se qued¨® solo calificando de "costosa y desequilibrada" esa reforma, temeroso de que al final el ahorro acabe llegando por la v¨ªa de la denostada cofinanciaci¨®n. La excepci¨®n a los que se sienten perjudicados deber¨ªa ser el Reino Unido, para el que Bonn propone conservar su "cheque brit¨¢nico" (retorno de dos tercios de lo que aporta), aunque reduci¨¦ndolo en parte, para que contribuya a los gastos de ampliaci¨®n al Este. Pero no es seguro que Blair brinque de gozo por ese trato de algod¨®n.
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