Industria y Defensa rivalizan por el control de la industria aeroespacial

La sociedad de sat¨¦lites Hispasat, que tiene a Retevisi¨®n, Telef¨®nica y la SEPI como principales accionistas, y el Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA) rivalizan por un contrato para construir un sistema de sat¨¦lites de comunicaciones para uso exclusivo de Defensa. El proyecto, que requiere invertir 15.000 millones de pesetas, ha sido desarrollado hasta ahora en secreto por el INTA, dependiente del Ministerio de Defensa, lo que ha provocado una airada reacci¨®n de Hispasat, pr¨®xima al Ministerio de Industria.

El Ministerio de Defensa se plantea la fabricaci¨®n de un nuevo sistema de sat¨¦lites (que estar¨ªa integrado por dos unidades) de uso exclusivamente militar coincidiendo con el fin de la vida ¨²til del sistema que utiliza actualmente (Hispasat 1A y 1B) para sus comunicaciones. El proyecto se ha gestado en un clima general favorable a la inversi¨®n en nuevas tecnolog¨ªas en el Gabinete de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, aunque no exento de tensiones entre distintos ministerios interesados en llevarse el gato al agua. El proyecto tiene un coste aproximado de 15.000 millones de pesetas (m¨¢s de 90 millones de euros), seg¨²n fuentes del sector conocedoras de la iniciativa. El Ministerio de Defensa considera que la construcci¨®n de un sat¨¦lite ser¨¢ menos costosa que el alquiler de los servicios necesarios en un sistema civil. Adem¨¢s, para Defensa un nuevo sistema de sat¨¦lites de uso ¨²nicamente militar es la v¨ªa m¨¢s adecuada para evitar las deficiencias encontradas en el actual sistema, que comparte misiones de ¨¢mbito civil y militar (programa Secomsat).

La vida ¨²til del sistema ahora en funcionamiento se agota el a?o 2003 y ya tendr¨ªa que haber sido aprobada su renovaci¨®n en el Consejo de Hispasat, la sociedad encargada de gestionarlo. Sin embargo, las diferencias surgidas entre el INTA, controlado por el Ministerio de Defensa, e Hispasat, sociedad m¨¢s pr¨®xima al Ministerio de Industria gracias a la participaci¨®n de la Sociaded Estatal de Participaciones Industriales (8,21%), han retrasado la renovaci¨®n del sistema. Est¨¢ en juego no s¨®lo el futuro del programa de sat¨¦lites de comunicaciones para Defensa, sino el liderazgo del sector en Espa?a.

El departamento de Eduardo Serra, que en los ¨²ltimos meses ha tomado mayor peso en la orientaci¨®n de la pol¨ªtica industrial para las empresas militares y de tecnolog¨ªa avanzada, ha apostado por el desarollo del proyecto en el INTA, porque de esa manera puede mantener un control m¨¢s directo sobre el mismo.

Los t¨¦cnicos del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial est¨¢n convencidos de que el sistema para Defensa puede desarrollarse a partir de los minisat¨¦lites que se construyen en sus dependencias en la actualidad.

Sin embargo, los t¨¦cnicos de Hispasat y otros independientes consultados subrayan la enorme diferencia que supone construir un minisat¨¦lite -con una capacidad de carga de 200 kilos- y poner en marcha un sat¨¦lite convencional de un tama?o al menos cinco veces superior (tendr¨ªa que ser de unos 1.200 kilos), que requiere una mayor especializaci¨®n durante la construcci¨®n y una vez terminada ¨¦sta. Parad¨®jicamente, el INTA participa en el capital de Hispasat (18,20%), sociedad constituida para aglutinar los intereses de la industria espa?ola en el sector.

Hispasat cede

Para no perder el control de la tecnolog¨ªa espa?ola de sat¨¦lites, Hispasat parece dispuesta a dedicar enteramente uno de los dos nuevos sat¨¦lites que lanzar¨¢ en el 2002 (Hispasat 1C y 1D) a comunicaciones militares. Telef¨®nica y Retevisi¨®n, principales usuarios del futuro sistema, se resisten a esa idea, ya que el segundo sat¨¦lite es la garant¨ªa de que el servicio que presta el sistema se mantiene siempre, aunque falle el primer equipo.

Sin embargo, Defensa juega ahora en dos frentes, ya que ha conseguido que Jos¨¦ Mar¨ªa Hoyos, que fue responsable del proyecto de sat¨¦lite de comunicaciones militares en el INTA, haya sido aceptado por Telef¨®nica y Retevisi¨®n como primer ejecutivo de Hispasat. La duda que queda en el sector es si Hoyos orientar¨¢ su gesti¨®n hacia la unificaci¨®n en el proyecto de los esfuerzos de las dos empresas o dejar¨¢ que el INTA consiga en solitario la construcci¨®n del sat¨¦lite.