Ninguna comunidad aut¨®noma ejerce este a?o su capacidad para variar la tarifa del IRPF
La capacidad que tienen las comunidades aut¨®nomas para subir o bajar un tramo de la tarifa del IRPF no ha sido ejercida de cara a 1999 por ninguna de las que aplican este modelo; es decir, todas menos Andaluc¨ªa, Extremadura y Castilla-La Mancha, as¨ª como el Pa¨ªs Vasco y Navarra, con un r¨¦gimen diferente. Las dem¨¢s, y no todas, se han limitado a establecer algunas deducciones adicionales. El periodo electoral que se abre y unos recursos que aumentan el 10,7%, frente al 4,6% del sector estatal, desincentivan un ejercicio a fondo de la corresponsabilidad fiscal.
El debate sobre la financiaci¨®n auton¨®mica se mide m¨¢s en t¨¦rminos pol¨ªticos que de realidades pr¨¢cticas. Al menos, es lo que refleja la aplicaci¨®n del actual sistema de financiaci¨®n auton¨®mica (1997-2001) que pretendi¨® desarrollar la corresponsabilidad fiscal y que, por diversos motivos, se ha quedado en un oscuro ejercicio contable.La corresponsabilidad consiste, en esencia, en que los ciudadanos que pagan sus impuestos sepan que una parte de su esfuerzo fiscal va a parar a su territorio. Para ello, la Administraci¨®n central cede a las comunidades el 15% de la tarifa del IRPF, ampliable al 30% cuando todas ellas tengan trasferido Educaci¨®n.
Adem¨¢s y como expresi¨®n del autogobierno, se permite a las comunidades subir o bajar esa parte de la tarifa que tienen atribuida y as¨ª aumentar o disminuir sus ingresos. Esto tiene un l¨ªmite del 20%, de forma que la cuota a pagar no sea inferior o superior en ese porcentaje a la cantidad que resultar¨ªa de aplicar el 15% de la tarifa estatal cedida sin modificaci¨®n.
En los tres a?os de andadura del nuevo sistema, ninguna comunidad aut¨®noma ha ejercicio esta competencia. El primero, porque cuando entr¨® en vigor (enero de 1997) ya se hab¨ªan aprobado los presupuestos de las comunidades. En los dos a?os posteriores (1998 y 1999), los parlamentos regionales tampoco han introducido estas modificaciones en la parte del IRPF que les corrresponde.
Econom¨ªa y pol¨ªtica
?nicamente han aprobado algunas deducciones adicionales a las estatales. En el caso de Catalu?a, por ejemplo, cuyo Gobierno reclama ahora al menos un 50% del IRPF, ¨²nicamente se ha establecido para 1999 una deducci¨®n adicional de 25.000 pesetas por cada hijo a partir del segundo, seg¨²n datos recogidos por la Agencia Tributaria. Tambi¨¦n tienen mayores deducciones por hijos Castilla y Le¨®n, Galicia, Madrid y Valencia.Por ascendientes y minusvalidos aplican mayores deducciones Castilla y Le¨®n, Baleares, Madrid y Valencia. La compra de vivienda est¨¢ primada en Valencia, Murcia y La Rioja. Los donativos tambi¨¦n tienen mayores deducciones en Castilla y Le¨®n, Madrid, Murcia y Valencia. Este sistema de corresponsabilidad se aplica en todas las comunidades, salvo las gobernadas por el PSOE -Andaluc¨ªa, Extremadura y Castilla La Mancha- y con la excepci¨®n del Pa¨ªs Vasco y Navarra que tienen competencias para regular todo el IRPF.
En contra de lo que ocurre con el IRPF, donde las modificaciones son m¨ªnimas, en el resto de los tributos cedidos (patrimonio, sucesiones y transmisiones patrimoniales), las comunidades han ejercido de manera m¨¢s decidida sus competencias, aunque son impuestos de muy inferior capacidad recaudatoria.
El hecho es que todos los factores que podr¨ªan inducir a las comunidades a exigir mayores impuestos a sus ciudadanos est¨¢n bastante neutralizados. La raz¨®n b¨¢sica es econ¨®mica -aunque tambi¨¦n pol¨ªtica- ya que, a juzgar por las previsiones oficiales, las comunidades recibir¨¢n este a?o 2,9 billones de pesetas del Estado, un 10,7% m¨¢s que el a?o anterior.
Frente a este 10,7%, el presupuesto consolidado del Estado (Estado, Seguridad Social, organismos aut¨®nomos y otros) se eleva a 29,5 billones y crece un 4,6%. Aqu¨ª se incluyen las trasferencias a las comunidades, una de las partidas que m¨¢s crece.
Hay que tener en cuenta que este a?o las comunidades de Arag¨®n, Baleares y La Rioja han asumido competencias en Educaci¨®n, por lo que sus recursos aumentan muy por encima de la media (ver cuadro). Igualmente, hay que establecer algunas salvedades en cuanto a los resultados previstos de la cesi¨®n del IRPF que, a efectos del reparto, se dividen en dos partes. La primera hace referencia a la tarifa complementaria que es el actual sistema de corresponsabilidad fiscal y la segunda es la participaci¨®n en los ingresos territoriales, que no todas las comunidades aplican en su totalidad por no tener competencias de gasto suficientes.
En el primer caso est¨¢n todas las comunidades menos las tres gobernadas por el PSOE y en el segundo se encuentra, adem¨¢s de ¨¦stas, Madrid. La participaci¨®n territorial en el IRPF para los casos de Arag¨®n y Baleares crece de manera espectacular porque hasta este a?o tampoco ten¨ªan competencias suficientes.
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