Al menos 70 de los pasajeros del avi¨®n afgano secuestrado piden asilo en el Reino Unido

El secuestro del avi¨®n de las l¨ªneas a¨¦reas afganas Ariana, desviado hace cuatro d¨ªas a Londres, se ha convertido en el m¨¢s largo, confuso, y a la postre pac¨ªfico, de cuantos se recuerdan en territorio brit¨¢nico. La rendici¨®n incondicional de los secuestradores, que se entregaron a la polic¨ªa durante la madrugada de ayer en el aeropuerto de Stansted, y el hecho de que 70 pasajeros hayan solicitado ya asilo pol¨ªtico, hace suponer que el aparato fue desviado con la intenci¨®n de escapar del r¨¦gimen talib¨¢n. El posible asilo ha levantado la pol¨¦mica en el Reino Unido.

Obligado por la ONU a estudiar las peticiones de asilo, el Gobierno laborista advirti¨® ayer que no tolerar¨¢ actos semejantes en el futuro, "y espera devolver cuanto antes a los pasajeros a su pa¨ªs".En el aeropuerto de Stansted, elegido para este tipo de incidentes por su cercan¨ªa a la capital brit¨¢nica y su menor tr¨¢fico comercial, los ¨¢nimos empezaron a relajarse poco antes de las tres de la madrugada de ayer (hora local). Una pareja de secuestradores descendi¨® hasta la pista para negociar con la polic¨ªa. David Stevens, comisario jefe de Essex, explicar¨ªa luego que tem¨ªan por su vida si regresaban a Kabul, la capital de Afganist¨¢n. Una hora despu¨¦s, los pasajeros empezaron a abandonar el aparato. Primero salieron las mujeres y los ni?os. Pasadas las seis de la ma?ana, aparecieron los varones. Los captores se entregaron y rindieron sus armas (cuatro pistolas, granadas y detonadores). Acto seguido, 21 personas eran retenidas y otras 70 ped¨ªan asilo pol¨ªtico en el Reino Unido.

Relajado y satisfecho por el feliz desenlace, el propio comisario Stevens aclar¨® al mediod¨ªa por qu¨¦ hab¨ªa decidido separar en dos grupos a los 151 ocupantes del avi¨®n. "Quer¨ªamos saber qui¨¦nes eran los secuestradores y qui¨¦nes sus supuestos c¨®mplices o familiares". Cerca de 40 miembros del mismo clan abordaron el aparato en Afganist¨¢n diciendo que iban a una boda. Como al final nadie ha pedido la liberaci¨®n de l¨ªderes de la oposici¨®n afgana -uno de los m¨¢s notorios, Ismail Jan, est¨¢ en la c¨¢rcel- ni tampoco ha habido exigencias pol¨ªticas de otro tipo, las autoridades brit¨¢nicas sospechan que el secuestro ha sido m¨¢s bien una huida colectiva del r¨¦gimen talib¨¢n. Lo que desean averiguar ahora es cu¨¢ntos pasajeros conoc¨ªan los verdaderos planes de los secuestradores.

"El hecho de que hayan solicitado asilo les convierte ya en enemigos para Kabul", asegur¨® por su parte Joe Edwards, asistente del comisario jefe de Essex. A los que temen por su vida, se les brind¨® la oportunidad de tomar un vuelo a un tercer pa¨ªs. La suerte de los 21 retenidos, as¨ª como del grupo que intenta permanecer en el Reino Unido tardar¨¢ algo m¨¢s en aclararse.

Si los ocupantes del avi¨®n afgano pidieran asilo, el erario p¨²blico desembolsar¨ªa un mill¨®n de libras anuales (269 millones de pesetas) para mantenerles hasta que sus papeles estuvieran en regla. A la vista de las cifras, y de sus posibles implicaciones futuras, Jack Straw, ministro del Interior, acudi¨® por la tarde a la C¨¢mara de los Comunes para calmar los ¨¢nimos. En especial los de la oposici¨®n conservadora, que le ha exigido firmeza para todos aquellos que pidan refugio pol¨ªtico por la fuerza.