La octava se pasea por Madrid
Miles de aficionados ovacionaron a los jugadores madridistas desde Barajas a Cibeles y en el Bernab¨¦u
La emoci¨®n que la conquista de la octava destap¨® el mi¨¦rcoles en Par¨ªs en el madridismo se expandi¨® ayer por la calles de Madrid al paso de la caravana del equipo m¨¢s laureado de Europa. Miles de personas aclamaron a sus h¨¦roes durante el recorrido que en un autob¨²s descubierto llev¨® a la expedici¨®n madridista desde el aeropuerto de Barajas a la plaza de la Cibeles para cerrar la fiesta en casa, en un abarrotado Santiago Bernab¨¦u.Minutos antes de la siete de la tarde aterriz¨® en el aeropuerto de Barajas el avi¨®n que, procedente de Par¨ªs, traslad¨® a la expedici¨®n madridista. El primero en aparecer en la escalerilla de la nave fue el presidente Lorenzo Sanz, seguido de los capitanes Sanchis, Redondo, Ra¨²l e Hierro, y el entrenador Vicente del Bosque, que, agarrando la Copa, levantaron el trofeo entre los aplausos de los aficionados, algunos de los cuales luc¨ªan camisetas con el cartel de "?S¨ª, s¨ª, s¨ª, triunfamos en Par¨ªs!".
"Vamos a seguir disfrutando", confes¨® un presidente que no pod¨ªa disimular su satisfacci¨®n mientras sub¨ªa al autob¨²s adornado con grandes fotograf¨ªas de los futbolistas.. Unos jugadores se colocaron camisetas del Madrid y otros, banderas del equipo sobre sus hombros o de la ense?a espa?ola, como Ra¨²l, pero siempre con la Copa de Europa como inseparable compa?era de viaje. La comitiva estaba preparada pero no echaba andar. Esper¨® media hora para hacerlo, hasta que lleg¨® Roberto Carlos, procedente de Londres, donde ayer viaj¨® para unirse a la selecci¨®n brasile?a. Unas peque?as molestias le permitieron dejar a sus compa?eros de selecci¨®n y reunirse con los h¨¦roes de Par¨ªs. Esa suerte no tuvieron los franceses Anelka y Karembeu, a los que los dirigentes de su selecci¨®n, con la que se han concentrado, no les autorizaron a viajar a Madrid, con la consiguiente indignaci¨®n de los directivos madridistas, que calificaron la decisi¨®n de "inadmisible actitud en un momento tan especial".
Mientras la caravana se dispon¨ªa a entrar en las calles de Madrid, a las ocho de la tarde, el Bernab¨¦u abri¨® sus puertas y en pocos minutos miles de aficionados coparon m¨¢s de la mitad de los grader¨ªos. A las 20.45 la caravana lleg¨® a la Plaza de Las Cibeles, donde se desat¨® la euforia ante unos 25.000 aficionados, menos que en la celebraci¨®n de la s¨¦ptima. El autob¨²s dio una vuelta de honor a la Diosa y los jugadores bajaron de ¨¦l para llegar hasta la estatua de la Cibeles. Ra¨²l fue el primero en escalar lo m¨¢s alto de la fuente y colocar una bandera del Madrid sobre la figura m¨¢s emblem¨¢tica de la ciudad, pese a que el alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano hab¨ªa anunciado que nadie alcanzar¨ªa la estatua. Pero a Ra¨²l le siguieron el resto de los capitanes, enarbolando la Copa, y al final, fue todo el equipo el que se encaram¨® sobre el grupo escult¨®rico.
Unos 20 minutos despu¨¦s, la caravana enfil¨® el camino andado por el Paseo de la Castellana para dirigirse al Bernab¨¦u, donde llegaron a las 21.30, ya con las gradas repletas por unos 90.000 aficionados. Media hora despu¨¦s el equipo t¨¦cnico y los jugadores saltaron al campo entre uno de los dos c¨ªrculos de un "ocho" de laurel (referencia de las Copas de Europa que suma el Madrid), para situarse sobre otro "ocho" gigante blanco colocado sobre la raya central del terreno de juego. La fiesta, presentada por el cantante Bert¨ªn Orborne, hab¨ªa empezado al comp¨¢s de un espect¨¢culo de luces y sonido y la actuaci¨®n musical del d¨²o Az¨²car Moreno.
Las celebraciones de la octava se completar¨¢n hoy con las recepciones a los campeones por parte de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. La primera cita est¨¢ fijada para las 12 de la ma?ana en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, desde cuyo balc¨®n se exhibir¨¢ y ofrecer¨¢ la Copa de Europa a los madrile?os. La representaci¨®n madridista se trasladar¨¢ despu¨¦s a la Casa de la Villa.
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