Amor, muerte y movimiento, seg¨²n Plensa

El escultor Jaume Plensa (Barcelona, 1955), autor de la escenograf¨ªa y vestuario de La condenaci¨®n de Fausto, expone desde esta tarde en la galer¨ªa de arte Rupertinum de Salzburgo. El 25 de enero del 2000 desembarcar¨¢ en el Palacio de Vel¨¢zquez de Madrid."He realizado para la sala Rupertinum un proyecto paralelo a la escenograf¨ªa de La condenaci¨®n. Lo fundamental son tres piezas a partir de diferentes poetas, que representan tres culturas con un tema com¨²n: la fricci¨®n entre amor y muerte que genera el movimiento". Los escritores elegidos por Plensa son el centroeuropeo Goethe, el norteamericano Alain Ginsberg y el mediterr¨¢neo Vicent Andr¨¦s Estell¨¦s. "Utilizo la palabra como un material m¨¢s, como el v¨ªdeo o la resina. La palabra es un contenedor de la memoria".

La forma de una idea

Plensa ha construido un cilindro de 12 metros de alto por seis de ancho como elemento pl¨¢stico fundamental para La condenaci¨®n de Fausto. "En realidad, m¨¢s que hacer una escenograf¨ªa como objeto, he desarrollado una idea. Claro, esta idea debe tener una forma. Despu¨¦s de ver hace tres a?os el espacio tan particular de la Felsenreitschule, con esas galer¨ªas excavadas tan impresionantes, pens¨¦ de inmediato en la necesidad de construir una forma circular infinita, sin aristas, para conseguir una integraci¨®n sugerente con el espacio original. Part¨ª de la idea de una fundici¨®n donde se mezclaran las ideas, que sea algo as¨ª como la psique. No hay nada positivo ni negativo: todo se transforma. El cilindro es el lugar donde se funden todas las memorias. La funci¨®n es, evidentemente, un concepto po¨¦tico". Se extiende Plensa en otro tipo de detalles escenogr¨¢ficos. "Detr¨¢s del foso de los m¨²sicos he situado unos espejos, con lo que la orquesta se multiplica. Todo el escenario est¨¢ flotando, todo pierde peso. La m¨²sica es, as¨ª, como el motor de un barco, como la sala de m¨¢quinas. La m¨²sica es Dios. Mi escenograf¨ªa es, por encima de todo, una escenograf¨ªa sonora"."Luego est¨¢n los moldes que son como sarc¨®fagos antropom¨®rficos. Es, por supuesto, otro concepto po¨¦tico. No es necesario ver los objetos. Se intuyen y, a veces, se convierten en personajes abstractos. Hay momentos en que son el bosque, o las casas de los n¨®madas en la marcha h¨²ngara, o una pareja de enamorados. Tambi¨¦n utilizo unas lecheras llenas de luz, que sirven para almacenar la memoria. Son los recuerdos, las vivencias, que se van echando, que se van fundiendo en el cilindro".

Jaume Plensa tambi¨¦n ha dise?ado los trajes de La condenaci¨®n de Fausto. "El vestuario parte de la escenograf¨ªa. He unificado todo el coro, sin distinci¨®n de hombres y mujeres. He procurado que los tres solitas -Fausto, Margarita, Mefist¨®feles- tuvieran un punto de luz por ellos mismos. Y he querido hacer una Margarita deseable, sexy, no una adolescente tontita como se presenta a veces. Para los personajes solistas he utilizado el vinilo negro y para el coro los colores crudos".