ACNUR trata de redistribuir a los 100.000 deportados que saturan Kukes
Kukes se mantiene como el principal quebradero de cabeza del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Las nuevas oleadas de deportados (ayer fueron 7.700 personas, que elevan la cifra de kosovares en Albania a 404.200) han vuelto a rebosar la capacidad de esta diminuta ciudad fronteriza del norte del pa¨ªs.El ACNUR trata de convencer de nuevo a las 100.000 personas que habitan sus campamentos, laderas, plazas, casas particulares y lugares p¨²blicos para que emigren al sur del pa¨ªs. Los kosovares que arriban en tractores, lo ¨²nico que les dej¨® la barbarie, se niegan a abandonarlos; los dem¨¢s conf¨ªan en un pronto regreso a sus casas de la mano de la OTAN y prefieren estar lo m¨¢s cerca posible de su tierra.
Pero Kukes no es seguro. Se encuentra a tiro de las bater¨ªas serbias. "Un solo disparo en uno de estos campamentos provocar¨ªa una gran cat¨¢strofe y el p¨¢nico", asegura el teniente general John Reith, comandante de la parte humanitaria de la misi¨®n de la Alianza. Existe un segundo factor: las dificultades de llevar la ayuda a Kukes son descomunales. Los m¨¢s de 240 kil¨®metros de carretera desde Tirana son una sucesi¨®n de curvas peligrosas y sin firme que los camiones recorren en m¨¢s de 10 horas. En los campamentos del sur esta pesadilla desaparece en parte. Kukes es s¨®lo un ejemplo del caos reinante. El ACNUR, sobrepasado desde el inicio de la crisis, admite que en Albania hay 1.500 puntos diferentes de concentraciones de refugiados. A este obst¨¢culo se debe a?adir otro: nadie dispone de un censo exacto de deportados.
Casas particulares
La mitad de los m¨¢s de 400.000 kosovares que viven en Albania -un pa¨ªs con 3,4 millones de habitantes- se encuentran en casas particulares, acogidos a la solidaridad de sus hermanos albaneses. Hasta la fecha, este esfuerzo tremendo de generosidad no ha recibido apoyo alguno de la comunidad internacional. El ACNUR se ha comprometido a socorrer en breve a estas familias.La agencia de la ONU desea construir m¨¢s campamentos para 100.000 nuevos refugiados. S¨®lo los de Kukes copar¨ªan sus plazas. Pero est¨¢n tambi¨¦n los casi 40.000 de Skodra, procedentes de Montenegro, en condiciones lamentables, y los de Macedonia. El ACNUR admite que 60.000 de esas futuras viviendas podr¨ªan ser ocupadas s¨®lo por deportados procedentes de ese pa¨ªs vecino.
Los campamentos deber¨¢n enfrentarse en los pr¨®ximos d¨ªas al calor que en verano en algunas zonas de Albania supera los 40 grados cent¨ªgrados. En el invierno, que aqu¨ª arranca en octubre, todo este despliegue humanitario quedar¨¢ desfasado. Ser¨¢ in¨²til. Pocos son los que podr¨¢n resistir temperaturas bajo cero protegidos por una loneta verde. El tiempo, ese factor que en pol¨ªtica no tiene prisa, vuelve a jugar en contra de los m¨¢s d¨¦biles.
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