Un pacto en el juego
Lao y Franco, los grandes operadores de recreativos, finalizan una guerra de 20 a?os
Manuel Lao Hern¨¢ndez, presidente de Cirsa, y Joaqu¨ªn Franco Mu?oz, presidente de Recreativos Franco, tienen en com¨²n muchas cosas: son tipos duros, peculiares, directos, amigos de sus amigos y tambi¨¦n dif¨ªciles enemigos. Durante 20 a?os, sus grupos empresariales de juego se han repartido Espa?a; mientras alimentaban una guerra a veces sorda y a veces en plan intifada, contra el rival. De repente los dos clanes, los capulettos y los montescos de las m¨¢quinas recreativas, han firmado la paz sobre los humeantes campos de batalla empresarial. ?Sabr¨¢n imponer puertas adentro de sus imperios la cultura de la paz o volver¨¢n al monte en cuatro d¨ªas? ?sa es la pregunta que se hacen los cuatro costados del sector del juego en Espa?a (3,7 billones al a?o en Espa?a) ante un pacto que lo cambia todo.
Dos lustros de enfrentamiento han supuesto importantes costes, tanto en Espa?a como en el exterior
Casi nadie recuerda cu¨¢ndo empez¨® su guerra. Han crecido con ella, creyendo que si llov¨ªa era porque 'los Lao' ten¨ªan a Dios por aliado, o -en el otro bando- que 'el Ciego' [Dur¨¢n] ve y tiene m¨¢s poderes que el Mossad. Por eso, y porque las guerras agotan y producen heridas, muchos no dieron importancia a un encuentro que lo iba a cambiar todo. El pasado 13 de octubre, a pesar de ser d¨ªa de puente, se reun¨ªan en el restaurante Botafumeiro, de Barcelona, Miguel Dur¨¢n, el coronel de los Franco, y Andreu Morell, el hombre fuerte de Cirsa, encabezando dos delegaciones con un ¨¢rbitro que reun¨ªa la dif¨ªcil circunstancia de ser amigo de ambas partes y adem¨¢s funcionario de Justicia.
'Morell es mi hombre', resume Manuel Lao. 'Le conoc¨ª cuando era un mocoso y yo trataba de convencer a sus padres para que instalaran m¨¢quinas nuestras en su bar. ?l, muy serio, me dijo que quer¨ªa salir de su pueblo y venirse a trabajar con nosotros. Yo le dije que de acuerdo, por salir del paso. Unos meses m¨¢s tarde se hab¨ªa plantado en la puerta de mi despacho y no se quer¨ªa marchar si yo no cumpl¨ªa mis promesas. Y, mira: ?aqu¨ª est¨¢! Ahora conoce todo esto mejor que yo mismo'. Morell y Dur¨¢n, el ex hombre fuerte de la ONCE y ahora jefe de la guerrilla de los Franco, se sentaban a hablar, con mariscos de por medio.
'Lo m¨¢s dif¨ªcil ha sido vencer las inercias mentales, las reticencias', afirma Dur¨¢n, que fue el primero en ser convencido por Cirsa. A primeros de diciembre, y con varios contactos m¨¢s de a cuestas, Dur¨¢n cerraba un acuerdo con Morell que afectaba ¨²nicamente a La Loter¨ªa Solidaria, una empresa privada de Argentina con trabajadores minusv¨¢lidos, ciegos y sordos. Un negocio 80% Franco y 20% Dur¨¢n que arrojaba p¨¦rdidas, 'como casi todos los proyectos sociales'. Dur¨¢n supo convencer a Manuel Lao sobre la conveniencia de entrar en esa filosof¨ªa en un pa¨ªs, Argentina, donde Cirsa posee negocios en casinos flotantes de alta rentabilidad.
Recreativos Franco se retiraba de La Solidaria, mientras Cirsa invert¨ªa 2.140 millones en tomar la sociedad, que cuenta con 500 trabajadores, pero que tiene planes de llegar a tener unos 10.000 empleados. La nueva sociedad tendr¨¢ como socios al 50% a Miguel Dur¨¢n y al Grupo Cirsa. De ah¨ª le vendr¨¢n a Dur¨¢n numerosas cr¨ªticas 'porque se ha beneficiado en primera persona' del acuerdo Franco-Cirsa, aunque reconocen que 'tambi¨¦n se lo ha currado, porque, sin ¨¦l, seguir¨ªa la guerra'.
Planteado un texto m¨ªnimo de 'cese el fuego', eran los hermanos Franco (Joaqu¨ªn y Jes¨²s) los que se mostraban reticentes. Dur¨¢n tuvo que emplearse a fondo con sus ex patronos para conseguir que el 8 de enero se firmara la paz entre los dos grandes 'maquineros' espa?oles.
El acto de la firma no fue nada del otro jueves. Joaqu¨ªn Franco firmaba en su oficina de Madrid; Manuel Lao, en su despacho de Terrassa, junto a sus colecciones de bonsais y p¨¢jaros (animales m¨ªticos para la gente de secano). Ni siquiera hubo foto del momento, con un apret¨®n de manos. Pero el contenido del acuerdo final es 'asombroso' puertas adentro de ambos grupos. 'Esto es como si la 'Alianza Rebelde' y 'el Imperio', dejasen de hacer la guerra de las galaxias y nombraran presidente a Darth Vader', explica un soldado de Cirsa.
El contrato establece que los dos grupos antes rivales se retirar¨¢n todos los pleitos judiciales. B¨¢sicamente dos que Recreativos Franco instaron por cuestiones de patentes, en 1997. Y otro de Cirsa, que objeta la adjudicaci¨®n del Casino Vi?a del Mar, en Chile. Tambi¨¦n acordaron crear una mesa conjunta para estudiar los problemas de los bingos, la ¨²ltima 'trinchera' del enfrentamiento entre los dos grandes del juego. Franco posee el mayor bingo de Europa (el Canoe de Madrid) y otros en Am¨¦rica Latina. Cirsa extiende su red de bingos (en ciudades como Marbella o La Toja) con incesantes adquisiciones en Espa?a, en los ¨²ltimos dos a?os, hasta tener 51 centros (un 10% del total).
'Ha sido un acuerdo hist¨®rico para el sector, que llega en el momento oportuno, cuya justeza se ver¨¢ muy pronto. En ¨¦l tienen cabida todas las asociaciones existentes hasta la fecha, no s¨®lo Cirsa y Recreativos Franco, que son los grupos m¨¢s decisivos', afirma Manuel Lao.
Ambos grupos deciden agrupar sus asociaciones patronales. La Aemar, creada por Franco y Codere, en 1994, entra en Facomare (Asociaci¨®n de Fabricantes, Comercializadores y Distribuidores de M¨¢quinas Recreativas) y en la Cofar (Confederaci¨®n de Asociaciones y Federaciones de Empresarios del Recreativo), en la que est¨¢ Cirsa, y dan lugar a la nueva: Cofemar, en la que los dos gigantes convivir¨¢n en plano de igualdad para dar ejemplo a terceros. La secretar¨ªa general de esta asociaci¨®n est¨¢ reservada para Miguel Dur¨¢n.
El pacto tiene su vertiente internacional. 'Sobre todo en que en futuras licitaciones no haya terceros que se aprovechen de las incomunicaciones entre Cirsa y Franco', explica Dur¨¢n. Tampoco se descarta que en el futuro puedan asumir proyectos comunes, aunque por ahora las partes se conforman con dejar de intifar al otro grupo.
'Es cierto que el acuerdo tiene detractores, as¨ª como tambi¨¦n lo es que a muchos les escuece que me toque un cierto protagonismo..., incluso hay muchos para los que la paz no es negocio. Pero este acuerdo es estable', afirma Dur¨¢n, para quien 'lo m¨¢s dif¨ªcil son los primeros momentos. Pero cuesta vencer la inercia del recurso al enemigo que, a veces, todo lo justifica'.
Dur¨¢n cree que el nuevo asociacionismo del sector puede favorecer el avance de nuevas ¨¢reas de negocio, como el juego por Internet. Incluso para resolver problemas inminentes, como la inequivalencia que plantea el nuevo euro; ya que los precios de las partidas no cuadran en su equivalente en pesetas. '?ste es un sector puntero, que da trabajo a miles de personas, y no se pod¨ªa continuar con una organizaci¨®n representativa fraccionada', afirma Lao.
La historia de ambos gigantes de las tragaperras est¨¢ repleta de similitudes. Dos parejas de hermanos de origen humilde; hechos a s¨ª mismos; que han levantado imperios y que alg¨²n d¨ªa so?aron con financiarse en los mercados de valores, sin conseguirlo.
Ayer pobre, hoy magnate ; el patriarca Manuel Lao disfruta de una flota de autom¨®viles capricho desparramada por media Espa?a; de dos aviones (uno valorado en 5.500 millones); tres yates de recreo y una finca entre Toledo y Ciudad Real, El Molinillo (4.200 hect¨¢reas), que dobla a la vecina, propiedad de Mario Conde. Lao afirma que es el primer contribuyente fiscal.
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