En el 'corredor de la muerte' de Arafat
29 palestinos esperan la ejecuci¨®n de las sentencias dictadas por colaborar con Israel
FERRAN SALES Veintinueve palestinos esperan ser ejecutados en las c¨¢rceles de Yasir Arafat. El ¨²ltimo en llegar a la celda de la muerte ha sido Allan Beni Ouda, sentenciado a la pena capital por colaborar con los servicios secretos israel¨ªes en su guerra sucia contra los l¨ªderes de la Intifada. El fallo podr¨ªa ser aplicado en los pr¨®ximos d¨ªas, a no ser que la comunidad internacional obligue a reflexionar al l¨ªder palestino. Las organizaciones de defensa de los derechos humanos han abierto un par¨¦ntesis en su respaldo de la revuelta para tratar de salvar al reo.
Odio popular
"Mi ¨²nico abogado es Al¨¢", clam¨® Allan Beni Ouda, de 24 a?os, casado, padre de dos hijos, vecino del pueblecito de Tammoum (al norte de Cisjordania), trabajador y estudiante, nunca antes acusado o condenado, cuando compareci¨® el pasado 10 de diciembre ante el Tribunal de Seguridad del Estado de Nabl¨²s para ser juzgado por los delitos de traici¨®n y complicidad en un asesinato perpetrado por las fuerzas de seguridad israel¨ªes. El acta de acusaci¨®n asegura que cooper¨® con los Servicios Generales de Seguridad (Shin Beth) en la muerte de su primo Ibrahim Beni Audi, el jefe militar del brazo armado de Ham¨¢s, el pasado 23 de noviembre, cuando el coche que conduc¨ªa salt¨® por los aires por una bomba accionada a distancia.La peripecia de este colaborador improvisado se inici¨® nueve meses atr¨¢s, despu¨¦s de que fuera detenido en un control de los servicios secretos en la localidad israel¨ª de Taibe, donde los agentes le convencieron para que trabajara para ellos. Tuvo que aceptar la oferta para no pasar por la deshonra de que su esposa y sus hijos vieran unas cintas de v¨ªdeo de un reciente encuentro con una joven israel¨ª que una c¨¢mara escondida hab¨ªa estado grabando.
"Tres d¨ªas despu¨¦s fui contactado de nuevo por los agentes. Desde entonces, nos vimos en otras 14 ocasiones, siempre en el asentamiento jud¨ªo de Mehola, cerca de Nabl¨²s", asegur¨® ante el tribunal el muchacho. Reconoci¨® tambi¨¦n haber recibido su primera misi¨®n cuando el pasado mes de octubre estall¨® la Intifada. La orden era tajante: facilitar informaci¨®n sobre su primo, un dirigente del brazo militar de Ham¨¢s, encarcelado, que se tem¨ªa que fuera liberado.
El resto de la historia es f¨¢cil de suponer. Ibrahim Beni Audi fue excarcelado. Su primo, el colaborador, le dej¨® su propio coche para viajar de la c¨¢rcel a casa. El veh¨ªculo, que previamente hab¨ªa sido manipulado, explot¨® en el camino. Israel acababa de deshacerse de uno de sus peores enemigos: un experto en la fabricaci¨®n de explosivos y armas qu¨ªmicas, formado en los campos de refugiados de Jordania, que hab¨ªa llegado a Cisjordania cuatro a?os atr¨¢s para hacerse cargo del ej¨¦rcito clandestino de Ham¨¢s. El atentado hizo estremecer las filas del movimiento fundamentalista y oblig¨® al Shin Beth a extremar las medidas de protecci¨®n del colaborador, quien fue confinado en un discreto hotelucho de Haifa. Pero ¨¦l abandon¨® el refugio pocos d¨ªas despu¨¦s, cuando se enter¨® de que la polic¨ªa palestina hab¨ªa tomado como rehenes a cinco miembros de sus familia.
"Me detuvieron cuando volv¨ªa a casa", concluy¨® Allan Beni Ouda ante el tribunal, mientras escuchaba desde la calle el eco de cientos de personas que ped¨ªan su lapidaci¨®n en el mismo sitio donde hab¨ªa fallecido su pariente. El odio popular lo ha condenado a muerte. El Alto Tribunal firm¨® la sentencia. La abogada defensora, una funcionaria del Ministerio del Interior palestino nombrada a dedo y que llevaba cuatro a?os sin ejercer, dispuso de un cuarto de hora para conocer el caso y preparar su defensa. El veredicto, sin posibilidad de apelaci¨®n, fue dictado en menos de dos horas. Los tribunales palestinos han dictado desde 1995, fecha de la instauraci¨®n del Gobierno aut¨®nomo de Arafat, 32 penas de muerte, tres de las cuales han sido aplicadas. El resto de los convictos espera el cumplimiento de sus sentencias. La legislaci¨®n palestina no contempla ni la apelaci¨®n ni el recurso. Las organizaciones de derechos humanos aseguran que en la mayor¨ªa de los casos se trata de veredictos dictados sin garant¨ªas jur¨ªdicas y por tribunales especiales instaurados por Arafat bajo la presi¨®n para combatir el "terrorismo"."El ¨²ltimo proceso no ha respetado ninguna de las normas de un juicio", afirma la organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos Law, que critica los m¨¦todos dictatoriales y d¨¦spotas del presidente palestino. Esto ha provocado el enojo de la autoridad aut¨®noma, que se siente atacada en un momento en que trata de conseguir adhesiones humanitarias y pol¨ªticas para proseguir con la Intifada.
[Arafat pidi¨® ayer al presidente Bill Clinton que exija a Israel que "cesen las agresiones" contra los palestinos, en una conversaci¨®n telef¨®nica que ambos mantuvieron, informa Efe].
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