El espect¨¢culo m¨¢s grande

Pasen y vean, se?oras y se?ores; pasen y vean. Disfruten de la oportunidad ¨²nica de contemplar al maravilloso circo itinerante del se?or Leblanc. El espect¨¢culo m¨¢s maravilloso del universo. Tigres, leones, elefantes, cocodrilos, serpientes sibilinas y, sobre todo, nuestro n¨²mero estelar con m¨¢s de 100 gracios¨ªsimos monos vestidos de todos los colores, que aseguran la diversi¨®n por s¨ª mismos. Pasen, avancen sin miedo entre ellos; no muerden, o al menos, no muy a menudo. Ve¨¢nlos a todos juntitos en el village, degustando un caf¨¦ tranquilamente, como si no fuesen enemigos, como si no fuesen luego los mismos que guerrean entre ellos. Contrasten sus gestos, ahora relajados, como si no tuvieran luego nada que hacer, o s¨ª, dar un pase¨ªto en bicicleta bajo el indulgente sol del macizo central que hoy luce; y, poco despu¨¦s, tensos, agresivos, con esos incisivos afilados con rigor y paciencia en la trastienda, como si algo muy importante, casi m¨¢s que sus propias vidas, estuviese en juego. Ve¨¢nlos tan morenitos, con esas piernas tan fibrosas y tan bien depiladas, con esos m¨²sculos y tendones tan marcados despu¨¦s de las palizas acumuladas durante estas dos semanas en las que hemos actuado y triunfado por los mejores escenarios de toda Francia.

F¨ªjense en su anatom¨ªa y conozcan las diferencias de razas y colores -los tenemos de todo tipo-. Observen a los golosos, los abonados a la gula, ego¨ªstas natos, con un hambre insaciable de victorias. A¨²n con las migas en la boca, y ya peleando por el pr¨®ximo trozo de pastel. ?Ah!, y por favor, no se dejen enga?ar por esos con cara de derrotados. Lloran, pero no caigan en el error de intentar mitigar sus penas, porque tambi¨¦n para ellos tenemos reservada una gran fiesta en nuestra ¨²ltima gran funci¨®n de Par¨ªs.

Pedro Horrillo es corredor del Mapei.