El decano de los abogados apoya el cambio legal para despejar las dudas sobre la "transparencia" judicial

El decano de los abogados de Madrid, Luis Mart¨ª Mingarro, aplaudi¨® ayer la iniciativa de impedir que la polic¨ªa y los particulares puedan elegir los jueces para instruir sus causas. "Todo lo que sea ganar en transparencia y neutralidad nos parece bien, y permite que no haya conducciones de asuntos interesadas hacia ning¨²n juzgado espec¨ªfico". La norma de reparto que han establecido ahora los jueces de Madrid en lo que respecta a entradas y registro es la misma que aplican desde hace tiempo sus colegas de Barcelona y Sevilla. Esta norma, que impide a abogados y polic¨ªa poder elegir a los jueces deseados o predispuestos a los registros, se la autoimpusieron los magistrados de Barcelona hace poco m¨¢s de un a?o, a ra¨ªz del llamado caso Estevill. Muchos polic¨ªas, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas de Catalu?a, sol¨ªan pedirle a este magistrado las entradas y registros conscientes de que conced¨ªa muchas de ellas; m¨¢xime, se?alan, si el afectado era una persona de alto poder econ¨®mico. "Los agentes acud¨ªan a Estevill no por asuntos esp¨²reos, sino buscando un paraguas judicial para apuntarse ¨¦xitos profesionales".

Montserrat Comas, juez instructora y portavoz nacional de la Asociaci¨®n Jueces para la Democracia, se?al¨® ayer que se modific¨® la norma "para garantizar la imparcialidad y desterrar cualquier duda sobre la independencia del juez, para que nadie", explic¨®, "pueda albergar la menor sospecha de que se puede elegir al juez".

En Valencia, informa Voro Maroto, el juez de guardia que autoriza el registro urgente de un domicilio se queda al final con el caso. Es lo mismo que se ha hecho en Madrid en los ¨²ltimos a?os y que ahora se ha derogado en Madrid por entender que pod¨ªa ser ¨¦ste un cauce para elegir al juez deseado.

Cuando en 1992 los jueces de Madrid introdujeron la norma de reparto ahora abolida, con 14 votos a favor y 8 en contra, algunos magistrados advirtieron de sus perversos efectos: "Los polic¨ªas saben perfectamente qui¨¦nes somos proclives a otorgar registros y qui¨¦nes no; haci¨¦ndolo as¨ª, se lo hemos puesto a huevo para que elijan". Los jueces que apoyaron esta normativa sosten¨ªan, por contra, que el objetivo era conseguir que cada juez se responsabilice de sus actos.

En Madrid funcionan todos los d¨ªas tres juzgados de guardia. Dos se encargan de tomar declaraci¨®n a los detenidos que lleva la polic¨ªa y el tercero, llamado de diligencias, se encarga del levantamiento de cad¨¢vares y atender las denuncias.