Volker Schl?ndorff lleva luz a un cap¨ªtulo oscuro de la ca¨ªda del muro Robert de Niro no acude al homenaje que la capital alemana ha organizado en su honor
Love meesa en concurso, es cursilona y muy confusa. No aport¨® nada. Y menos a¨²n aport¨® Robert de Niro, que iba a recibir ayer aqu¨ª un homenaje por todo lo alto y no se le vio el pelo. Dej¨® colgados a los incontables cartelones que anunciaban su desembarco en Berl¨ªn. Por suerte, en el Panorama, Pantale¨®n y las visitadoras, coproducci¨®n hispano-peruana dirigida por Francisco Lombardi sobre el relato de Vargas Llosa, triunf¨® en toda la regla, y evit¨® que el vac¨ªo que amenaza desde el primer d¨ªa a esta Berlinale se hiciese realidad. Y la competici¨®n se salv¨® gracias a Las leyendas de Rita, un excelente filme alem¨¢n dirigido por Volker Schl?ndorff, que saca a relucir un lado sombr¨ªo de los luminosos d¨ªas de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn. Desde que, en 1966, se dio a conocer en todo el mundo con el joven T?rless, Schl?ndorff es uno de los cineastas m¨¢s s¨®lidos y valientes del cine alem¨¢n. Incluso ahora, que el cine aqu¨ª est¨¢ en horas muy bajas, su nombre es una garant¨ªa de que al menos hay una firma capaz de acometer asuntos complejos y comprometidos. Uno de estos asuntos es el que el guionista Wolfgang Kohlhaase puso hace unos a?os en las manos de Schl?ndorff, que vio pronto la enjundia de la historia y se puso a trabajar a fondo en ella mano a mano con su autor.
Estercolero de Europa
Quiz¨¢ el aroma a cosa universal que emana de los sucesos reconstruidos en forma de ficci¨®n por Kohlhaase y Schl?ndorff en Las leyendas de Rita -filme que ha generado pol¨¦mica debido a las acusaciones de plagio contra el director por parte de la ex terrorista Inge Viett -se origina precisamente en que tales sucesos s¨®lo pueden haber ocurrido en la Alemania convertida a mediados de siglo en trastienda y estercolero de Europa. De aquella Alemania salt¨® un movimiento de subversi¨®n revolucionaria terrorista no muy numeroso, pero enormemente radical, y de corte ideol¨®gico h¨ªbrido entre anarquismo y marxismo. El n¨²cleo m¨¢s activo de aquel movimiento fue la banda Baader-Meinhof, que fue desmontada y en su mayor parte atrapada y aniquilada por la polic¨ªa alemana. Sobre el tr¨¢gico final de Andreas Baader y Ulrike Meinhof se han escrito bibliotecas, pero sobre gente mucho menos conocida, que logr¨® escapar a la batida, apenas se sabe nada. Silencio sobre su destino.
Algunos de aquellos j¨®venes anarquistas, despu¨¦s de la desbandada, se alistaron en las guerrillas de L¨ªbano y otros pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo; otros mantuvieron sus grup¨²sculos en Italia, Francia y Alemania, pero, completamente aislados, no tardaron en ser desmantelados; y otros, finalmente, se refugiaron en la Alemania oriental, cuya polic¨ªa pol¨ªtica les proporcion¨® un cambio de identidad y su conversi¨®n en honorables y pac¨ªficos miembros de la clase obrera bajo un r¨¦gimen estalinista. Son estos ¨²ltimos sobre quienes arrojan luz los autores de la pel¨ªcula.
Y lo que esa luz desvela es bastante sombr¨ªo, un peque?o agujero negro dentro de los d¨ªas de luz de la celebraci¨®n de la ca¨ªda del muro del Berl¨ªn. Schl?ndorff no es un cineasta de los que usan pa?os calientes. Tiene independencia y capacidad para convencer. Sabe transmitir sensaci¨®n de verdad y Las leyendas de Rita est¨¢ empapada de esa sensaci¨®n. Su imagen del periodo hist¨®rico que cuenta nada tiene de imagen domesticada, pasada por la trituradora de verdades de lo pol¨ªticamente correcto. Es una pel¨ªcula veraz, limpia, creada con criterios de hombre libre.
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