El Puerto de Santa Mar¨ªa despidi¨® a Alberti con un gran homenaje popular
Los restos del poeta fueron incinerados ayer en el cementerio gaditano de Chiclana
Dos enormes banderas republicanas y otra del partido comunista ondeaban ayer a la entrada del monasterio de la Victoria, en El Puerto de Santa Mar¨ªa, donde se celebr¨® un homenaje popular en memoria de Rafael Alberti, fallecido a primeras horas de la madrugada del jueves. Probablemente, al poeta, el ¨²ltimo gran representante de la generaci¨®n del 27, que el 16 de diciembre hubiera cumplido 97 a?os, le hubiera gustado. "Se siente, se siente, Alberti est¨¢ presente" y "Viva la Rep¨²blica" fueron algunas de las proclamas m¨¢s aplaudidas y que interrumpieron el acto en varias ocasiones.
Aunque organizado por los pol¨ªticos (el Ayuntamiento de El Puerto), el homenaje fue tomado por los ciudadanos de toda condici¨®n y edad. En el bello edificio del siglo XVI, durante mucho tiempo conocido por el terrible penal de Santa Mar¨ªa, no cab¨ªa ni un alfiler: muchas camisetas del Ch¨¦, muchos viejos camaradas, algunos de los cuales llegaron en autocares desde diversos puntos de Andaluc¨ªa. Muchos lectores irrumpieron en aplausos cuando un joven estudiante ley¨® un fragmento de Marinero en tierra. El ¨²nico detalle macabro: la urna con las cenizas de Alberti presid¨ªa el acto.El poeta fue incinerado en el cementerio de Chiclana en una operaci¨®n que se inici¨® poco despu¨¦s de las dos de la tarde y acab¨® casi a las cinco. En representaci¨®n de la familia asistieron David y Marta, los dos hijos de Mar¨ªa Asunci¨®n Mateo, la viuda del escritor. Fue emocionante ver el dolor reflejado en el rostro del poeta Marcos Ana, gran amigo de Alberti, fr¨¢gil y con l¨¢grimas en los ojos, flanqueado y ayudado por ambos j¨®venes, salir del lugar donde segu¨ªan el proceso de incineraci¨®n. Tambi¨¦n Santiago Carrillo ten¨ªa los ojos h¨²medos. "Me siento triste, como millones de espa?oles, y quiz¨¢ un poco m¨¢s porque fuimos amigos y camaradas". Carrillo record¨® uno de sus encuentros m¨¢s entra?ables con Alberti, la celebraci¨®n del 60? cumplea?os del poeta en Bolonia (Italia). Pocas caras conocidas m¨¢s hubo en Chiclana: Antonio Guti¨¦rrez, el secretario general de Comisiones Obreras, y algunos de los amigos de la familia, como el editor Jos¨¦ Mar¨ªa Latorre, que est¨¢ convenciendo a Marcos Ana para que publique una antolog¨ªa po¨¦tica, o Fina de Calder¨®n, directora de los encuentros Mi¨¦rcoles de poes¨ªa de Madrid. Como despu¨¦s por la tarde, asistieron tambi¨¦n viejos camaradas, y entre el p¨²blico se hallaba Julio Anguita. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Ana Botella acudieron a ¨²ltima hora de la tarde al domicilio del poeta.
David y Marta se hicieron cargo de las cenizas, que fueron trasladadas a El Puerto de Santa Mar¨ªa en el coche oficial del alcalde. En una fecha a¨²n por concretar ser¨¢n esparcidas en la bah¨ªa de C¨¢diz cumpliendo los deseos de Alberti. Mar¨ªa Asunci¨®n Mateo no asisti¨® a los actos. "Estaba desolada, pero entera", seg¨²n explicaron quienes estuvieron ayer con ella.
La hija del escritor, Aitana, reci¨¦n llegada de Cuba, agradeci¨® a todos los asistentes la despedida que rindieron a su padre. "?l est¨¢ en todos nosotros, en nuestro coraz¨®n" afirm¨®. En el monasterio de la Victoria hablaron representantes de los grupos pol¨ªticos, de asociaciones ciudadanas y de j¨®venes estudiantes que recitaron algunos de los poemas de Alberti. Se habl¨® mucho de arte y de compromiso, de justicia y de libertad, de lo que ha significado Alberti para El Puerto, que le vio nacer y que le ha visto morir. Quienes m¨¢s conmovieron fueron Ignacio Garc¨ªa Rodr¨ªguez, de Izquierda Unida, que habl¨® del "poeta y pintor de la vida y del amor". "Compa?ero, no te decimos adi¨®s, sino hasta siempre"; y, sobre todo, Marcos Ana: "He tenido la fortuna de ser uno de los amigos m¨¢s cercanos de Alberti. Desde la p¨¦rdida irreparable, quiero explicar una experiencia personal, c¨®mo conoc¨ª a Rafael. Durante el franquismo, yo pas¨¦ 23 a?os en la c¨¢rcel, perd¨ª mi juventud y parte de la vida. En prisi¨®n escrib¨ª poemas, algunos de los cuales llegaron a Rafael y a Mar¨ªa Teresa Le¨®n, que estaban entonces en Buenos Aires. Desde ese momento defendieron mi vida y mi libertad. Cuando qued¨¦ libre lo primero que hice fue a ir a Roma a conocerles". Era el a?o 1962. Desde entonces fueron amigos.
En la Fundaci¨®n Alberti se sigue clasificando la enorme documentaci¨®n que leg¨® el poeta. "El 50% est¨¢ clasificado y siguen apareciendo cosas nuevas", explic¨® Gonzalo Santonja, asesor literario de la fundaci¨®n. Hay anotaciones, dedicatorias, cartas que le escribieron otros poetas del 27. Se ha avanzado much¨ªsimo, pero queda a¨²n un a?o y medio de trabajo. Creo que cuando se acabe se deber¨ªa hacer un cat¨¢logo y organizar una exposici¨®n para mostrarlo todo".
El autor de Marinero en tierra y de El poeta en la calle, entre otras muchas obras, inici¨® su ¨²ltima singladura. Le hubiera gustado saber que en algunas librer¨ªas de El Puerto se han agotado sus libros.
Ha empezado la eternidad
En el monasterio de la Victoria, en El Puerto de Santa Mar¨ªa, se agitaron ayer banderas rojas con la hoz y el martillo en homenaje a Rafael Alberti. Marcos Ana record¨® las palabras del poeta gaditano: "Rafael afirm¨® siempre que jam¨¢s hab¨ªa escrito a las ¨®rdenes del Partido Comunista. Lo que pasa, dec¨ªa, es que mi coraz¨®n es comunista". Hubo aplausos atronadores.Los asistentes constataron que el fallecimiento de Alberti no por previsible dada su avanzada edad ha provocado menos dolor y estupor. Fue una especie de funeral civil en el que se habl¨® de la enorme tristeza que ha causado su desaparici¨®n pero en el que no se quiso insistir en la muerte. A Rafael no le gustaba hablar de ella. Hubo acuerdo general, asimismo, en que la eternidad para Alberti empez¨® hace ya tiempo. "Cre¨ªamos que iba a vivir hasta el a?o 2000 o hasta el 2015, pero no ha podido ser, aunque vivir¨¢ para siempre en la eternidad", dijo, emocionada, Aitana Alberti. "Cre¨ªamos en la eternidad de Alberti y la ha conseguido en el coraz¨®n de las nuevas generaciones", a?adi¨® el poeta Marcos Ana.Se pronunciaron repetidamente palabras clave, como que la obra del autor de La arboleda perdida pervivir¨¢ como mensaje de libertad en los nuevos y j¨®venes lectores. Como ejemplo de ello, la asistencia al monasterio de la Victoria de colegios enteros acompa?ados por sus maestros. Incluso en la escultura de Alberti, frente al Ayuntamiento de El Puerto de Santa Mar¨ªa, hab¨ªa poemas redactados por estudiantes en memoria del poeta. Hubo much¨ªsimas flores, coronas enviadas desde medio mundo: del instituto Cervantes, de la Sociedad General de Autores, de Ana Bel¨¦n y de V¨ªctor Manuel, de Carmen Balcells, agente literaria de Alberti, de instituciones pol¨ªticas y culturales...Un hombre bueno y libreEra un hombre generoso, era bueno y libre, ten¨ªa una gran estatura moral, fueron diciendo los numerosos asistentes a lo largo del d¨ªa, tanto en el cementerio de Chiclana, donde fue incinerado, como ante su casa, Ora Mar¨ªtima, como en el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento o en el monasterio de la Victoria.En las muchas intervenciones se habl¨® de la vida y de la poes¨ªa de Rafael Alberti, de sus sue?os, met¨¢foras e ilusiones, de su amor por su Tacita de Plata, de su intensa relaci¨®n con el mar, tan presente en su poes¨ªa, de su pintura, de su largo exilio de 38 a?os. "Se moj¨® y particip¨®, y cuando regres¨® a Espa?a, en 1977, no lo hizo para descansar, sino para ayudar", manifest¨® Ignacio Garc¨ªa Rodr¨ªguez, de IU.Al homenaje en el monasterio asistieron, adem¨¢s de Aitana, David y Marta, los hijos de Mar¨ªa Asunci¨®n Mateo, la viuda del escritor.El alcalde de El Puerto de Santa Mar¨ªa, Hern¨¢n D¨ªaz Cort¨¦s, explic¨® que el Ayuntamiento organiz¨® el homenaje que se inici¨® ayer a las seis de la tarde interpretando el sentir general de la ciudad: "Quer¨ªamos que fuera una despedida c¨¢lida y emotiva y lo fue".
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