Un olivo de r¨¦cord

"Olivares y olivares / de loma en loma prendidos / cual bordados alamares". El poema de Machado escrito con ojos llenos de olivares de Ja¨¦n reproduce el paisaje de una provincia que tiene en ¨¦ste ¨¢rbol fuente de riqueza y paisaje. De entre todos los olivos de Ja¨¦n sobresale uno, el de Fuente Buena, situado en el t¨¦rmino municipal de Arroyo del Ojanco.Nueve metros de altura, un per¨ªmetro de tronco en la base de casi cuatro metros y un volumen de ramas de 260 metros c¨²bicos es su carta de presentaci¨®n. Ya ha pasado su ¨¦poca de esplendor. El crecimiento de esta especie es lento y su periodo de madurez se sit¨²a entre los 35 y los 150 a?os. A partir de ese momento entra en una suave decadencia que supone cosechas desiguales.

Los olivos que tienen una altura que ronda los 10 metros se consideran excepcionales y el ancho del tronco, con nudos como arrugas, le llega por los a?os de vida. Habitualmente son ¨¢rboles bajos, siempre verdes y con hojas que llegan a durar hasta tres a?os.

S¨ªmbolo de los campos de Ja¨¦n, el olivo tiene una vida milenaria acompa?ada tambi¨¦n de leyenda. Datos del siglo XIX aseguran que el ejemplar de Arroyo del Ojanco di¨® ¨¦l solo en una cosecha afortunada 850 kilos de aceituna. Tama?a proeza ha hecho que est¨¦ inscrito en el libro de los records, el Guinness.

No hay rinc¨®n jiennense que se visite que no tenga cerca un olivo. Las inmediaciones de las carreteras, los pantanos, los valles e incluso en las mismas laderas de muchos montes aparecen diseminados los cincuenta millones de ejemplares que se calculan plantados en medio mill¨®n de hect¨¢reas de la provincia.

El olivo de Fuente Buena est¨¢ ahora mimado y cuidado como merece su edad. Estuvo a punto de ser declarado monumento nacional, pero la intenci¨®n se qued¨® en el inicio de los tramites oficiales. S¨ª se mantiene como fuente de curiosidad para los visitantes.

Fue el siglo XV el que vio c¨®mo comenzaba a extenderse por esta provincia el olivo, que aparece nombrado en la Biblia casi mil veces, aunque ha sido el siglo XX el que ha generalizado un ¨¢rbol que tambi¨¦n aparece en el Cor¨¢n y ha inspirado a plumas como las de Garc¨ªa Lorca o el verbo de Marco Aurelio.

El ¨¢rbol de Fuente Buena, como la inmensa mayor¨ªa de los de Ja¨¦n, pertenece a la variedad picual dentro del olea europea, la especie cultivada por el hombre.

El clima de Ja¨¦n le es especialmente propicio porque necesita una temperatura anual media que ronde los 20 grados, con una corta ¨¦poca de fr¨ªo que permita la floraci¨®n. El sofocante calor, que tambi¨¦n azota la provincia, lo pasa con poco riego, su sustento de verano.