'Mi generaci¨®n ha conseguido devolver la poes¨ªa a los lectores'
Abelardo Linares (Sevilla, 1952) dirige una importante librer¨ªa de viejo cuyas obras llegan, a trav¨¦s de Internet, a compradores de todo el mundo desde un pol¨ªgono industrial cercano a la capital. Adem¨¢s, promueve Renacimiento, una editorial que defiende la literatura de calidad. Linares ha publicado recientemente Mitos en la editorial granadina Comares. Mitos recoge, con alguna peque?a ausencia, su obra po¨¦tica completa, que se extiende desde 1971 a 1995.
Pregunta. Ha publicado recientemente Mitos, un libro que re¨²ne toda su poes¨ªa. ?Qu¨¦ balance hace de su obra?
Respuesta. Ah¨ª est¨¢ reunido todo lo v¨¢lido hecho hasta ahora, excepto unos pocos poemas. No escribo desde 1995. La poes¨ªa tiene que tener alg¨²n grado de verdad ¨ªntima. No hay que forzarla. He sentido que quiz¨¢s la poes¨ªa es menos importante que cuando era m¨¢s joven. En mi poes¨ªa se nota mucho el lector que he sido y las admiraciones que he tenido. La literatura es algo m¨¢s bien de juventud. Con la pasi¨®n que se lee en la adolescencia y primera juventud no se lee ya nunca.
Espa?a es quiz¨¢s el pa¨ªs de Europa donde est¨¢ m¨¢s viva la poes¨ªa
P. Su editorial, Renacimiento, ha promovido, al menos, dos antolog¨ªas de la poes¨ªa actual. ?Cree que esto ha ido en menoscabo de las valoraciones que se hacen de usted como poeta?
R. Todo lo contrario. La cr¨ªtica y los lectores han sido generosos conmigo si se tiene en cuenta lo poco que he hecho y el poco inter¨¦s que tiene lo que he hecho. Hay excelentes poetas en Espa?a a los que se hace muy poco caso, como Lorenzo Mart¨ªn del Burgo o Alejandro Amusco, que son poetas excelentes. Otros casos de poetas que no tienen el reconocimiento que su obra merece son los de Pedro Sevilla y Jos¨¦ Manuel Ben¨ªtez Ariza.
P. Hay poetas que se dedican a insultar a los dem¨¢s autores desde algunas tribunas. Esto no es nuevo en Espa?a. Basta recordar los choques entre Quevedo y G¨®ngora. ?Por qu¨¦ son tan tremendas las guerras entre poetas?
R. La inmensa mayor¨ªa de la gente que escribe poes¨ªa es bastante normal. Lo que dec¨ªa Ortega y Gasset sobre la rebeli¨®n de las masas ha llegado tambi¨¦n a la literatura. Hay una rebeli¨®n contra la calidad y un intento de aprovecharse de los medios de comunicaci¨®n para promocionarse. Estas personas creen que los medios crean la calidad literaria.
P. ?Por qu¨¦ hay tantos poetas en Espa?a? ?Por cada buen poeta no hay demasiadas mediocridades?
R. El tono medio de la poes¨ªa espa?ola es muy alto hoy en d¨ªa. Espa?a es quiz¨¢s el pa¨ªs de Europa donde est¨¢ m¨¢s viva la poes¨ªa. La poes¨ªa ha mantenido en Espa?a un contacto con el p¨²blico lector mayor que el que existe en Francia o Italia. Adem¨¢s, cualquier persona culta ha le¨ªdo a poetas como Gustavo Adolfo B¨¦cquer o Antonio Machado. Son poetas tutelares que siguen estando presentes. Hay colecciones populares de poes¨ªa que venden en Espa?a m¨¢s de 30.000 ejemplares de algunos libros. Lo que ocurre es que hay una oferta excesiva. Anualmente se publican 2.000 o 3.000 t¨ªtulos de poes¨ªa. A principios de siglo se dec¨ªa que toda persona ten¨ªa una obra de teatro guardada debajo de la almohada. Ahora se puede decir lo mismo de un libro de poes¨ªa.
P. Rimbaud hab¨ªa escrito su obra con 20 a?os. Hay poetas que contin¨²an escribiendo sin tener nada que decir. ?Por qu¨¦?
R. Un poeta se agota cuando sigue escribiendo si lo que escribe son poemas malos.
P. ?Qu¨¦ escritores han influido m¨¢s en su obra?
R. Empec¨¦ como todo el mundo. Lo primero que me lleg¨® fue B¨¦cquer. M¨¢s adelante llegaron Salinas y Cernuda, de la Generaci¨®n del 27, y Brines, Gil de Biedma y Garc¨ªa Baena. De los no espa?oles, Rub¨¦n Dar¨ªo y Borges son muy importantes para m¨ª. Admiro a much¨ªsimos compa?eros de mi generaci¨®n. Borges se enorgullec¨ªa de los libros que hab¨ªa le¨ªdo. Me siento muy orgulloso de mis admiraciones. Las admiraciones nos hacen m¨¢s grandes de lo poco que podamos ser. He le¨ªdo con inter¨¦s a poetas aparentemente menores. Mi antolog¨ªa ideal tendr¨ªa unos cuantos miles de poemas. Ser¨ªa una antolog¨ªa m¨¢s de poemas que de autores. Otro gran poeta que no quiero olvidar citar es Manuel Machado.
P. Usted adquiri¨® fama por comprar cerca de un mill¨®n de libros en el Bronx neoyorquino. Hechos como ¨¦ste le dan un aura de personaje literario.
R. Uno con los a?os se va afantasmando un poco. Pienso que en un momento u otro me voy deshaciendo en el aire. Uno se convierte en personaje pintoresco. Me resulta tremendamente divertido y es m¨¢s c¨®modo ser un personaje literario. Escritores como Prada, Conget o Tortajada me han metido en sus obras como un personaje m¨¢s.
P.Ha convertido en un buen negocio una librer¨ªa de viejo cuando, generalmente, este tipo de comercios tienen fama de ser muy precarios.
R. No estoy muy seguro de eso. Empec¨¦ vendiendo libros en el Rastro y no he perdido la esperanza de volver all¨ª. Habitualmente las librer¨ªas de viejo eran negocios familiares. He intentado crear una empresa. Tengo a 14 personas trabajando. Este momento ha coincidido con la eclosi¨®n de Internet. Mi librer¨ªa demuestra que desde un pol¨ªgono industrial cercano a Sevilla se pueden vender libros a Guatemala, Venezuela, Australia o Jap¨®n. Pero hay que matizar las cosas. Cualquier otro negocio es mejor desde el punto de vista de las ganancias econ¨®micas. Sin embargo, desde el punto de vista del placer pocas cosas hay tan interesantes como ser librero de viejo.
P. Editoriales como Renacimiento son la sal de la cultura.
R. Mi situaci¨®n como editor es peor que hace 15 o 20 a?os. Las grandes editoriales cada vez dejan menos sitio a las peque?as. Es muy complicado para una peque?a editorial situar libros en las librer¨ªas. Las editoriales se dividen entre las que meten libros de 20 en 20 en las librer¨ªas y las que lo hacen de uno en uno.
P. ?Qu¨¦ quedar¨¢ dentro de 100 a?os de la generaci¨®n de poetas [nacidos en torno a los a?os cincuenta] a la que usted pertenece?
R. No tengo ninguna vanidad personal en eso. Si el que yo quedase en el tiempo dependiera de mover un dedo, no mover¨ªa ese dedo. Lo que s¨ª es cierto es que he publicado a una parte sustancial de los nombres importantes de mi tiempo. Mientras sobrevivan nuestra lengua y nuestra cultura, habr¨¢ ciertos nombres que estar¨¢n ah¨ª. Son media docena de poetas que van a superar el tiempo. Los lectores de dentro de 100 a?os leer¨¢n a estos poetas porque les hablar¨¢n de ellos mismos. Mi generaci¨®n es muy brillante, aunque ha sido muy combatida. Mi generaci¨®n ha conseguido devolver la poes¨ªa a los lectores.
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