Davenport cuadra su mejor d¨ªa

Una mirada al vac¨ªo, los brazos levantados, y unas cuantas l¨¢grimas en los ojos era la imagen de una vencedora. Lindsay Davenport, de 23 a?os, no tuvo esta vez el calor de su familia en el palco de jugadores, pero le dio lo mismo. Alz¨® la mirada y busc¨® luego a su entrenador, Robert Van't Hof, el hombre que crey¨® en ella y que la motiv¨® para que realizara hace dos a?os la transformaci¨®n m¨¢s profunda de su vida y de su carrera. Y con un abrazo virtual, los dos celebraron el incre¨ªble triunfo que Lindsay acababa de lograr en Wimbledon sobre la ¨²ltima leyenda que ha creado el tenis femenino mundial, la alemana Steffi Graf. "Nunca pens¨¦ que pod¨ªa ganar este Wimbledon", reconoci¨® la estadounidense, que conoci¨® la gloria en el Grand Slam el a?o pasado cuando se impuso en el Open de Estados Unidos. Sin embargo, su servicio le dio las claves para poder coronarse en la catedral el primer a?o en que alcanzaba la final. Gan¨® a Graf en dos mangas por 6-4, 7-5 tras 1 hora y 15 minutos de juego. Y de esta forma impidi¨® que la alemana, de 30 a?os, culminara su historia en Wimbledon con su octava victoria, tras haber ganado el pasado mes de junio en Roland Garros su 22? t¨ªtulo del Grand Slam.

"Este es mi ¨²ltimo Wimbledon", confes¨® Graf s¨®lo unos minutos despu¨¦s de retirarse de la pista central. "No es una decisi¨®n f¨¢cil para m¨ª, porque s¨¦ que hay muchas personas en este pa¨ªs que quisieran verme de nuevo disputar su torneo. Pero no volver¨¦". Sin embargo, la alemana no cerr¨® la puerta a la continuidad de su carrera ten¨ªstica, al margen de los torneos del Grand Slam. Es probable que tambi¨¦n este a?o, el pr¨®ximo mes de septiembre, se despida del Open de Estados Unidos. Pero, por el momento, quiso dejarlo al aire. "Creo que ser¨ªa una locura dejarlo ahora con 30 a?os. Pero no es el momento de tomar decisiones", coment¨®.

En la pista, sin embargo, ning¨²n signo delat¨® esta decisi¨®n. "No era algo que dependiera del resultado", agreg¨® Graf. "Lo hab¨ªa decidido ya antes de salir a la pista". En la central, las 13.800 espectadores no dieron a la alemana el mismo apoyo que hab¨ªa tenido en Par¨ªs, ni la despidieron con muestras especiales de cari?o.

Por tanto, Graf no fue llevada esta vez en volandas hacia una remontada espectacular. Y por s¨ª sola fue incapaz de cortar la racha de buen juego que permiti¨® a Davenport proclamarse campeona. El partido, en realidad, se decidi¨® en cuatro puntos muy concretos: los cuatro break-points que se produjeron. Dos de ellos fueron favorables a Davenport y los convirti¨®. Los otros dos los tuvo Graf, pero los perdi¨®.