La Legi¨®n ayuda a huir a los gitanos y a volver a los albaneses

ENVIADO ESPECIALLa frontera entre Kosovo y Montenegro, un l¨ªmite legalmente inexistente que marca una tumba junto a la carretera, fue escenario ayer de un ins¨®lito intercambio: nueve camiones del Ej¨¦rcito espa?ol condujeron hasta la cima de la monta?a que separa los dos pa¨ªses a 95 gitanos, huidos de sus hogares por temor a las represalias, y recogieron a 300 albanokosovares que regresaban del exilio al que les forz¨® el r¨¦gimen de Milosevic.

D¨ªa a d¨ªa se va consumando la nueva limpieza ¨¦tnica, en la que las comunidades que conviv¨ªan en Kosovo intercambian sus papeles de hace pocas semanas, aunque las v¨ªctimas parezcan siempre las mismas.

"Nuestros principios son los de la reconciliaci¨®n y la convivencia inter¨¦tnica, pero no podemos subordinar las vidas de las personas a los principios", se excusaba la representante de ACNUR, Laura Boldrini. El jueves por la noche, cuando a¨²n intentaba disuadirles de que se marcharan, nueve hombres armados irrumpieron en la casa de la familia Dolci, en la aldea de Chungu. A Sejdi le apuntaron con una pistola en la sien y le golpearon con porras, al igual que a sus padres.

Pese al exquisito cuidado que pusieron los legionarios para hacer m¨¢s llevadero el tr¨¢mite, Cherim Nezirej no pod¨ªa olvidar que dejaba probablemente para siempre el lugar donde ha vivido desde que se cas¨®, hace 36 a?os.

Cinco blindados dotados con ametralladoras de calibre 12,70 proteg¨ªan la caravana. Un despliegue tan aparentemente excesivo para asegurar su huida como insuficiente para convencerles de que se quedaran.