La UE y M¨¦xico crean una zona de libre comercio que competir¨¢ con la norteamericana
La Uni¨®n Europea (UE) y M¨¦xico llegaron ayer, tras doce meses de intensas negociaciones, al acuerdo sobre un texto de tratado de libre comercio entre ambas ¨¢reas. La zona de libre comercio empezar¨¢ inmediatamente despu¨¦s de que los quince Gobiernos de la Uni¨®n y el Senado mexicano ratifiquen el pacto. Y culminar¨¢, puesto que el desarme previsto es progresivo, en el a?o 2007. "Es el acuerdo m¨¢s amplio que jam¨¢s hayamos negociado", destac¨® el comisario de Comercio, Pascal Lamy. Y pol¨ªticamente ambicioso, pues pretende contrarrestar la creciente hegemon¨ªa de EEUU en la econom¨ªa mexicana.
El texto pactado incluye, adem¨¢s de las normas comerciales, otras sobre competencia, mercados p¨²blicos y servicios. "Es un buen negocio para ambas partes", concluy¨® Lamy. "Estamos satisfechos", dobl¨® el ministro mexicano de Comercio, Herminio Blanco, orgulloso de representar al ¨²nico pa¨ªs -adem¨¢s de Israel- que ha establecido sendas zonas de libre cambio "con los dos grandes mercados del mundo". Ambos subrayaron que lo acordado queda pendiente de ratificaciones.Pero es improbable que ¨¦stas produzcan problemas graves, porque la Comisi¨®n ha negociado "en estrecho contacto con los Gobiernos", destac¨® un miembro del equipo europeo, y la delegaci¨®n mexicana "ha llegado a reunir simult¨¢neamente en Bruselas hasta cien representantes de sectores econ¨®micos nacionales", subray¨® Blanco. Ambos brindaron elogios al exvicepresidente Manuel Mar¨ªn, quien formul¨® en 1995 la nueva pol¨ªtica latinoamericana de la Uni¨®n.
Sin embargo, hubo algo lamentable en estos momentos en que se predica transparencia y proximidad al ciudadano. Los negociadores escamotearon tan importante texto a la opini¨®n p¨²blica, escud¨¢ndose en un extra?o deber de cortes¨ªa para con los Gobiernos europeos y el Senado mexicano. De modo que la reconstrucci¨®n de las concesiones mutuas y los principales rasgos del acuerdo ha habido que realizarla mediante fuentes orales, siempre menos precisas que las escritas.
Lo fundamental es el desarme arancelario mutuo en el sector industrial, hasta llegar al nivel cero a final del septenio. La Uni¨®n abrir¨¢ inmediatamente el 80% de sus mercados a las exportaciones mexicanas; el restante 20%, desde el 2003. M¨¦xico corresponde con una apertura a las ventas desde Europa cercana al 60%. El restante 40%, desde el 2003, a un arancel del 5% -el 4% para algunas categor¨ªas de productos-, que descender¨¢ paulatinamente para convertirse en cero desde el 2007. En este punto, los mexicanos hicieron las ¨²ltimas concesiones, puesto que pretend¨ªan mantener un arancel transitorio del 8%, que convert¨ªa en anticompetitivas las exportaciones europeas (lastradas, adem¨¢s, por el coste del transporte) en comparaci¨®n con las estadounidenses.
Liberalizaci¨®n comercial
El otro gran punto de discusi¨®n eran las "normas de origen", es decir, qu¨¦ porcentaje del producto acabado se considera de origen nacional a los efectos de su liberalizaci¨®n comercial. La regla en la UE es un m¨ªnimo del 60%. Los mexicanos deseaban un 40%. Al final se lleg¨® a soluciones caso por caso. Los europeos fueron flexibles en textil, calzado y aparatos el¨¦ctricos. En autom¨®vil, se lleg¨® a una f¨®rmula muy compleja, cercana al 60%, pero matiz¨¢ndola en cuanto a los componentes. Tambi¨¦n ah¨ª hubo concesiones de la UE.El sector agr¨ªcola queda tal y como ya se hab¨ªa pactado en anteriores sesiones negociadoras: se excluyen bastantes productos sensibles -como fresas congeladas, aguacates, zumo de naranja o leche en polvo- hasta una revisi¨®n parcial del acuerdo, que se realizar¨¢ en el a?o 2003.
Con este pacto, ambas partes consideran que se "eliminan los obst¨¢culos a nuestros exportadores", como coincidieron en destacar tanto Lamy como Blanco. Los mexicanos esperan un fuerte incremento de las inversiones directas extranjeras, que "se han triplicado ya" desde que M¨¦xico firm¨® en 1992 con EEUU y Canad¨¢ el Tratado de Libre Comercio (TLC) que cubre el subcontinente norte.
La Uni¨®n espera por su parte corregir la situaci¨®n actual y lograr un "reequilibrio" de su posici¨®n en el mercado mexicano, muy deteriorada desde el TLC. A finales de los a?os ochenta, la UE representaba un 15% de las importaciones mexicanas, porcentaje que se ha rebajado hasta un 6%. Las exportaciones de la UE han pasado de totalizar en 1992 unos 11.000 millones de euros a s¨®lo 3.700 millones este a?o. Por el contrario, EEUU ha doblado en el mismo periodo sus ventas destinadas al sur del R¨ªo Grande, y el 75% del comercio mexicano se desarrolla con sus dos vecinos del Norte. "Los europeos hemos perdido la mitad de nuestra presencia en M¨¦xico", resume un t¨¦cnico de la Comisi¨®n.
Para Europa se trata, pues, de un intento de disputar a EEUU su creciente preeminencia en su patio trasero y de recuperar su atraso. Los negociadores destacan al respecto que el periodo transitorio del acuerdo alcanzado ayer es de s¨®lo siete a?os, frente a los diez que contempla el TLC norteamericano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.