El m¨¢s alto del mundo
Bubka deja 35 r¨¦cords mundiales, 44 saltos por encima de los 6 metros y a sus rivales 10 cent¨ªmetros abajo
Ninguno ha subido m¨¢s alto en la historia del atletismo. Pero no s¨®lo eso le otorga la condici¨®n de n¨²mero uno absoluto en su prueba y un lugar preferente entre los m¨¢s grandes del deporte de todos los tiempos. Los r¨¦cords est¨¢n para ser batidos y las nuevas t¨¦cnicas o los modernos materiales ayudan sensiblemente a las mejoras. Podr¨ªa ser discutible. Pero el caso del ucranio Serg¨¦i Bubka en el salto con p¨¦rtiga est¨¢ por encima de todo ello. Su superioridad sobre sus rivales en su epoca, que son varias ¨¦pocas, y la avasalladora repetici¨®n de plusmarcas de otra galaxia con las que se ha adelantado a su tiempo, en la escasa l¨ªnea de las mayores leyendas atl¨¦ticas, ha sido demasiado aplastante.
Ayer, a sus casi 37 a?os de edad y tras casi 20 de carrera internacional, se retir¨® de forma oficial en Donetsk, la ciudad en la que se forj¨® como atleta, uno de los genios del deporte. En realidad, casi estaba ya retirado en los ¨²ltimos a?os, mucho m¨¢s desde los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney 2000, en los que fracas¨® como en los de Barcelona 92.
Su historia competitiva termin¨® en 1997, cuando tras perderse los Juegos de Atlanta 96 por una lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles, logr¨® en Atenas su sexto t¨ªtulo mundial. Estaba a punto de cumplir los 34 a?os y hab¨ªa ganado ya el primero en 1983, a los 19, en Helsinki. Su asombrosa escalada de r¨¦cords mundiales, con marcas del siglo XXI y medio (6,15 metros en pista cubierta, precisamente en Donetsk, y 6,14 al aire libre, en Sestrieres, Italia) ya hab¨ªa terminado mucho antes, entre 1993 y 1994.
Bubka bati¨® todos los r¨¦cords, 35 de ellos mundiales, y salt¨® 44 veces seis metros o m¨¢s con las p¨¦rtigas m¨¢s modernas, con mayor capacidad de impulsi¨®n y flexibilidad. Bien distintas, desde luego, a las pioneras de bamb¨² que us¨® la primera gran estrella de la garrocha, Cornelius Warmerdam, El Holand¨¦s Volador, que lleg¨® a los 4,78 metros en 1943 y quiz¨¢ habr¨ªa volado como Bubka en estos tiempos. Pero nunca se sabr¨¢ si hubiese podido doblar las dur¨ªsimas p¨¦rtigas que s¨®lo lograba doblar el ucranio. Dif¨ªcilmente, porque no llegar¨ªa a tomar el impulso con una velocidad equivalente a los 10,20 segundos en los 100 metros que consegu¨ªa ¨¦ste, m¨¢s que ning¨²n otro saltador.
Bubka, con sus 1,83 metros de estatura y sus 80 kilos de peso, logr¨® lo que nadie, pero tambi¨¦n -muestra de los riesgos que tomaba- tuvo fallos sonados, especialmente en los Juegos, en los que s¨®lo brill¨® en Se¨²l 88.
Bubka dosificaba la dificultad y no siempre le sal¨ªa. Era un atleta de tres saltos: uno para calentarse, otro para ganar y, sobre todo, otro para batir el r¨¦cord del mundo. Y de cent¨ªmetro en cent¨ªmetro, porque cada mejora, tambi¨¦n dosificada, le supon¨ªa un premio a?adido a sus millonarios ingresos de fijos y publicidad.
Bubka ha sido y es un hombre de altura hasta para encauzar su futuro. Tras residir los ¨²ltimos a?os en una zona elocuente de contactos, M¨®naco, se reconvirti¨® como uno de los primeros atletas elegidos miembros del COI.
'De peque?o, me gustaba subir a los ¨¢rboles. Un d¨ªa, con 4 a?os, ca¨ª de cabeza en un cubo de agua y casi me ahogo. Pero no cog¨ª miedo y segu¨ª subiendo a todo lo que pod¨ªa. Las alturas eran mi ambiente', ha dicho Bubka, que uni¨® a su pasi¨®n una decisi¨®n clave: irse a los 15 a?os a Donetsk, siguiendo al entrenador Vitaly Petrov, tras cerrarse la escuela de atletismo de su ciudad, Luhansk. All¨ª se despidi¨® ayer dejando a sus rivales a 10 cent¨ªmetros (el ruso Tarasov, 6,05) o m¨¢s (el surafricano Okkert y el estadounidense Hartwig, 6,03, y el ruso Gataulin, 6,02), todo un mundo en las alturas.
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