Se desvanece la esperanza de que Kennedy est¨¦ vivo
Los equipos de rescate hallan la cubierta de la cabina de la avioneta siniestrada
"La capacidad de supervivencia, teniendo en cuenta la temperatura del agua, ha sido sobrepasada". As¨ª de escueto fue ayer el contraalmirante Richard Larrabee, del Servicio de Guardacostas y coordinador de la b¨²squeda de la avioneta en la que viajaban John Kennedy, de 38 a?os, su mujer, Carolyn Bessette, de 33, y su cu?ada Lauren Bessette, de 35. Los tres salieron el viernes, a las 20.30, de un aeropuerto en el condado de Essex, New Jersey, y trataban de llegar a la isla de Martha"s Vineyard, frente a Cape Cod, en las costas de Massachusetts. La ¨²ltima se?al de radar en la que la avioneta Piper Saratoga PA 32 fue detectada se produjo a las 21.38. Ayer, los equipos de b¨²squeda detectaron una d¨¦bil se?al electr¨®nica que pod¨ªa salir del aparato siniestrado. Poco despu¨¦s, se hallaba la cubierta de la cabina del piloto. Larrabee se neg¨® a admitir que no hay nada que hacer: "No vamos a rendirnos todav¨ªa. Hoy [por ayer], todav¨ªa hay esperanza".
Docenas de barcos, aviones y helic¨®pteros reanudaron ayer la operaci¨®n, desde las cinco de la ma?ana, con el mismo ¨ªmpetu y la misma intensidad que la jornada anterior. La b¨²squeda se realiza en el mar, en la costa cercana al extremo occidental de Martha"s Vineyard y desde el aire, sobre una zona m¨¢s limitada que el s¨¢bado: "Ya no estamos buscando una aguja en un pajar", se?al¨® Larrabee. De hecho, la investigaci¨®n avanz¨® sustancialmente tras recibir la se?al electr¨®nica, que, seg¨²n los primeros datos, ha sido emitida debajo del agua. Inmediatamente, el barco Rude, de la agencia estadounidense de investigaciones de oc¨¦anos, se puso en marcha hacia la zona de donde proven¨ªa la se?al. En cualquier caso, la Comisi¨®n de Seguridad en el transporte a¨¦reo ya advirti¨® ayer que para esclarecer todos los detalles del suceso invertir¨¢ unos seis meses.El Servicio de Guardacostas emple¨® durante la noche del s¨¢bado al domingo -cuando helic¨®pteros y aviones tuvieron que suspender sus vuelos por la niebla- focos especiales instalados en sus embarcaciones y equipamiento submarino de detecci¨®n. Tambi¨¦n est¨¢ listo para intervenir un equipo de buceadores que ser¨¢ el encargado de buscar en el lugar desde el que se ha emitido la se?al electr¨®nica. En tierra, los grupos de rescate recorrieron las playas en veh¨ªculos todoterreno a la busca de nuevos restos de la avioneta Piper Saratoga PA 32 y del equipaje. Una de las zonas peinadas ayer fue una peque?a isla llamada Nomans Land, una antigua base militar al suroeste de la isla principal, Martha"s Vineyard. El s¨¢bado, en la zona de Gay Head, aparecieron algunos fragmentos del fuselaje, parte de un reposacabezas, una tarjeta de identificaci¨®n de la maleta de la cu?ada de John Kennedy y un frasco de medicinas de su mujer.
La fascinaci¨®n morbosa que rodea estas tragedias -especialmente si el apellido Kennedy est¨¢ en el centro de la pista- ha hecho que algunas personas se lancen a recorrer las playas tratando de encontrar alg¨²n objeto. Robert Bird, comandante de polic¨ªa de Massachusetts, hizo ayer un serio llamamiento para que se entregue cualquier cosa que se encuentre: "Puede tratarse de un elemento fundamental para la investigaci¨®n", dijo, adem¨¢s de recordar que la apropiaci¨®n de pruebas en un caso as¨ª es un delito.
En Hyannisport, los Kennedy permanecieron todo el d¨ªa sin salir de la casa familiar, acompa?ados por algunos colaboradores y amigos, adem¨¢s de un sacerdote, a la espera de alg¨²n indicio que pudiera alimentar la posibilidad de que los desaparecidos estuvieran vivos. Un ej¨¦rcito de c¨¢maras y reporteros montan guardia a unas decenas de metros de la residencia, en la que todas las ventanas est¨¢n cerradas para evitar los teleobjetivos. Los periodistas fueron el s¨¢bado testigos de una cruel situaci¨®n: la llegada de flores, regalos, trajes largos y chaqu¨¦s y furgonetas de comida, los preparativos para lo que iba a ser un d¨ªa de fiesta y reuni¨®n familiar -la boda de la hija peque?a de Robert Kennedy, Rory, que naci¨® dos meses despu¨¦s del asesinato de su padre-, y que se convirti¨® en una nueva jornada de luto para la dinast¨ªa.
El presidente de EEUU, Bill Clinton, sigui¨® ayer hora por hora, como ya hab¨ªa hecho el s¨¢bado, las noticias sobre el desarrollo de la operaci¨®n de rescate. A medianoche del s¨¢bado, el presidente habl¨® por tel¨¦fono con el contraalmirante Larrabee para agradecerle los esfuerzos realizados. Anoche, Clinton expres¨® p¨²blicamente su solidaridad a la familia Kennedy y le reconoci¨® los servicios que han prestado a su pa¨ªs en los ¨²ltimos 40 a?os. El vicepresidente, Al Gore, tuvo tambi¨¦n en Los ?ngeles palabras de recuerdo: "Ha sabido llevar encima su leyenda con enorme elegancia y con el compromiso de estar a la altura del legado de su padre y del amor de su madre. (...) Es inevitable pensar que la familia Kennedy ha dado m¨¢s a nuestro pa¨ªs de lo que deber¨ªa".
?Qu¨¦ ocurri¨® con la avioneta de John Kennedy? A la espera de una investigaci¨®n oficial, los comentarios de los expertos se inclinan por la hip¨®tesis de que se trataba de un vuelo relativamente complicado para un piloto novato, con una arriesgada combinaci¨®n de factores: la noche era oscura y hab¨ªa bruma debido al calor y a la humedad. Durante el vuelo, esas condiciones no afectan la visibilidad, pero pueden ser mortales en el descenso de la aproximaci¨®n, al entrar en lo que los pilotos llaman "un agujero negro" en el que se vuela sin referencias y sin orientaci¨®n. La experiencia, lo que le faltaba a John Kennedy, ayuda a fiarse de los aparatos de navegaci¨®n m¨¢s que de los sentidos. La Piper Saratoga volaba sin plan de navegaci¨®n, como es habitual en el caso de avionetas en desplazamientos cortos. En otras ocasiones en las que John Kennedy hab¨ªa hecho ese recorrido y el tiempo presentaba complicaciones, hab¨ªa llevado con ¨¦l a un instructor de vuelo. El pasado viernes por la noche prescindi¨® de ¨¦l. El parte no indicaba que hubiera condiciones peligrosas. Seg¨²n el testimonio de algunos amigos, John Kennedy hab¨ªa tenido desde joven la pasi¨®n de volar, pero no se lo tom¨® en serio hasta despu¨¦s de la muerte de su madre, porque sab¨ªa la angustia que pod¨ªa provocar a Jacqueline. Obtuvo su licencia de piloto el 22 de abril de 1998 y a menudo bromeaba diciendo que la ¨²nica que se atrev¨ªa a volar con ¨¦l era su mujer, Carolyn Bassette.
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