El laberinto de los n¨²meros
La ense?anza de las matem¨¢ticas debe revisarse, seg¨²n los profesores y acad¨¦micos de Ciencias
La utilidad de los c¨¢lculos matem¨¢ticos no se ense?a en la escuela. Los alumnos aprenden a hacer ecuaciones, logaritmos y fracciones que podr¨ªan utilizar en la vida adulta, pero son pocos los que llegan a sacar partido de ellos. Acad¨¦micos, investigadores y docentes est¨¢n preocupados por la escasa "alfabetizaci¨®n matem¨¢tica de la sociedad" y consideran imprescindible hacer un replanteamiento de esta ense?anza en los colegios y en las facultades de Educaci¨®n. Los problemas son el insuficiente dominio de los contenidos y de la metodolog¨ªa por los profesores de primaria, la falta de concreci¨®n sobre lo que se debe ense?ar en secundaria y la pegagog¨ªa obsoleta con la que se ense?a, basada en resolver problemas, pero no en explicar para qu¨¦ sirven y c¨®mo se pueden deducir.
Un grupo de matem¨¢ticos hizo un experimento: escogi¨® a cuatro catedr¨¢ticos universitarios (de Derecho, Historia, Anatom¨ªa y Bioqu¨ªmica) y les puso una simple operaci¨®n para saber si eran capaces de recordar c¨®mo se opera con fracciones sencillas, algo que los ni?os aprenden a hacer cuando tienen 9 o 10 a?os. Se trataba de sumar 1/3+1/6. S¨®lo uno dio la soluci¨®n correcta (1/2).Este ejemplo deja ver que los expertos en los n¨²meros no est¨¢n desencaminados en su preocupaci¨®n sobre la situaci¨®n que atraviesa la ense?anza de las matem¨¢ticas. Acad¨¦micos, matem¨¢ticos y profesores de las diferentes organizaciones de matem¨¢ticos espa?olas han elaborado un informe sobre la situaci¨®n de esta ense?anza en primaria y secundaria. Est¨¢ inspirado en las conclusiones de una reuni¨®n celebrada la pasada primavera en la Real Academia de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales. En busca de soluciones, los expertos espa?oles se reunieron el pasado s¨¢bado con colegas de varios pa¨ªses europeos especializados en docencia en primaria.
Los especialistas criticaron la escasa importancia formativa que tienen las dos disciplinas instrumentales b¨¢sicas, la lengua y las matem¨¢ticas, y resaltan que la reforma debe ser profunda y no quedarse en la modificaci¨®n del horario.
La mayor¨ªa de las personas s¨®lo necesitan tener capacidad de interpretar los aspectos matem¨¢ticos que se les presenten en su vida diaria, resaltan adem¨¢s los profesionales. Eso hace m¨¢s importante "que los ni?os y j¨®venes aprendan a entender que a saber hacer problemas" y que resulte imprescindible desarrollar en ellos "una actitud positiva hacia las matem¨¢ticas, antes que hacer que conozcan muchas cuestiones puntuales o sistematicen una serie de rutinas".
La Ley Org¨¢nica de Ordenaci¨®n General del Sistema Educativo (LOGSE) ha introducido importantes cambios que hacen a¨²n m¨¢s necesario el replanteamiento de la ense?anza de las matem¨¢ticas: la ampliaci¨®n de la escolarizaci¨®n a los 16 a?os, la modificaci¨®n profunda de los objetivos educativos hacia una ense?anza m¨¢s participativa y el incremento de las asignaturas. El papel de los profesores de matem¨¢ticas es crucial, dicen los expertos: se trata de una materia de la que los ni?os no reciben conocimientos fuera de la escuela (a trav¨¦s de la televisi¨®n, los libros o la prensa).
?stas son algunas de las reflexiones y propuestas de los matem¨¢ticos:
- Formaci¨®n del profesorado. La falta de formaci¨®n de los ense?antes es uno de los aspectos que est¨¢ complicando el nuevo sistema educativo. Ser¨ªa conveniente dar apoyo de especialistas a los centros. La formaci¨®n inicial de los futuros profesores de matem¨¢ticas, tanto en las escuelas de magisterio como en las facultades de matem¨¢ticas, deja mucho que desear.
- Primaria. El actual plan de estudios de magisterio recoge una formaci¨®n puramente testimonial en matem¨¢ticas y su did¨¢ctica: entre un 2% y un 7% del total de cr¨¦ditos (cada uno equivale a 10 horas lectivas) en t¨¦rminos generales. La formaci¨®n en esta materia de planes anteriores no era mucho mejor, pero la situaci¨®n actual es insostenible.
Hay que determinar con mayor precisi¨®n el tipo de formaci¨®n en matem¨¢ticas y su did¨¢ctica para el profesor de primaria.
Las matem¨¢ticas deben aprenderse y ense?arse en un contexto, no puede reducirse al aprendizaje de los procedimientos o mecanismos, y es necesario fomentar una actitud positiva en los estudiantes, que deben transmitirles sus profesores.
- Secundaria. Con escas¨ªsimas excepciones, ni se da formaci¨®n en la licenciatura de matem¨¢ticas acerca de los temas que posteriormente los profesores de secundaria tendr¨¢n que explicar, ni tampoco acerca de did¨¢ctica de las matem¨¢ticas. En la mayor¨ªa de las facultades de matem¨¢ticas se prepara a los alumnos como si todos fueran a hacer investigaci¨®n, sin atender a cuestiones como la psicolog¨ªa del aprendizaje matem¨¢tico, historia de la matem¨¢tica, instrumentos concretos para la did¨¢ctica o juegos y aplicaciones, que les ser¨ªan de inestimable ayuda en su futura labor de profesores. La mayor¨ªa de los licenciados en matem¨¢ticas se coloca actualmente en la ense?anza.
Se necesita una formaci¨®n de los profesores en activo que no se quede en la mera realizaci¨®n de cursos, sino que produzca cambios reales en su actividad en el aula.
- Alumnado diverso. La amplia diversidad de capacidades intelectuales y culturales de los alumnos a menudo esteriliza los esfuerzos de los profesores, que se afanan en distribuir su tiempo intentando atender al mayor n¨²mero posible de alumnos, sin conseguir en la pr¨¢ctica dar satisfacci¨®n real a las necesidades de ninguno de ellos.
Hacen falta m¨¢s horas semanales de clase dedicadas a las matem¨¢ticas para desarrollar el curr¨ªculo con la metodolog¨ªa que propone la LOGSE. Los cuatro cursos de la ESO requieren cuatro o cinco horas semanales de esta materia (ahora se dan tres).
- Materiales. Faltan materiales did¨¢cticos. Es necesario dotar a los centros de laboratorios de matem¨¢ticas que permitan al profesor explicar los contenidos con una metodolog¨ªa m¨¢s participativa.
Hay que aprovechar las nuevas tecnolog¨ªas para introducir ideas. Los ordenadores no deben s¨®lo servir de ayuda para facilitar c¨¢lculos o resolver cuestiones que sin ellos ser¨ªan engorrosas, sino que se pueden aprovechar para fundamentar los conceptos.
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