Un cardenal en la Mostra

La Santa Sede ha escogido mal momento para iniciar un contacto cultural con el festival de Venecia. Precisamente esta edici¨®n que est¨¢ exhibiendo pel¨ªculas cargadas de sexo, al menos, en teor¨ªa, ha sido la primera en acoger a un enviado especial del Vaticano con su acreditaci¨®n sobre la sotana. El cardenal Paul Poupard desembarc¨® ayer en Venecia, y se ha cruzado ya por el paseo mar¨ªtimo del Lido con los carteles que anuncian filmes poco recomendables, al menos en los t¨ªtulos. Une liaison pornographique, Guardami, Les amants criminels o el mil veces comentado Eyes wide shut.

"Espero que el cine deje de ser prisionero del sexo y la violencia, tem¨¢ticas que tengo la impresi¨®n constituyen una obsesi¨®n en este momento, y pueda salir al mismo tiempo de ellas este fin de siglo rumbo al alba del nuevo milenio". El cardenal ha acudido a la Mostra con un anuncio bajo el brazo, el del festival Tertio Millenio que se celebrar¨¢ en Roma este oto?o, como antesala de los grandes eventos del A?o Jubilar. Poupard se ha apresurado a aclarar que la Iglesia no hab¨ªa previsto al hacer los preparativos de esta visita, que la presente edici¨®n, "tuviera el erotismo como tem¨¢tica recurrente".