MS reabre el debate sobre despidos masivos
La UE se replantea su legislaci¨®n laboral tras el ajuste de 4.400 empleos de la firma brit¨¢nica
La plantilla de Marks & Spencer puede sumar una nueva queja a su protesta por el cierre de las 38 tiendas que el grupo brit¨¢nico tiene en Europa continental. Su presidente, el belga Luc Vandevelde, firm¨® un contrato al hacerse con las riendas de la empresa, hace 18 meses, que le garantiza una bonificaci¨®n de m¨¢s de 200 millones de pesetas.
Pero el pago de este bono, que ni siquiera est¨¢ sujeto a la mejora de los resultados financieros, es s¨®lo un an¨¦cdota en comparaci¨®n con el debate que ha abierto en todo el seno de la Uni¨®n Europea una decisi¨®n que dejar¨¢ en la calle a finales de a?o a 4.400 personas, 3.350 fuera del Reino Unido y 786 en Espa?a.
Y es que este despido masivo, que ha coincidido con otros como el anunciado por Danone, ha puesto de manifiesto las lagunas de la legislaci¨®n comunitaria para asegurar una protecci¨®n m¨ªnima a los trabajadores en casos como ¨¦ste en el que se dilucida su futuro.
M&S ni siquiera tuvo cuidado con las formas. Vandevelde sigui¨® la tradici¨®n brit¨¢nica cuando anunci¨®, el pasado 29 de marzo, la retirada del Continente europeo. La notificaci¨®n se distribuy¨® simult¨¢neamente a las oficinas londinenses de la Autoridad de Servicios Financieros, el ente gubernamental que regula la Bolsa, y, por otra parte, a los directores de los 38 locales comerciales afectados por la decisi¨®n de cierre. Ni los sindicatos ni los trabajadores fueron tenidos en cuenta y, de hecho, la mayor¨ªa de ellos se enteraron por los medios de comunicaci¨®n que se hab¨ªan quedado sin trabajo.
Al margen de los sindicatos
M&S ignor¨® esa formalidad del mismo modo que hizo caso omiso del compromiso de las multinacionales asentadas en la Uni¨®n Europea, con plantillas superiores a los 1.000 empleados, a consultar decisiones estrat¨¦gicas con los llamados consejos laborales. Los sindicatos brit¨¢nicos conocen esta situaci¨®n y han montado guardia contra M&S desde el comienzo de la crisis, a finales de 1989. Pero no est¨¢n solos. Es m¨¢s, el liderazgo de la lucha ha reca¨ªdo en los colegas del continente, con los sindicatos franceses en cabeza seguidos de cerca por los belgas y alemanes.
La primera batalla se gan¨® en Par¨ªs, en las esferas judicial, pol¨ªtica y social. Un tribunal de la capital francesa decidi¨® el pasado 9 de abril suspender el cierre de los 18 comercios franceses e impuso al grupo una multa de 25.000 francos. Adem¨¢s, el primer ministro, Lionel Jospin, apoy¨® simb¨®licamente la protesta advirtiendo de que 'la l¨®gica de los beneficios no debe ejecutarse en detrimento del empleo'. Y la eurocomisaria en materia laboral, Anna Diamantopoulou, celebr¨® el fallo del Tribunal como 'una se?al pol¨ªtica de que las empresas deben respetar a los empleados por lo menos tanto como respetan a los accionistas'.
Pero, en el Reino Unido, predomina el pesimismo y la certeza de que M&S no dar¨¢ marcha atr¨¢s y que, a lo sumo, la decisi¨®n judicial francesa provocar¨¢ un, ligero retraso.
Pero, parad¨®jicamente, el caso M&S puede tener repercusiones muy positivas para los empleados de la UE, ya que se ha renovado las presiones para se acepte la Directiva de Informaci¨®n y Consulta, bloqueada desde hace dos a?os, en la reuni¨®n del Consejo de Ministros prevista el pr¨®ximo 11 de junio.
El Reino Unido e Irlanda son los ¨²nicos estados miembros opuestos a esta medida que obligar¨ªa a las empresas con m¨¢s 50 trabajadores a informar de sus estrategias y consultar con la plantilla antes de tomar una decisi¨®n de la trascendencia de un plan de regulaci¨®n como el de M&S, en lugar de lo que ocurre ahora, en el que, en el mejor de los casos, siempre se negocia con los representantes de los trabajadores despu¨¦s de adoptar la medida.
Uno de los que m¨¢s presi¨®n est¨¢n haciendo sobre el Gobierno brit¨¢nico que encabeza Tony Blair para que apruebe la directiva es Bill Morris, presidente del Congreso de Sindicatos Brit¨¢nicos (TUC). Pero aunque Blair reconoce como 'inaceptable' que el asalariado se entere por la prensa de que va a perder el puesto de trabajo, prefiere abogar por un r¨¦gimen voluntario basado en la 'cultura del consenso' entre ambos agentes sociales.
Por eso, el primer ministro, pese a su extracci¨®n laborista, descarta la directiva de la comisi¨®n en su texto actual y defiende que la legislaci¨®n sobre informaci¨®n y consulta debe fijarse a escala nacional, compartiendo los criterios de la Confederaci¨®n de la Industria Brit¨¢nica (CBI), la patronal brit¨¢nica.
M&S se replegar¨¢ a su mercado base pero contrariamente a lo que ha ocurrido en otras ocasiones, su gesti¨®n de la crisis ha provocado un movimiento de repulsa general que ya est¨¢ empezando a tener consecuencias en otros pa¨ªses como el anuncio del Gobierno franc¨¦s de que adoptar¨¢ medidas para penalizar los despidos indiscriminados y, en particular, los que se produzcan en empresas rentables. Un aviso que puede servir para que las grandes multinacionales se lo piensen antes de adoptar ajustes como el de la cadena brit¨¢nica de grandes almacenes.
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