CiU pide el traspaso de cercan¨ªas y regionales de Renfe

A Izquierda Unida no le parece un acierto que todas las nuevas l¨ªneas ferroviarias se construyan en ancho europeo como ha hecho el PP, presionado por CiU. Rechaza la creaci¨®n de redes separadas y considera una prioridad mantener un solo ancho de v¨ªa en toda la Pen¨ªnsula. Su prioridad es desarrollar el ferrocarril convencional porque es el modo de transporte que menos consume, hace menos ruido, ocupa menos espacio, emite menos gases de efecto invernadero y es el m¨¢s seguro. La coalici¨®n es contraria a la construcci¨®n de l¨ªneas de alta velocidad y hacer nuevas carreteras, a no ser que se trate de casos muy concretos y debidamente justificados. Est¨¢ en contra de los peajes y de las pr¨®rrogas a las concesiones de las autopistas.

Su alternativa es modernizar las redes existentes, elevar su seguridad y articularlas territorialmente. Esta apuesta deriva de un planteamiento conservacionista del medio ambiente que se ve profundamente alterado por el consumo energ¨¦tico, el ruido, la siniestralidad y los gases de efecto invernadero generados por el transporte motorizado. De hecho, propone el establecimiento de ecotasas cuya recaudaci¨®n servir¨¢ para recuperar el medio ambiente y los efectos de la ocupaci¨®n del suelo.

Aboga por recuperar el espacio urbano a los peatones y restringir el uso del autom¨®vil privado en favor del transporte p¨²blico. Si est¨¢ en su mano, renunciar¨¢ a la ampliaci¨®n de Barajas.

Los socialistas pretenden rescatar del ostracismo las previsiones de su Plan Director de Infraestructuras y concluir los proyectos que el PP interrumpi¨®, como un II Plan de Carreteras que haga hincapi¨¦ en los itinerarios con mayor capacidad de articulaci¨®n territorial: la V¨ªa de la Plata, la Autov¨ªa del Cant¨¢brico hasta Galicia, concluir el eje Sagunto-Somport hasta enlazar con Francia y finalizar la conexi¨®n entre Castilla y Le¨®n con Portugal desde Tordesillas.El PSOE mantiene la apuesta por que sea el Estado el que financie las pr¨®ximas autov¨ªas. S¨®lo en el caso de que esa aportaci¨®n resulte insuficiente impulsar¨¢ la participaci¨®n de instituciones auton¨®micas o locales y, si llega el caso, de colectivos empresariales o financieros sin ¨¢nimo de lucro.

No autorizar¨¢ m¨¢s pr¨®rrogas de concesiones de autopistas que venzan en la pr¨®xima legislatura. Cuando expiren revertir¨¢n a la titularidad p¨²blica. En ferrocarriles hace suyos los compromisos de alta velocidad reconocidos por el PP, pero descarta la divisi¨®n de las l¨ªneas en una de primera clase (AVE) y otra obsoleta para las regiones menos desarrolladas. Su objetivo es adoptar el conjunto de la red a velocidades medias entre los 150 y 160 kil¨®metros por hora. Tambi¨¦n pondr¨¢ en marcha el desarrollo de un segundo aeropuerto para Madrid y concluir¨¢ la ampliaci¨®n del de Barcelona.

Las cuentas que maneja el programa electoral del PP en infraestructuras son astron¨®micas. Para el periodo 2000-2006 cuantifica en 6 de los 10 billones de pesetas de fondos europeos que recibir¨¢ Espa?a los destinados a la construcci¨®n. Una nueva ley marco para regular la financiaci¨®n privada de infraestructuras permitir¨¢ aumentar la red de carreteras de alta capacidad en "4.000 kil¨®metros", de los cuales 770 ser¨¢n autopistas de peaje. Adicionalmente se destinar¨¢n 200.000 millones "para convertir en autopistas 2.700 kil¨®metros de autov¨ªas de la primera generaci¨®n". Estas cifras no coinciden con las previsiones del Ministerio de Fomento, en las que s¨®lo hay financiaci¨®n prevista para 3.000 kil¨®metros de v¨ªas de alta capacidad. Tampoco casan las previsiones de convertir autov¨ªas en autopistas cuando Fomento est¨¢ renovando actualmente por varios a?os su mantenimiento. Respecto al ferrocarril, hay alta velocidad para todos. Con 4,7 billones se pretende llevar el AVE a Valladolid, la frontera francesa, la Comunidad Valenciana, Lisboa, el arco mediterr¨¢neo y varias capitales andaluzas. Finalmente 1,1 billones se destinar¨¢n a ampliar los aeropuertos de Madrid y Barcelona.