El expediente de la discordia
El plan de ajuste en Telef¨®nica de Espa?a contrasta con las ventajas salariales en la c¨²pula
Una brecha se ha abierto entre la plantilla y la c¨²pula en Telef¨®nica, la primera empresa espa?ola, referente de un sector que se considera clave para el desarrollo econ¨®mico y que supone ya un 3,5% del producto interior bruto espa?ol. La direcci¨®n de Telef¨®nica, mediante un expediente de regulaci¨®n de plantilla apoyado por los sindicatos, invita a marcharse a m¨¢s de 10.800 empleados con al menos 52 a?os de edad y 15 de experiencia en la compa?¨ªa. Conf¨ªa en que otros 2.000 se acojan al programa de bajas incentivadas hasta finales del a?o 2000. La propuesta presentada al Ministerio de Trabajo para que d¨¦ su visto bueno choca con el incremento simult¨¢neo del n¨²mero de altos cargos en el grupo, el blindaje del consejo de administraci¨®n, el nuevo sistema de retribuci¨®n para ejecutivos clave mediante la concesi¨®n de opciones sobre acciones y la subida salarial generalizada en la c¨²pula.
"Lo m¨¢s importante es la desmoralizaci¨®n de la base por la falta de horizontes y la desconexi¨®n con sus gestores", afirma un antiguo alto cargo de Telef¨®nica que exige el anonimato. Lo han pedido la mayor¨ªa de las personas entrevistadas para este reportaje por temor a enemistarse con una empresa que a¨²n representa el 90% del sector de las telecomunicaciones en Espa?a.
"Yo lo dejo. ?Para qu¨¦ voy a esperar m¨¢s? Est¨¢n deseando que me vaya, sustituirme por una subcontrata o alguien sin mi antig¨¹edad. No puedo seguir con esta inseguridad", confirma Jos¨¦ R., que ha aceptado el retiro a los 52 a?os. Su experiencia -28 a?os en la quinta empresa europea del sector- se va a perder porque Telef¨®nica ha establecido garant¨ªas para que quienes se acojan al plan de ajuste no se pasen a la competencia, so pena de perder la indemnizaci¨®n prevista (28 millones de media para los prejubilados y hasta un m¨¢ximo de 20 para las bajas incentivadas).
Telef¨®nica (217.000 millones de beneficio en 1998 y un valor en Bolsa superior a 8,5 billones) ha agitado las conciencias con su agresivo plan de ajuste para la filial -Telef¨®nica de Espa?a- que ha exprimido durante 75 a?os el monopolio de la telefon¨ªa b¨¢sica. Objetivo: reducir costes, adecuar la empresa al nuevo entorno de competencia, incrementar la productividad desde 359,7 l¨ªneas por empleado que se registran a finales de mayo a m¨¢s de 400 en el a?o 2000. Si se cumplen los planes, Telef¨®nica de Espa?a, que adicionalmente se ha comprometido a crear 1.000 nuevos empleos, tendr¨¢ unos 40.000 trabajadores, cerca de 27.000 menos que en 1996.
"Villalonga se ha olvidado del capital humano, pero los sindicatos no tienen verg¨¹enza", afirma Carmen, de 44 a?os, que empez¨® con 15 a?os de mensajera (botones) en Telef¨®nica. Est¨¢ irritada con las centrales porque secund¨® las tres huelgas convocadas este a?o por la estabilidad del empleo, que le supusieron unas 11.000 pesetas por d¨ªa, y no le convencen las condiciones acordadas para el ajuste. La desilusi¨®n en la base que confirma un informe de auditor¨ªa interna contrasta con el ambiente que se respira en Gran V¨ªa, sede de la compa?¨ªa en Madrid, te?ida con los colores azul y verde del nuevo logotipo. Los m¨¢s de 5.000 millones de pesetas que se invirtieron en el cambio de marca no son nada frente a los 459.000 millones que se han provisionado para afrontar el ajuste de plantilla.
"La primera empresa espa?ola deber¨ªa actuar con criterios ejemplarizantes para el conjunto de sector y de la econom¨ªa. Y no est¨¢ siendo as¨ª", advierte un directivo.
En tres a?os al frente del Grupo Telef¨®nica, Juan Villalonga ha multiplicado casi por cuatro el organigrama. De 79 altos directivos (desde director a presidente) en mayo de 1996 (un mes antes de que el presidente del Gobierno nombrara a Villalonga responsable de Telef¨®nica) se ha pasado a m¨¢s de 286.
La compa?¨ªa lo justifica en la creaci¨®n de nuevas l¨ªneas de negocio (hasta siete), necesaria, a juicio de sus gestores, para adecuar la estructura a las nuevas condiciones de competencia internacional.
M¨¢s l¨ªneas de negocio
"Se ha segmentado el grupo y eso ha multiplicado los cargos", reconoce un alto cargo en activo. Fuera del c¨ªrculo de confianza de Villalonga, que tambi¨¦n ha experimentado numerosos cambios (se ha anunciado que las tareas de Javier Revuelta como vicepresidente las asumir¨¢ en buena parte el comisario europeo Martin Bangemann como adjunto a la presidencia), resulta algo m¨¢s dif¨ªcil comprender. "[La consultora] McKinsey es quien gobierna la empresa. Hab¨ªa reuniones en la que nosotros parec¨ªamos los asesores y ellos quienes decid¨ªan", afirma un antiguo cargo intermedio. Ocho directores generales que rodeaban a C¨¢ndido Vel¨¢zquez, presidente entre 1989 y 1996, cobraban 27 millones de pesetas brutos al a?o; hoy, con Villalonga, son m¨¢s de 50 y su remuneraci¨®n ronda los 60 millones. En el caso de los subdirectores generales, la remuneraci¨®n anual ha pasado de 18 a unos 30 millones anuales, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la compa?¨ªa, que no han sido desmentidas en la empresa.
Para la direcci¨®n de recursos humanos del Grupo Telef¨®nica ¨¦sa es la forma de evitar que la competencia (Retevisi¨®n, Airtel, Amena, BT, Jazztel y otros) capte a los mejores. "Son subidas orientadas al mercado", dicen, que, sin embargo, no han impedido que personalidades del sector como Antonio Cant¨®n, responsable del ¨¢rea comercial de Telef¨®nica, se marcharan a Retevisi¨®n.
A partir de la privatizaci¨®n total en 1997, Villalonga estableci¨® otro revolucionario sistema de retribuci¨®n para un selecto grupo de ejecutivos considerados "clave": las opciones sobre acciones (stock options, en jerga financiera).
Acciones para directivos Mediante el llamado Plan de Fidelizaci¨®n a tres a?os, inicialmente dirigido a 100 ejecutivos del grupo y ampliado hace unos d¨ªas a 250, la compa?¨ªa "asume el compromiso de pagarles el 25 de febrero del 2000 determinados importes, calculados en funci¨®n de la cotizaci¨®n de la acci¨®n en el periodo". Cuanto m¨¢s suba, m¨¢s recibir¨¢n los poseedores de la opci¨®n cuando la ejecuten. Para financiar la operaci¨®n, que se articula a trav¨¦s de dos entidades bancarias contratadas al efecto, se han incluido 969millones de pesetas en la cuenta de gastos y p¨¦rdidas extraordinarias de 1998 (700 millones en 1997).
La cantidad de acciones a la que tiene derecho cada ejecutivo y la identidad de los beneficiarios del plan son dos de los secretos mejor guadados en Gran V¨ªa, sede de la empresa en Madrid. Sin embargo, el secreto que envuelve a un mecanismo com¨²nmente extendido en EEUU y dotado habitualmente de la m¨¢xima transparencia se ha vuelto en contra de sus promotores.
Villalonga explica sus actuaciones, incluso las m¨¢s pol¨¦micas (inversi¨®n en medios de comunicaci¨®n, fichaje de Bangemann, supresi¨®n del dividendo, segregaci¨®n de filiales...) por una estrategia para "dar valor al accionista". Sin embargo, a medida que se acerque la fecha prevista para la ejecuci¨®n de las opciones sobre acciones, los analistas van a ser m¨¢s exigentes.
Por otro lado, el importe devengado por los consejeros de Telef¨®nica (20) en concepto de sueldos, dietas y atenciones en 1998 ascendi¨® a 1.057 millones de pesetas, frente a los 783 de 1997. A final de a?o se conocer¨¢ c¨®mo incide la incorporaci¨®n de Bangemann.
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