Bush entierra la doctrina de la guerra fr¨ªa sin dise?ar su sustituta
Cr¨ªticas en el Senado porque el ABM muere mientras las armas siguen
Desaparece la camisa de fuerza de la guerra fr¨ªa y, en ausencia de un nuevo manto, muchos se sienten desnudos. Es, seg¨²n dec¨ªan ayer en Washington los partidarios de Bush, el v¨¦rtigo que siente aqu¨¦l que es liberado de un asilo psiqui¨¢trico o una prisi¨®n tras muchas d¨¦cadas de internamiento. Pero la decisi¨®n, a?ad¨ªan, es firme, y va a ser explicada, consultada y eventualmente negociada con europeos y rusos. La respuesta inicial de Vlad¨ªmir Putin a la idea de abrir 'un nuevo di¨¢logo estrat¨¦gico' no ha sido demasiado negativa; m¨¢s duro de roer ser¨¢ el hueso de una China que, con el escudo antimisiles de Bush, se quedar¨ªa sin capacidad de amenazar a EE UU.
El argumento de Bush es el siguiente: la paz y seguridad del planeta ya no depende de que los arsenales nucleares de EE UU y Rusia garanticen la total destrucci¨®n de los dos pa¨ªses en caso de que uno de ellos d¨¦ un mal paso agresor. As¨ª que EE UU va a reducir el suyo. Bush asegur¨® el martes que tiene Rusia 'una gran oportunidad de emerger como una gran naci¨®n democr¨¢tica, en paz consigo misma y con sus vecinos'. Como se?al¨® ayer Leon Furth, que fue consejero de seguridad nacional de Al Gore, fueron 'los comentarios m¨¢s positivos jam¨¢s pronunciados por Bush' respecto a ese pa¨ªs.
Ahora, seg¨²n Bush, el principal peligro de EE UU y sus aliados en Europa y Asia es 'la proliferaci¨®n de la tecnolog¨ªa para construir armas de destrucci¨®n masiva', la posibilidad de que pa¨ªses como Irak o Corea del Norte se hagan con misiles bal¨ªsticos cargados con cabezas qu¨ªmicas, biol¨®gicas o nucleares. De ah¨ª que EE UU quiera tener en el a?o 2004 un escudo antimisiles, aunque sea rudimentario. Podr¨ªa consistir en el sistema basado en Alaska que empez¨® a ensayar Bill Clinton, m¨¢s unidades m¨®viles de detecci¨®n e interceptaci¨®n basadas en cruceros de guerra y aviones Boeing 747.
Quiz¨¢ el concepto que emerge como alternativa a la guerra fr¨ªa es el del imperio. Bush propone que su paraguas proteja a Israel, los miembros europeos de la OTAN, Canad¨¢, Australia y Jap¨®n. Lo que est¨¢ diciendo es que, si aceptan el amparo estadounidense, los aliados no tienen nada que temer. Pero tambi¨¦n asegura que quiere trabajar con Putin en el dise?o de ese 'nuevo marco estrat¨¦gico' y hasta menciona de modo vago la posibilidad de que Washington y Mosc¨² colaboren en los sistemas antimisiles.
La gran diferencia entre Bush y Clinton es que el segundo quer¨ªa 'retocar' el tratado ABM y el primero lo considera 'caduco' de oficio. ?Van a negociar Washington y Mosc¨² su abrogaci¨®n? ?Van a trabajar en un nuevo pacto que, como el ABM, obligue a las dos partes a establecer mecanismos de verificaci¨®n? No exist¨ªan ayer en Washington respuestas a esas preguntas. Pero s¨ª una conciencia de que los aliados europeos de EE UU conceden gran importancia a evitar nuevas tensiones con Rusia.
En esa l¨ªnea, Joseph Biden, l¨ªder dem¨®crata en el Comit¨¦ de Asuntos Exteriores del Senado, critic¨® a Bush por proclamar unilateralmente que el ABM es un anacronismo, cuando EE UU y Rusia no tienen nada con qu¨¦ sustituirlo, pero siguen poseyendo miles de cabezas nucleares. Otros dem¨®cratas advirtieron de la amenaza de d¨¦ficit que supone el escudo antimisiles, que podr¨ªa alcanzar los cientos de miles de millones de d¨®lares. Y no faltaron los que recordaron que la mayor¨ªa de los ensayos de este escudo han fracasado hasta ahora.
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