ETA hace estallar un coche bomba en San Sebasti¨¢n con 25 kilos de dinamita
El 'comando' us¨® m¨¢s de 20 kilos de dinamita en el sexto veh¨ªculo que hace estallar este a?o
La cr¨®nica del atentado empez¨® 45 minutos antes, sobre las 07.30, cuando un comunicante alert¨® a la DYA y al diario Gara de la presencia de un coche bomba aparcado frente al n¨²mero 35 de la donostiarra calle Portuetxe, en el barrio de Igara, a las afueras de la capital guipuzcoana. 'Escucha bien porque no lo vuelvo a repetir', dijo el interlocutor en castellano. 'Va a explotar un [Renault] Clio Blanco en la calle Portuetxe, frente al Banco Guipuzcoano'. El informador no dijo hablar en nombre de ETA, pero finaliz¨® sus palabras al grito de 'gora Euskadi socialista'.
El pasado 22 de octubre, el vicepresidente del Banco Guipuzcoano, Jos¨¦ Mar¨ªa Muguruza, sali¨® ileso de un atentado. Recibi¨® un paquete que levant¨® sus sospechas y avis¨® a la Ertzaintza. ETA le hab¨ªa enviado el libro El ¨¢rbol y las nueces cargado con 100 gramos de p¨®lvora, por su condici¨®n de responsable financiero de la entidad, de miembro del Consejo de Administraci¨®n de El Diario Vasco y de decano del Colegio de Abogados de Guip¨²zcoa, seg¨²n asegur¨® despu¨¦s la banda en un comunicado. Este a?o, tres oficinas del Guipuzcoano han sufrido ataques de la kale borroka. El a?o pasado fueron diez.
La Ertzaintza se desplaz¨® inmediatamente a la entidad, cuyas oficinas operativas est¨¢n situadas muy cerca de las sedes de EA, El Diario Vasco y Gara y bajo una ladera en la que se ubican varios centros de ense?anza. Los agentes dispusieron de tiempo suficiente para acordonar la zona y pedir por megafon¨ªa a los trabajadores de las empresas situadas en las inmediaciones que permanecieran en el interior de los edificios y no se acercaran a las ventanas.
Para entonces los ertzainas ya hab¨ªan localizado el Renault Clio blanco, robado el pasado s¨¢bado en Hernani (Guip¨²zcoa) y con matr¨ªcula falsa de Madrid, exactamente en el lugar anunciado, frente a la sede de la entidad bancaria. Tambi¨¦n hab¨ªan inspeccionado varios veh¨ªculos m¨¢s. En el interior del edificio, donde est¨¢n centralizados los servicios administrativos y operativos de la entidad, se encontraban cerca de 20 trabajadores dispuestos a comenzar su jornada laboral a las ocho de la ma?ana.
'Acab¨¢bamos de fichar y ha venido el vigilante a avisarnos de que hab¨ªa un aviso de bomba', se?al¨® uno de los empleados. En ese preciso instante, justo cuando los agentes se encontraban desalojando a los trabajadores -'cuando salt¨¢bamos la valla'- hizo explosi¨®n el artefacto. 'Todav¨ªa no he conseguido sacarme el miedo del cuerpo. Ca¨ªan cascotes y cristales', agreg¨® este empleado.
La explosi¨®n, que pudo o¨ªrse en Oiartzun (distante 11 kil¨®metros de San Sebasti¨¢n), dej¨® el coche convertido en un amasijo de hierros y un gran agujero en el lugar en el que estaba estacionado. Buena parte de la valla exterior que rodea el edificio, de cinco plantas, cay¨® al suelo y las ventanas y muchas de las placas blancas que cubren la fachada, sobre todo las de los pisos superiores, quedaron destrozadas por la deflagraci¨®n que, sin embargo, no afect¨® a los servicios t¨¦cnicos ni inform¨¢ticos de la entidad, que pudieron seguir funcionando. Cuatro veh¨ªculos aparcados en las inmediaciones resultaron afectados, as¨ª como las lunas de algunos edificios.
El funcionamiento de las sucursales no se vio alterado. S¨®lo estaban afectadas las 180 personas que trabajan en la sede atacada. 'No sabemos qu¨¦ hacer, si esperar a que acabe la Ertzaintza o irnos a casa', se?alaba una empleada. Los empleados de la entidad, que se concentrar¨¢n hoy frente al mismo edificio para expresar su repulsa por el atentado, contaron en los primeros momentos con el apoyo del alcalde donostiarra, el socialista Od¨®n Elorza, y de la consejera de Cultura en funciones, Mari Carmen Garmendia, del PNV. El atentado demuestra, dijo ¨¦sta, que lo ¨²nico que pretende ETA es 'generalizar el terror'.
La consejera escuch¨® reproches de una trabajadora que se sent¨ªa indefensa: 'Sabemos que hay empresas amenazadas y no veo que se tomen medidas. Esta se?ora [en referencia a Garmendia] trabaja en un edificio que est¨¢ supercustodiado por funcionarios que pagamos entre todos. Pero ?qu¨¦ pasa con los ciudadanos?'.
ETA ha colocado en lo que va de a?o seis coches bomba con gran cantidad de explosivo y sin un objetivo espec¨ªfico 'para atemorizar a la poblaci¨®n', seg¨²n han se?alado en distintas ocasiones fuentes de la lucha antiterrorista. El primero fue desactivado el 22 de enero en el barrio residencial de Neguri, en Getxo (Vizcaya), cargado con 50 kilos de dinamita.
El 17 de marzo, un mosso d'Esquadra muri¨® y tres compa?eros suyos resultaron heridos al explotar en Roses (Girona) un coche cargado con 20 kilos de explosivo estacionado frente a un hotel. Pocas horas despu¨¦s, artificieros de la polic¨ªa explosionaban otro coche bomba estacionado frente a un hotel en Gandia (Valencia) con 50 kilos de explosivo.
El 11 de mayo, cuando se cerraba la campa?a electoral vasca, 14 personas resultaban heridas, una de ellas grave, al explotar en el centro de Madrid otro veh¨ªculo con m¨¢s de 20 kilos de dinamita. El pasado d¨ªa 10, unos 30 kilos de explosivo causaban heridas leves a dos personas e importantes da?os en una torre de 19 plantas en pleno centro de Logro?o.
Un coche bomba colocado como una trampa mat¨® en Hernani el 9 de marzo a un ertzaina y otro dirigido contra un edil socialista asesin¨® a dos trabajadores el 22 de febrero en San Sebasti¨¢n.
Todos los partidos, salvo EH, condenaron ayer el atentado.
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