Marat¨®n esc¨¦nico

Soprano, actriz, modelo, bailarina, directora de escena, productora, guionista y hasta dramaturga. A Carmen Pombero no le asusta eso de "m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa". Al contrario, para rizar el rizo ahora se ha metido a empresaria. Un vistazo a su curr¨ªculo da v¨¦rtigo, especialmente porque esta sevillana s¨®lo tiene 26 a?os.De momento, la avalan el premio del Certamen de Teatro Joven del Ayuntamiento de Sevilla, por su anterior obra Silencio biblioteca -que escribi¨® junto a Chencho L¨®pez-, y el que esta representar¨¢ a Espa?a en la Muestra de Creaci¨®n Joven del Mediterr¨¢neo que se celebrar¨¢ en Sarajevo en el a?o 2001.

Esta noche estrenar¨¢ en la sala Tal¨ªa de Sevilla Vanidades, una obra que ha escrito, dirige y, adem¨¢s, produce. Con este montaje, que podr¨¢ verse hasta el s¨¢bado d¨ªa 29, Carmen Pombero presenta tambi¨¦n su propia compa?¨ªa que lleva el mismo nombre del espect¨¢culo y con la que piensa hacer otras muchas cosas adem¨¢s de representaciones.

"La verdad es que soy muy osada", confiesa Carmen Pombero, quien se zambull¨® en el mare m¨¢gnum de las artes esc¨¦nicas cuando sus padres la mandaron a estudiar canto con tan s¨®lo cinco a?os. A esta joven directora no le asuntan las dificultades y la prueba de ello es que en Vanidades no se oir¨¢ ni una palabra.

"Utilizo el lenguaje gestual, pero sin apoyarme en la m¨¢scara como hace, por ejemplo, El Tricicle. Es una comedia muda en la que el soporte est¨¢ en el gesto y en los sonidos", explica.

En Vanidades no hay una sucesi¨®n de gags, se cuenta una historia desde el principio hasta el final en una veintena de escenas que, adem¨¢s, est¨¢n plagadas de acrobacias.

Cinco actores se preparan para representar un musical ambientado en la d¨¦cada de los cuarenta, pero el desenga?o amoroso que sufre la diva de la compa?¨ªa lo echa todo a rodar. Lo que el p¨²blico ver¨¢ en el estreno de ma?ana es lo que pasa en los camerinos cuando se enfrentan una diva en declive (Carmen Puerta), un artista mediocre (Sergio Dom¨ªnguez), una joven promesa (Alejandra Cid), un productor c¨ªnico (Joaqu¨ªn Ortega) y el actor fracasado (Alberto L¨®pez). La obra, ambientada en nuestros d¨ªas, acude a la est¨¦tica de los cuarenta en el viejo juego del teatro dentro del teatro. La escenograf¨ªa, con todo el glamour de los musicales anteriores a la I Guerra Mundial, es del artista gaditano Javier Velasco.

"El montaje retrata el mundo del espect¨¢culo, la vanidad, el caos, la envidia y las frustraciones. Son sentimientos y reacciones que encontramos en cualquier gremio, no son exclusivos del teatro, pero yo los he situado en mi ambiente", explica Pombero, quien tiene tantos proyectos que necesitar¨ªa desdoblarse para poder realizarlos.

La sevillana, hija de un tenor, estudi¨® canto con Jos¨¦ Luis Parejo desde los cinco hasta los 13 a?os. Compagin¨® los trabajos de modelo y actriz, en la compa?¨ªa La Pi?a, hasta los 19 a?os. En 1995 se fue a Nueva York a estudiar interpretaci¨®n en la escuela del fallecido Raul Juli¨¢ y pas¨® tambi¨¦n por el Broadway Dance Center para acercarse a los ritmos africanos. Un a?o m¨¢s tarde, de vuelta en Espa?a, trabaj¨® en producci¨®n en el centro Territorio de Nuevos Tiempos y cre¨® el grupo de teatro de la Facultad de Medicina Si Pero y Si No Teatro. A Carmen Pombero le ha dado tiempo hasta a escribir el gui¨®n de un cortometraje en la escuela de cine de San Antonio de los Ba?os (Cuba) -la misma por la que ha pasado Benito Zambrano- bajo la supervisi¨®n de Jim Sheridan, director de En el nombre del padre.