Trabajo en casa

El pasado s¨¢bado, el presidente andaluz Manuel Chaves abri¨® un nuevo debate sobre una de las mayores utop¨ªas del Estado del bienestar, la retribuci¨®n del trabajo en el hogar. Desde all¨¢ por los a?os sesenta, cuando el crecimiento econ¨®mico al amparo de las pol¨ªticas keynesianas parec¨ªa no tener fin, suele aparecer recurrentemente, en ¨¦pocas de bonanza econ¨®mica, la discusi¨®n sobre c¨®mo articular un mecanismo que haga aflorar el valor de la producci¨®n en el hogar y que compense a sus ejecutores, normalmente mujeres, primero con un sistema de jubilaci¨®n y m¨¢s tarde con una retribuci¨®n de corte salarial.Evidentemente, esta utop¨ªa siempre tiene una f¨¢cil contestaci¨®n, no hay dinero suficiente. Sin embargo, los problemas no se limitan ¨²nicamente a esto. Por una parte est¨¢ la cuesti¨®n del sueldo de "ama/o de casa". Ni que decir tiene que por los derroteros tomados en lo referido a igualdad hombre-mujer, en los que se aboga por la integraci¨®n laboral de esta ¨²ltima y por compartir las tareas del hogar, resulta del todo improcedente plantearse retribuir a las amas de casa. De hecho, si se implantase un sistema de retribuci¨®n del trabajo en el hogar el resultado ser¨ªa una inversi¨®n del proceso, que probablemente condenar¨ªa a la mujer a actuar de "criada" de su familia a perpetuidad.

Evidentemente, la propuesta de Chaves no se refer¨ªa al sueldo sino a la pensi¨®n. Esta alternativa es mucho m¨¢s factible, puesto que afectar¨ªa a la etapa no activa. No obstante tambi¨¦n existen problemas, sobre todo los posibles desincentivos a la b¨²squeda de empleo, ya que al ser uno de los principales incentivos a trabajar fuera del hogar la consecuci¨®n de las cotizaciones necesarias para cobrar una pensi¨®n, podr¨ªa producirse el mismo efecto perverso antes citado. M¨¢s si como es de esperar el sistema est¨¢ subvencionado de forma que lo que se cotiza no tiene en cuenta la cuota patronal. Quiere ello decir que cualquier intento de articular un sistema como el que propone el presidente Chaves pasa por que no se cree un r¨¦gimen especial, por que no se permita cotizar m¨¢s que un determinado n¨²mero de a?os por este concepto y por que se tienda a la creaci¨®n de una bolsa com¨²n de cotizaci¨®n familiar con reparto de prestaciones, para trasladar los "gananciales" a las pensiones. Algo dif¨ªcil pero no imposible.

LUIS ?NGEL HIERRO