Los Quince logran un acuerdo para la reforma de la PAC pese a las reticencias de Francia
Los ministros de Agricultura de la Uni¨®n Europea alcanzaron un acuerdo en la madrugada del mi¨¦rcoles para reformar el sistema de ayudas de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC). El compromiso deber¨¢ ser ratificado por los jefes de Estado o de Gobierno en la Cumbre de Berl¨ªn los d¨ªas 24 y 25 de marzo. En esa reuni¨®n se discutir¨¢ la Agenda 2000 sobre financiaci¨®n de la UE entre los a?os 2000 y 2006. El acuerdo de ayer puede suponer un cierre en falso porque los ministros apenas recortaron los gastos presupuestados en la anterior propuesta de compromiso, incumpliendo as¨ª el dictado de congelar el gasto apadrinado por Francia y Alemania en la Cumbre de Petersberg. Par¨ªs disiente del pacto por su alto coste, y Lisboa reniega abiertamente porque entiende que le discrimina. La dimisi¨®n del ministro de Finanzas alem¨¢n, Oskar Lafontaine, abre una incertidumbre m¨¢s, aunque ¨¦ste se hab¨ªa mostrado como defensor de las posturas m¨¢s duras de su pa¨ªs.Los responsables del gasto agr¨ªcola sorprendieron ayer de madrugada con un acuerdo que no s¨®lo incumple el techo de gastos defendido por franceses y alemanes en Petersberg. Ese techo era de 307.000 millones de euros para el septenio, equivalentes a 51,08 billones de pesetas y ahora se ha llegado a 314.000, 1.500 millones m¨¢s que la propuesta de la Comisi¨®n Europea en la Agenda 2000. Bruselas se conformaba con 312.500 millones de euros.
Inesperada flexibilidad
El acuerdo fue sorprendente por la inesperada flexibilidad demostrada por la presidencia alemana y abre la posibilidad de un enfrentamiento agudo entre Par¨ªs y Bonn. Tras la cumbre de Petersberg, en la que el canciller Gehard Schr?der renunci¨® a exigir que cada pa¨ªs pague de sus presupuestos una parte de las ayudas agr¨ªcolas que recibe (la llamada cofinanciaci¨®n), Alemania y Francia parec¨ªan perfectamente coordinadas en defensa de la alternativa que permit¨ªa prescindir de la cofinanciaci¨®n: la congelaci¨®n del gasto en 40.500 millones de euros, que con la correcci¨®n de la inflaci¨®n anual supon¨ªan un techo de gastos de 307.000 millones de euros en siete a?os.Los ministros de ambos pa¨ªses, el alem¨¢n Karl-Heinz Funke y el franc¨¦s Jean Glavany, se reunieron en v¨ªsperas del consejo y parecieron sellar una alianza bilateral indestructible en defensa de la austeridad presupuestaria. Pero los franceses se sintieron ayer traicionados y no faltaron momentos de tensi¨®n en la relaci¨®n entre los dos ministros. "Usted sabe que eso no lo puede asumir su pa¨ªs", le lleg¨® a espetar Glavany a Funke en un momento de las discusiones. "Usted no sabe lo que mi pa¨ªs puede o no puede asumir", le respondi¨® el germano. Alemania en ning¨²n momento apret¨® el acelerador de la austeridad y dio por cerrada la reforma a las 3,30 horas del mi¨¦rcoles, despu¨¦s de s¨®lo dos sesiones de discusiones en el marat¨®n final, al constatar que la apoyaba un n¨²mero suficiente de pa¨ªses como para obtener la mayor¨ªa cualificada en caso de votaci¨®n.
Reticencias
El acuerdo tiene el apoyo claro de 13 pa¨ªses -aunque Holanda y, en menor medida, el Reino Unido lamentaron su alto coste-, pero puede saltar por los aires en Berl¨ªn: no s¨®lo agricultura, sino fondos estructurales y el sistema de aportaciones de los socios al presupuesto com¨²n.Espa?a lo recibi¨® con satisfacci¨®n, pero no as¨ª Francia, que se enfrenta a una situaci¨®n de esquizofrenia pol¨ªtica. Su defensa de la austeridad no se debe tanto a necesidades nacionales cuanto a evitar que un excesivo gasto agr¨ªcola legitime al canciller Schr?der para exigir nuevas f¨®rmulas que permitan reducir el saldo negativo que soporta Alemania con el presupuesto de la Uni¨®n. Tanto la aplicaci¨®n de un cheque alem¨¢n como la cofinanciaci¨®n de las ayudas agr¨ªcolas convierten a Par¨ªs en el primer pagano de esas compensaciones. Por eso el Gobierno de Lionel Jospin prefiere reducir el presupuesto de la PAC, porque aunque es el primer beneficiario entiende que su agricultura est¨¢ mejor preparada para sobrevivir con menos ayudas. En ese sentido, se explican la insatisfacci¨®n mostrada tambi¨¦n por los agricultores franceses.
Pero el acuerdo de ayer, con un gasto global que incluso supera la propuesta de la Comisi¨®n Europea y que se queda 7.000 millones de euros (1,16 billones de pesetas) por encima de la estabilizaci¨®n de Petersberg, no es objetivamente malo para Francia. Obtuvo compensaciones en el sector de la carne y aplaudi¨® que la reforma de la leche, que considera innecesaria, se atrase hasta el 2003. Aunque tampoco es absolutamente positivo porque no acaba de resolver el problema del girasol, las bajadas de precios finalmente acordadas est¨¢n por encima de lo que quiere Par¨ªs y renuncia a una de las exigencias francesas: un recorte autom¨¢tico de las ayudas cada a?o para reorientarlas a subvencionar la actividad rural en general. Pero sin ser extraordinario, tampoco justifica que Par¨ªs lo denuncie en Berl¨ªn. El miedo de Francia es que lo denuncien otros y eso acabe provocando el renacimiento de la propuesta de cofinanciar. De ah¨ª las dudas entre aplaudir el compromiso o renegar de ¨¦l.
La defensa de Fischler
Todas las discusiones de estos d¨ªas han dado como resultado un recorte de menos de 1.200 millones de euros (unos 200.000 millones de pesetas) sobre la propuesta que hab¨ªa despertado las iras de los gobiernos de Francia y Alemania en Petersberg.Los ministros acordaron retrasar la entrada en vigor de la reforma de la leche hasta el 2003, logrando as¨ª unos ahorros de 4.150 millones de euros. Pero casi todo lo que ahorraron por la derecha lo gastaron por la izquierda.
La renuncia a la imposici¨®n de techos (reducir las ayudas a los agricultores que reciben m¨¢s) supuso un gasto adicional de 2.175 millones de euros. Las peticiones nacionales incorporadas a ¨²ltima hora sumaron otros 800.
El comisario de Agricultura, el austr¨ªaco Franz Fischler, que se desmarc¨® de las cr¨ªticas francesas al recordar que nadie apoy¨® la congelaci¨®n, afirm¨® que los cambios introducidos en la reforma no mermar¨¢n sus efectos. En el caso de la leche porque se retrasa su entrada pero se respeta el dise?o de la Comisi¨®n. En la carne porque el recorte de los precios en un 20% ser¨¢ suficiente, "aunque yo hubiera preferido que se aprobara nuestra propuesta".
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