'Disney ya se ha adaptado a Europa'
La compa?¨ªa americana, que el a?o pasado aument¨® su beneficio en Par¨ªs un 64%, desarrolla un segundo parque dedicado al cine, y una ciudad sat¨¦lite, Val d'Europe, con la colaboraci¨®n del Estado franc¨¦s y socios privados
El pasado mi¨¦rcoles 10 de enero el matrimonio Seyffardt, de Alemania, entraba con sus dos hijos, de seis y cuatro a?os, por el torno de Disneyland Par¨ªs. De repente, y ante el asombro de los Seyffardt, las sirenas empezaron a sonar, Mickey Mouse les dio la bienvenida y el parque se revolucion¨®. El torno hab¨ªa marcado el n¨²mero 100 millones. Una cifra emblem¨¢tica de visitantes para el parque, abierto en abril de 1992, y que, tras los problemas iniciales, ha tomado velocidad de crucero. En el a?o 2000 Disneyland Par¨ªs obtuvo un beneficio neto de 38,7 millones de euros, un 64% m¨¢s que en el ejercico anterior; increment¨® su facturaci¨®n un 4%, hasta los 959,2 millones de euros, y el margen operacional subi¨® un 6%. Disneyland Par¨ªs ultima el segundo parque, dedicado al cine y los audiovisuales, y desarrolla Le Val d'Europe, una importante zona de expansi¨®n de Par¨ªs.
'No nos preocupa el enfriamiento de la econom¨ªa. Los ni?os no entienden de ciclos'
En su despacho, dominado por un gran tapiz de Mickey Mouse, Jay Rasulo, el jovial presidente de Disneyland Par¨ªs, cree que el mundo m¨¢gico americano se ha asentado ya definitivamente en el coraz¨®n de Europa. 'Los 100 millones de visitantes', dice, 'son un s¨ªmbolo, una se?al de que Disneyland Par¨ªs, el primer destino tur¨ªstico en Europa, est¨¢ absolutamente bien adaptado al mercado europeo'.
Pregunta. Disney lleg¨® a Francia pensando que hab¨ªa una identidad paneuropea y se dio cuenta de que no es as¨ª, ?qu¨¦ ha tenido que hacer para acomodarse a una realidad diferente a la que pensaba?
Respuesta. Par¨ªs se ha convertido en el primer parque tem¨¢tico de la familia Disney verdaderamente multicultural. En Estados Unidos la mayor¨ªa de nuestros visitantes son americanos; en Tokio, japoneses, pero en Par¨ªs, aunque el 60% de los visitantes proviene de Francia, el resto viene de distintos pa¨ªses europeos, y desde la apertura ha habido que hacer muchos cambios para adaptarnos a los gustos de todos. Cambios en la lengua, ya que utilizamos hasta seis idiomas oficiales, en la comida, en la manera de recibir. No ha sido f¨¢cil, pero desde la apertura vimos que era imprescindible hacerlo y ya estamos plenamente adaptados.
P. El n¨²mero de visitantes permanece estancado en torno a 12 millones. Incluso el ¨²ltimo a?o ha bajado. ?Es que el parque ha tocado techo en cuanto a asistencia?
R. No, no; de ninguna manera.Nuestra estrategia es clara y, m¨¢s que por el aumento en el n¨²mero de visitantes, pasa por el aumento en la cifra de negocios, y la facturaci¨®n ha ido creciendo siempre. Es verdad que la asistencia ha fluctuado, pero lo fundamental es la facturaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ piensan hacer para seguir increment¨¢ndola?
R. Fundamentalmente tres cosas. La primera, renovar constantemente nuestro producto y la calidad de los servicios; fortalecer la pol¨ªtica de m¨¢rketing, que hemos variado un poco y pasa por una mayor comunicaci¨®n y la presencia en Internet, y la tercera, lograr alianzas con socios del sector del turismo como operadores, los ferrocarriles franceses, Talgo, las agencias de viajes o Air France. Adem¨¢s, la apertura del segundo parque, la pr¨®xima primavera, a?adir¨¢ productos, visitantes y alargar¨¢ las estancias.
P. ?Ser¨¢ muy diferente al actual?
R. Un poquito, porque trata de los sue?os y de las emociones del cine de una manera l¨²dica y, al tiempo, pedag¨®gica, algo muy importante en el norte de Europa.
P. ?Qu¨¦ papel desarrolla Le Val d'Europe en todo esto?
R. Muy importante, porque supone todo nuestro desarrollo aqu¨ª, y no s¨®lo el tur¨ªstico. Val d'Europe ser¨¢ una aut¨¦ntica ciudad cercana a Par¨ªs, muy bien comunicada con Europa. Tendr¨¢ sus viviendas, un centro empresarial, una amplia zona de compras.... y cuenta con el compromiso de los poderes p¨²blicos de invertir en las infraestructuras de acceso, la estaci¨®n de cercan¨ªas, el tren de alta velocidad, la autopista. No es algo ligado solamente al turismo, sino que se trata de enraizar Disney en la zona, que Val d'Europe se aproveche del parque, y viceversa.
P. Pero Disneyland es un mundo m¨¢gico, donde se pierde el sentido de la realidad. Justo enfrente se construye el parque empresarial, las viviendas, y ya se ha abierto un gran centro comercial. ?C¨®mo se gestionan o compaginan dos mundos tan distintos?
R. Disneyland Par¨ªs es como un mosaico. O como en el siglo XV, un gran castillo que genera muchos servicios alrededor. Para m¨ª, la ventaja m¨¢s importante de este proyecto va a ser el aumento de las infraestructuras.
P. El parque naci¨® casi ahogado por las deudas. ?Est¨¢ ya saneado financieramente?
R. Bueno, una implantaci¨®n fuerte requer¨ªa una inversi¨®n fuerte, y finalmente hemos conseguido ser el primer destino tur¨ªstico en Europa. Pero todo esto es un proyecto a largo plazo, con un horizonte de 40 a?os o m¨¢s. Hemos renegociado deuda, hemos ampliado capital en septiembre de 1999 para construir el segundo parque y la situaci¨®n financiera est¨¢ bien. En el a?o 2000, ejercicio que cerrramos el pasado 30 de septiembre, hemos presentado unos buenos resultados. Se puede decir que estamos en la buena direcci¨®n.
P. Me imagino que la llegada f¨ªsica del euro les beneficiar¨¢ enormemente.
R. Cuanto m¨¢s c¨®modo se sienta el visitante, mejor, y el euro facilita las cosas. Facilita la decisi¨®n de viajar y las transacciones.
P. ?Est¨¢ preocupado por el enfriamiento de la econom¨ªa? ?Cree que afectar¨¢ a la marcha del parque?
R. No, realmente no. F¨ªjese en nuestra localizaci¨®n, aqu¨ª en Francia: estamos en un ¨¢rea donde a dos horas de avi¨®n viven 250 millones de personas. Cuando la econom¨ªa se resiente viene menos gente de lejos, pero m¨¢s de cerca. Y, en cualquier caso, en los buenos tiempos y en los malos, la gente quiere consumir en ocio y, desde luego, los ni?os no entienden de ciclos econ¨®micos, as¨ª que no estamos preocupados. No somos un negocio c¨ªclico.
P. Desde luego, los personajes Disney no lo son, porque perduran a lo largo del tiempo, ?c¨®mo lo hacen?
R. Creo que hay dos razones fundamentales. Los personajes tienen una larga historia, desde los a?os treinta, y gustan a lo largo de toda la vida, incluso para nosotros que los vemos todos los d¨ªas. Y, en segundo lugar, son muy universales; cada generaci¨®n tiene las mismas reacciones ante los personajes, y adem¨¢s, la gente quiere ense?¨¢rselos a sus hijos, los abuelos a sus nietos... Luego, cada a?o hay una nueva historia Disney que sigue conmoviendo a la gente. Somos muy afortunados por tener un equipo que sigue logr¨¢ndolo. Por ¨²ltimo, no hay que olvidar que muchas historias Disney tienen sus ra¨ªces en Europa, por ejemplo, los cuentos de hadas.
P. Sin embargo, la cultura Disney es muy americana.
R. Si usted pregunta a un ni?o franc¨¦s qu¨¦ nacionalidad tiene Mickey Mouse, dir¨¢ que es franc¨¦s, el espa?ol dir¨¢ que espa?ola y as¨ª sucesivamente. De manera que la familia Disney est¨¢ plenamente asentada en Europa. Pero, si nos referimos a otros productos del parque tem¨¢tico, s¨ª, son muy americanos, y ya dije antes que hemos tenido que adaptarnos.
P. ?Esa adaptaci¨®n incluye tambi¨¦n el mercado de trabajo, tan diferente el europeo al americano?
R. Bueno, seguimos las leyes francesas y no hay problemas. Adem¨¢s, formamos un grupo de empleados muy internacional, con 80 nacionalidades distintas.
P. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa tener en Disneyland que no tiene?
R. Estamos muy satisfechos. Tenemos un producto formidable y cada d¨ªa notamos lo bien que funciona.
P. ?Ni siquiera el sol?
R. A veces tambi¨¦n lo tenemos, y los europeos est¨¢n acostumbrados al clima de aqu¨ª. Hombre, nos gustar¨ªa ser m¨¢s innovadores, m¨¢s r¨¢pidos; al fin y al cabo, es nuestro oficio. Y es un oficio fant¨¢stico, porque enseguida notas que puedes llevar felicidad a la gente.
P. ?Cu¨¢les son sus pr¨®ximos proyectos?
R. El segundo parque, que supone ampliar las plazas hoteleras. En 2002 habr¨¢ entre 1.000 y 1.500 nuevas habitaciones que no ser¨¢n desarrolladas por Disney, sino por otros socios, como operadores tur¨ªsticos. En relaci¨®n tambi¨¦n con el segundo parque, esperamos aumentar el n¨²mero de visitantes de forma que en los primeros 12 meses pasemos de los 12 millones actuales al a?o hasta los 17 millones, aproximadamente. Pero mi objetivo primordial es incrementar la cifra de negocio, porque el crecimiento de la compa?¨ªa requiere unas fuertes inversiones y los ingresos son fundamentales.
La otra cara de Donald
Al atravesar la carretera, justo enfrente de los hoteles del parque, Disney muestra otra cara. La de una importante compa?¨ªa multinacional que aprovecha todas las sinergias y compagina la magia de Donald con la m¨¢s absoluta realidad. Par¨ªs tiene que expandirse y Disney tiene los terrenos. Suficientes para desarrollar con otros socios privados en Val d'Europe, as¨ª se llama el proyecto, un centro comercial, ya abierto, que ha supuesto una inversi¨®n de 50.000 millones de pesetas, y promover 650 viviendas, tres edificios inteligentes; una zona de 3.000 metros cuadrados para comercio y servicios, adem¨¢s de un parque internacional de empresas, que contar¨¢ con una red de comunicaciones privilegiada, gracias al acuerdo de inversiones firmado en 1987 entre The Walt Disney Company y el Estado franc¨¦s. Val d'Europe, a 35 kil¨®metros de Par¨ªs, cuenta con 2 estaciones de cercan¨ªas, 32 trenes de alta velocidad al d¨ªa que la unen a las principales ciudades europeas y una red de seis autopistas. El proyecto incluye tambi¨¦n la implantaci¨®n de un liceo internacional y de las facultades relacionadas con las Bellas Artes, el dise?o y la construcci¨®n, todas p¨²blicas. Y en nada de todo esto asoma Mickey.
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