"He sido un testigo de cargo contra mi padre"

Si no fuera por las cicatrices que enturbian su rostro, Guillaume Derpardieu tendr¨ªa cara de ¨¢ngel. Un accidente de moto ocurrido hace cinco a?os le retir¨® de su verdadera vocaci¨®n: el piano. Al recordarlo se mira las manos, demasiado anchas y fuertes para un cuerpo delgado. "Soy m¨²sico por encima de todo", dice, "el cine me sabe a menos". Actor "por instinto", Guillaume Depardieu convertir¨¢ en unos meses en abuelo al actor m¨¢s famoso de Francia. Al preguntarle por su futuro, afirma: "Para m¨ª, el m¨¦rito es tener 29 a?os y seguir vivo". El primog¨¦nito de G¨¦rard Depardieu rueda en Madrid la segunda pel¨ªcula de Miguel Santesmases, Amor, curiosidad, Prozac y dudas. Aunque tiene un apartamento para ¨¦l en el centro, pasa muchos d¨ªas en la casa de los productores de la pel¨ªcula, en la piscina y cocinando. Asegura que, pese a su mala fama, es una persona contenida y disciplinada. "La disciplina nos sirve much¨ªsimo a los que somos indisciplinados", a?ade sonriendo. El actor tiene un recuerdo borroso del festival de Gij¨®n, donde el pasado oto?o gan¨® el premio al mejor actor por Pola X, la pel¨ªcula de Leos Carax basada en la novela de Herman Melville Pierre o las ambig¨¹edades. Guillaume Depardieu fue expulsado tras destrozar la habitaci¨®n de un hotel e intentar agredir al director del festival. "En Espa?a s¨®lo me hablan de Gij¨®n, me he acostumbrado, pero no me gusta, yo no comento comentarios".

Fue su padre quien, a los pocos d¨ªas de los sucesos de Gij¨®n, afirmaba en Madrid que las personas como su hijo le "conmov¨ªan. Su talento es tan grande como su fragilidad".

Depardieu coment¨® entonces que a un actor norteamericano jam¨¢s le hubieran expulsado por destrozar una habitanci¨®n, y que su hijo est¨¢ m¨¢s expuesto. "Una caracter¨ªstica de mi familia", dice el hijo al recordarle las palabras de su padre, "es defendernos como sea. No es un acto reflejo, sino que es nuestra manera de querernos. No nos decimos nada entre nosotros, no nos tocamos, pero luego nos defendemos. Yo cuento con ¨¦l, como ¨¦l cuenta conmigo, porque las cosas terribles no s¨®lo las dicen de m¨ª".

"No quiero estar sobreprotegido", a?ade el actor, "no quiero encontrarme con los mismos problemas que mis as¨¦pticos colegas. Es dif¨ªcil proporcionar material humano estando aislado de los hombres. Y, terminando con el tema de Gij¨®n, me puedo arrepentir de muchas cosas pero nunca he sido infiel a la idea que tengo de m¨ª mismo".

Guillaume Depardieu dice que ser actor no ha sido una decisi¨®n profesional, sino personal, casi terape¨²tica. Aunque ahora se lleva bien con su padre, no siempre fue igual. "Ser actor era un reto para m¨ª, necesitaba ser actor para reconciliarme con ciertos aspectos de mi vida. Ten¨ªa que entender c¨®mo alguien puede pasarse toda la vida siendo actor por encima de todo. Nunca entend¨ª muy bien a mi padre. Siempre he sido un testigo de cargo contra ¨¦l, un elemento acusador. Creo que la ¨²nica forma de poder ser objetivo con ¨¦l era ponerme en su situaci¨®n. Y hacerlo creo que me ha ayudado mucho".

"De mi padre comparto su ser, su hambre, sus broncas, su visi¨®n de la vida", contin¨²a el actor, "pero mi padre no es un mito para m¨ª. Mi relaci¨®n con ¨¦l ahora es buena, pero no siempre ha sido as¨ª. Uno necesita llevarse bien con sus padres para poder estar en paz, para poder comprenderse un poco. Hay mucha diferencia entre comprender y aceptar. Y el mayor trabajo de mi vida ha sido aprender la diferencia entre los dos. Ahora puedo aceptar sin comprender. Lo digo por mi padre, pero tambi¨¦n por mi madre".

Sobre el brutal accidente que sufri¨® en 1995, y cuyas mayores secuelas est¨¢n en una pierna que mueve con torpeza, explica: "Aquello me cambi¨® la existencia, frustr¨® mi vocaci¨®n y cambi¨® mi sentimiento hacia la vida. La m¨²sica sigue ah¨ª, pero mi forma de relacionarme con ella es diferente. Ahora, mi intermediario no es el instrumento, mi v¨ªnculo con la m¨²sica es m¨¢s te¨®rico y mental".

Seg¨²n Depardieu, el accidente tambi¨¦n le acerc¨® a su madre. "Creo que entonces la entend¨ª mejor. Recuerdo a mi madre habl¨¢ndome de la salud y de la seguridad y recuerdo que hasta ese d¨ªa jam¨¢s la hab¨ªa escuchado, me daba igual, no la entend¨ªa".

De su personaje en Amor, curiosidad, Prozac y dudas, basada en la novela de Luc¨ªa Etxebarr¨ªa, explica que es peque?o en el libro pero que ha crecido en la pel¨ªcula. "Es un personaje diferente al de la novela, el director se ha apropiado de la historia y su punto de vista es el de un hombre. Es un personaje que tiene miedo al amor y a ser abandonado. Mi relaci¨®n con el director es tan fuerte que ni siquiera necesitamos hablarnos, con una mirada ya s¨¦ lo que quiere".

Un vaso lanzado contra el suelo en pleno rodaje ("lo romp¨ª adrede y s¨®lo Miguel lo sab¨ªa") asust¨® al equipo de la pel¨ªcula. "Quer¨ªa asustar a la actriz, y lo logr¨¦", dice el actor. "No importa lo que piensen de m¨ª mientras mantenga la confianza del director".

Para Depardieu, Leos Carax, director de su pel¨ªcula m¨¢s importante hasta el momento, Pola X, representa en Francia un malditismo de lujo que dice no compartir. "Pola X es mi trabajo m¨¢s largo pero no el m¨¢s importante. Es un personaje complejo, es una bajada a los infiernos. Melville escribi¨® la novela despu¨¦s de conocer el fracaso comercial de Moby Dick, aquello le sumi¨® en una fuerte depresi¨®n. Mi personje naci¨® de un terrible y extra?o estado de ¨¢nimo, de un pesimismo que de alguna manera puedo entender".