El fogonazo el¨¦ctrico
La fusi¨®n de Endesa e Iberdrola empez¨® a romperse al hacerse p¨²blico el informe del TDC
La del martes 23 de enero no fue una buena noche para Rodolfo Mart¨ªn Villa e ??igo Oriol, presidentes de Endesa e Iberdrola, respectivamente. A los puntos de venta de prensa llegaba, con la tinta a¨²n fresca, una mala noticia para el gran proyecto que impulsaban desde hac¨ªa siete meses: la uni¨®n de la primera y de la segunda el¨¦ctricas del pa¨ªs para dar lugar a la cuarta el¨¦ctrica del mundo. 'Competencia', dec¨ªa EL PA?S en su primera p¨¢gina, 'propone que la venta de activos de Endesa e Iberdrola se haga por subasta. El Tribunal limita al 35% su producci¨®n el¨¦ctrica'. En Endesa e Iberdrola se encendieron todas las luces de alarma. El gran proyecto de fusi¨®n anunciado a bombo y platillo el 17 de octubre de 2000 empezaba a cuartearse.
Desde Econom¨ªa se intent¨® disipar la sensaci¨®n de que Rato hab¨ªa ignorado al Tribunal de la Competencia -
A partir de ese martes, los tel¨¦fonos echaron humo. Mart¨ªn Villa, el pol¨ªtico curtido en mil batallas, y el veterano presidente de Iberdrola, ??igo Oriol, mantuvieron conversaciones telef¨®nicas con el secretario de Estado de Econom¨ªa, Jos¨¦ Folgado, para manifestar que si el Gobierno asum¨ªa las tesis del informe del Tribunal dificultar¨ªa extraordinariamente el proyecto de fusi¨®n. No fueron conversaciones f¨¢ciles. En palabras de un alto cargo conocedor del proceso, Mart¨ªn Villa y Oriol mostraban a las claras la voluntad de las empresas de 'intentar meterse en la cocina' para ali?ar el plato de la fusi¨®n.
'Recados al cocinero'
Hasta ese momento, tanto Endesa como Iberdrola, a trav¨¦s de sus respectivos consejeros delegados, Rafael Miranda y Javier Herrero, se hab¨ªan limitado a mandar recados al cocinero a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Ambos altos cargos, antes de las vacaciones de Navidad, se hab¨ªan cuidado mucho de advertir que si el Ejecutivo impon¨ªa condiciones duras a la fusi¨®n, ¨¦sta se pod¨ªa venir abajo. Pero Oriol y Mart¨ªn Villa empezaban a convertir en ¨®rdago lo que hasta ese momento no pasaba de simple -y l¨®gico- envite.
Los presidentes de Endesa e Iberdrola, en diversas reuniones mantenidas entre el 30 de enero y el 1 de febrero con Folgado, con el responsable de los servicios de la Competencia de Econom¨ªa, Luis de Guindos, y con la directora de la Energ¨ªa, Carmen Becerril, desgranaron las ventajas de la operaci¨®n de fusi¨®n. A la ¨²ltima reuni¨®n asisti¨® el vicepresidente Rodrigo Rato, y en ella destacaron que el proyecto, del que nacer¨ªa el primer grupo el¨¦ctrico de Am¨¦rica Latina, no era un plan a corto plazo, sino una operaci¨®n de futuro, con perspectiva de d¨¦cadas. Se pod¨ªa venir abajo si el Gobierno no afinaba en la operaci¨®n. Oriol y Mart¨ªn Villa recibieron un golpe bajo. 'Eso', vino a decir Folgado en una de las reuniones, 'd¨ªganselo a sus accionistas y que lo aprueben'. El secretario de Estado alud¨ªa as¨ª a la bomba de relojer¨ªa instalada en el mismo coraz¨®n del proyecto de fusi¨®n desde octubre. Los dos mayores accionistas de Iberdrola, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), con el 10% de las acciones, y la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), con el 7,5%, no apoyaban la operaci¨®n.
Los intereses del BBVA en la petrolera Repsol YPF (controla un 10% de la compa?¨ªa), que aspira a entrar en el mercado el¨¦ctrico, y la intenci¨®n de trasladar la sede de la nueva Endesa Iberdrola desde el Pa¨ªs Vasco a Madrid, hab¨ªan inclinado al banco y a la caja de ahorros hacia posiciones cr¨ªticas con la operaci¨®n de fusi¨®n. Los grandes fondos de inversi¨®n no entend¨ªan que el consejo de Iberdrola hubiera renunciado a examinar la oferta de Gas Natural, mucho m¨¢s ventajosa para los accionistas. Pero nadie pensaba en esos d¨ªas de enero que la fusi¨®n pudiera saltar por los aires. Se hab¨ªa ido ya muy lejos y la experiencia y el conocimiento de los vericuetos del poder que se atribuyen a Mart¨ªn Villa y el empe?o demostrado por el presidente de Iberdrola, ??igo Oriol, se consideraban unos cimientos s¨®lidos para sostener un plan que, en sus l¨ªneas generales, agradaba al Ejecutivo. Las declaraciones del ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, adelantando que el Consejo de Ministros atender¨ªa las recomendaciones del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) y de la Comisi¨®n de la Energ¨ªa sobre la fusi¨®n, hab¨ªan inquietado lo justo. Se daba por supuesto que, finalmente, se encontrar¨ªa un punto de equilibrio aceptable por todas las partes. Al fin y al cabo, tanto Mart¨ªn Villa como Oriol se hab¨ªan empleado a fondo. Su ronda de contactos y explicaciones con partidos pol¨ªticos, Gobiernos aut¨®nomos y analistas hab¨ªa sido tan amplia que hab¨ªa llegado hasta el alcalde de Bilbao, I?aki Azkuna, del PNV, con el que hubo un encuentro, mesa y mantel por medio, en la sede madrile?a de Iberdrola.
Las informaciones publicadas sobre las propuestas del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC)aceleraron los acontecimientos. El Gobierno ten¨ªa de plazo hasta el d¨ªa 9 de febrero para decidir sobre la operaci¨®n. Pero las presiones se multiplicaban. El informe de 98 p¨¢ginas de los nueve vocales del Tribunal de Defensa de la Competencia era duro desde la primera letra de sus conclusiones. 'El Tribunal considera por unanimidad que la operaci¨®n de absorci¨®n de Iberdrola por Endesa, en los t¨¦rminos en que ha sido notificada, crear¨ªa una posici¨®n de dominio que obstaculizar¨ªa el mantenimiento de una competencia efectiva en el mercado espa?ol de la electricidad, por lo que resultar¨ªa adecuado declararla improcedente', afirmaba.
Quedaba claro que el Tribunal consideraba inaceptable el plan de ambas compa?¨ªas y propon¨ªa limitarlo. Donde las empresas propon¨ªan autolimitarse al 50% de mercado de generaci¨®n, 60% de mercado de distribuci¨®n y 50% de comercializaci¨®n, el Tribunal propon¨ªa 35%, 41% y 48%. No era lo m¨¢s grave. El organismo que preside Gonzalo Solana cortaba de ra¨ªz la pretensi¨®n de Endesa e Iberdrola de intercambiar activos con otras empresas del exterior. Las dos compa?¨ªas aspiraban a cambiar cromos con un doble objetivo: cumplir los requisitos que impusiera el Gobierno y conquistar terreno en el exterior de forma r¨¢pida: t¨² vienes al mercado espa?ol y yo me asiento en tu mercado. El TDC exig¨ªa que las ventas de activos se hicieran por subasta y un plazo concreto, seis meses: inaceptable, dijeron las empresas.
Por tierra, mar y aire (prensa, radio y televisi¨®n), Oriol y Mart¨ªn Villa repitieron la m¨¢xima: inaceptable. El Gobierno decidi¨® no apurar los plazos. El asunto estaba visto para sentencia, y los argumentos, desgastados de tanto usarlos.
El viernes d¨ªa 2, una semana antes de lo previsto, y tras un Consejo de Ministros inusualmente largo, el vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, compareci¨® ante la prensa al t¨¦rmino de la reuni¨®n. Fumata blanca a la operaci¨®n, pero con matices. Rato desgran¨® las condiciones que el Ejecutivo impon¨ªa a la fusi¨®n, m¨¢s suaves que las propuestas por el Tribunal de la Competencia. La nueva empresa tendr¨ªa 14 meses para desinvertir por el m¨¦todo de subasta, el 41% del mercado de generaci¨®n, el 42% de la distribuci¨®n y el 40% de la comercializaci¨®n.
Letra peque?a
A falta de la lectura de la letra peque?a, ¨¦se era el punto de equilibrio para el Gobierno. Claro que el punto de equilibrio iba acompa?ado de algo no previsto por las empresas: un real decreto que modificaba, por imperativo de la Uni¨®n Europea, el sistema de cobro de las ayudas el¨¦ctricas pactadas, los archiconocidos Costes de Transici¨®n a la Competencia (CTC). Ese decreto obligaba a Endesa e Iberdrola a descontar de las ayudas que ten¨ªan que percibir las plusval¨ªas que obtuvieran por la venta de centrales. Alrededor de 800.000 millones se hac¨ªan humo ante las estupefacci¨®n del comit¨¦ de fusi¨®n Endesa-Iberdrola, compuesto por Mart¨ªn Villa y Oriol y sus consejeros delegados, Rafael Miranda y Javier Herrero. El punto de equilibrio, parte por parte, pod¨ªa ser asumido; pero en conjunto era un sapo dif¨ªcil de tragar.
El acuerdo del Consejo de Ministros apenas si modific¨® las condiciones que hab¨ªa discutido y aprobado el d¨ªa anterior, jueves 1 de febrero, la Comisi¨®n Delegada para Asuntos Econ¨®micos. Rato parec¨ªa haber encontrado el punto de encuentro. Un remanso para los afluentes de intereses que flu¨ªan por la operaci¨®n. En sus propias palabras: 'El Gobierno hab¨ªa hecho lo que ten¨ªa que hacer, sin mirar hacia otro lado'.
El peor presagio de Oriol y Mart¨ªn Villa se hab¨ªa cumplido. El punto de equilibrio de Rato no coincid¨ªa con el punto de equilibrio que las empresas consideraban m¨ªnimo para convencer a sus accionistas de la bondad de la operaci¨®n. ?C¨®mo presentar a los consejos de administraci¨®n, especialmente al de Iberdrola, un proyecto recortado, con plazos de subasta de activos muy ajustados y con 800.000 millones de pesetas en ayudas en el aire? Mart¨ªn Villa, siempre bien informado, volvi¨® a tirar de tel¨¦fono ese mismo jueves. Interlocutor, Folgado. 'As¨ª, esto no sale', le comunic¨® Mart¨ªn Villa. ?rdago.
Pero el viernes, el vicepresidente segundo del Gobierno s¨®lo ten¨ªa miedo a una cosa, aparecer ante la opini¨®n p¨²blica como el 'blando' animador de una operaci¨®n entre empresas privadas. Lo hab¨ªa hablado con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El Ejecutivo se jugaba la imagen. Con Mart¨ªn Villa y Oriol al menos, Rato y Aznar ya hab¨ªan perdido todo el cr¨¦dito. De camino a Sevilla en el AVE, viernes 2 por la tarde, el presidente ??igo Oriol se despach¨® a gusto por el m¨®vil: el Gobierno, vino a decir el veterano presidente de Iberdrola, no hab¨ªa entendido nada.
Acompa?ado por Mart¨ªn Villa, Oriol acud¨ªa a la capital andaluza para explicar la fusi¨®n al presidente socialista de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves. A esas horas era ya un esfuerzo in¨²til. En Bilbao y en Madrid, los accionistas de Iberdrola hac¨ªan cuentas y no sal¨ªan. La fusi¨®n no pod¨ªa culminar en esos t¨¦rminos. Y si las c¨²pulas de Endesa e Iberdrola no lo comprend¨ªan as¨ª, tendr¨ªan constancia exacta en las juntas previstas en la primavera. En Bilbao, un abogado, Fernando Lamikiz amenazaba con poner en pie de guerra miles de peque?os accionistas de Iberdrola.
Empezaba un fin de semana ajetreado en las el¨¦ctricas y en el Ministerio de Econom¨ªa. El s¨¢bado 3 de enero, el segundo escal¨®n del Ministerio de Econom¨ªa sali¨® en tromba para explicar las razones del Gobierno y disipar la sensaci¨®n de que Rato hab¨ªa ignorado ol¨ªmpicamente las recomendaciones del Tribunal de la Competencia. Folgado, el secretario general y responsable del Servicio de la Competencia, Luis de Guindos, y la directora general de la Energ¨ªa, Carmen Becerril, trataron de argumentar lo duro que hab¨ªa sido el Gobierno con las dos empresas, hasta el punto que hab¨ªa introducido exigencias, por ejemplo en la comercializaci¨®n de la electricidad, que no hab¨ªan sido consideradas ni por la Comisi¨®n de la Energ¨ªa ni por el Tribunal de Defensa de la Competencia. Mientras tanto, Mart¨ªn Villa, Oriol, Miranda y Herrero examinaban el acuerdo. Por Endesa, los abogados del bufete Ur¨ªa y Men¨¦ndez y los economistas de JP Morgan destripaban, a su vez, la letra peque?a del documento aprobado por el Consejo de Ministros. Por Iberdrola lo hac¨ªan los expertos de Clifford Chance.
El examen fue de mal en peor. A la subasta de activos en 14 meses, el recorte de ayudas el¨¦ctricas y las limitaciones de cuota se a?ad¨ªa un p¨¢rrafo en el acuerdo que exasper¨® a Mart¨ªn Villa. El punto 17 otorgaba al servicio de Defensa de la Competencia la facultad de proponer al Consejo de Ministros modificaciones en los puntos fijados para aprobar la operaci¨®n si las circunstancias del mercado cambiaban.
Los expertos de Ur¨ªa y Men¨¦ndez fueron contundentes en su informe: Competencia, aseguraron, se atribuye 'potestades de aprobaci¨®n, supervisi¨®n y vigilancia ampliamente discrecionales', lo que podr¨ªa afectar a aspectos esenciales de la operaci¨®n. Con un lenguaje menos florido, en Endesa se resumi¨® la situaci¨®n: la operaci¨®n pasaba a depender de 'un subsecretario', lo que era inaceptable.
Ese argumento es 'un clavo ardiendo' de las empresas, aseguran fuentes de Econom¨ªa, 'una simple excusa para justificar que la operaci¨®n no contaba con el respaldo de los accionistas'. La salvedad del punto 17, seg¨²n afirman las mismas fuentes, es habitual en este tipo de operaciones de fusi¨®n. Incluso en la uni¨®n del Banco Santander con el Central Hispano en el nuevo BSCH, afirman, se solicit¨® expresamente esa cl¨¢usula con el asesoramiento, precisamente, de los expertos de Ur¨ªa y Men¨¦ndez.
JP Morgan estudi¨® tambi¨¦n los n¨²meros a la luz de las condiciones del Gobierno. Su conclusi¨®n no fue positiva. La operaci¨®n hab¨ªa cambiado esencialmente. Los expertos del banco de inversiones no firmaron el documento llamado fairness opinion, el acta que da fe de que la operaci¨®n es razonable en t¨¦rminos econ¨®micos. En estas condiciones, Mart¨ªn Villa -siempre Mart¨ªn Villa- comunic¨® el lunes por la ma?ana al vicepresidente Rodrigo Rato que Endesa e Iberdrola no seguir¨ªan adelante con la fusi¨®n. La decisi¨®n se hizo oficial en torno a las 20.00 horas de ese mismo lunes. En el mismo escenario en el que siete meses antes ambas empresas hab¨ªan anunciado su noviazgo -la sede de La Uni¨®n y el F¨¦nix en el paseo de la Castellana de Madrid-, Mart¨ªn Villa y Oriol se devolvieron cartas y anillos entre los flashes de los fot¨®grafos. La gran fusi¨®n hab¨ªa saltado por los aires.
Con la ruptura se ha abierto el 'mel¨®n' del negocio el¨¦ctrico en Espa?a. Un sector anclado en pr¨¢cticas monopol¨ªsticas a?os ha reventado por sus costuras. Todas las grandes compa?¨ªas extranjeras, en una lista interminable, barajan posibles compras en Espa?a. La Bolsa registra una efervescencia desconocida desde hace meses y los expertos hacen quinielas sobre la pr¨®xima OPA. Las tres ofertas de compra que existen sobre la compa?¨ªa m¨¢s peque?a del sector, Hidrocant¨¢brico (EDP-Cajastur, RWE y Ferroatl¨¢ntica-EnBW), ilustran la situaci¨®n por la que atraviesa el sector.
'Se est¨¢ dando un espect¨¢culo poco positivo', afirma una fuente con gran responsabilidad en la regulaci¨®n del sector el¨¦ctrico. 'Estamos trasladando al sistema econ¨®mico pr¨¢cticas propias del mundo rosa, sin ser conscientes de que el pa¨ªs se est¨¢ jugando el futuro de un sector clave. Hemos fallado todos'.
En este marco de desconcierto, lo ¨²nico claro es que los focos de los buscadores de negocios est¨¢n enfocados hacia Espa?a. En la sede alemana de E.ON, por ejemplo, esta semana se han trabajado muchas m¨¢s horas de las acostumbradas. La gigantesca compa?¨ªa el¨¦ctrica, segunda de Alemania, seg¨²n ha comunicado a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), estudia oportunidades de negocio en Espa?a. Iberdrola puede estar en su punto de mira.
Para las empresas centroeuropeas, como para las brit¨¢nicas y estadounidenses, la entrada en el mercado espa?ol puede ser el trampol¨ªn para dar el salto al otro lado del Atl¨¢ntico, donde las el¨¦ctricas espa?olas, y en especial Endesa e Iberdrola, han logrado cuotas de mercado importantes en pa¨ªses como Chile, Argentina, Per¨², Brasil y Colombia.
Ninguna empresa espa?ola se siente a salvo. Uni¨®n Fenosa ha lanzado ya sus advertencias. La tercera el¨¦ctrica espa?ola, a la que el Gobierno impidi¨® engullir Hidrocant¨¢brico la pasada primavera, ha advertido a los posibles compradores hostiles que su n¨²cleo de accionistas (BSCH y Banco Pastor) es, en este momento, como una falange de hoplitas griegos. Escudo contra escudo y las lanzas asomando. El ¨²nico paraguas con que cuenta el Gobierno para aguantar el posible aguacero es la disposici¨®n adicional 27 introducida en la Ley de Presupuestos de 2000 que autoriza al Ejecutivo a bloquer cualquier iniciativa en el sector energ¨¦tico espa?ol que provenga de una empresa extranjera con participaci¨®n p¨²blica. La norma, discutible, ya ha sido esgrimida frente a la el¨¦ctrica portuguesa EDP. Pero parece un escudo demasiado fr¨¢gil ante ca?onazos que desparraman billones de euros.
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