Nuevas tormentas sobre Cant¨¢brico
La decisi¨®n comunitaria sobre la compa?¨ªa asturiana condicionar¨¢ el mapa el¨¦ctrico espa?ol
Si Bruselas autoriza la entrada de ?lectricit¨¦ de France (EdF) a trav¨¦s de la alemana EnBW en Hidrocant¨¢brico, Electricidade de Portugal (EDP) tendr¨¢ que optar entre conformarse con ser socio minoritario en la asturiana o replantear su estrategia en Espa?a, donde su ex aliada Iberdrola no ha cejado en hacer valer su presencia en el accionariado de la compa?¨ªa lusa.
El consorcio hispanoalem¨¢n Ferroatl¨¢ntica-EnBW a¨²n habr¨¢ de superar el veto del ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato
Bruselas podr¨ªa autorizar el pr¨®ximo mi¨¦rcoles la entrada de EdF, a trav¨¦s de su participada alemana EnBW, en Cant¨¢brico
Hidroel¨¦ctrica del Cant¨¢brico, la cuarta compa?¨ªa el¨¦ctrica espa?ola, sigue inmersa en la interinidad y en la idefinici¨®n de su futuro inmediato al cabo de 19 meses desde que se desencandenara sobre ella, en marzo de 2000, la oleada sucesiva de cinco ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n (OPA), en la m¨¢s enconada de las operaciones internacionales de dominio de una compa?¨ªa espa?ola que se recuerda. Los nuevos accionistas mayoritarios de la compa?¨ªa asturiana -el consorcio hispano-alem¨¢n formado por Ferroatl¨¢ntica y Energie Baden-W¨¹rttemberg (EnBW), esta ¨²ltima bajo dominio de la francesa EdF, titulares desde mayo pasado del 59,66% de la compa?¨ªa, y la portuguesa EDP, que comparte desde entonces con Cajastur el 19,26%- siguen apartados de la gesti¨®n, ahora en manos provisionalmente de la Caja asturiana merced al 15% que esta entidad financiera pose¨ªa en Cant¨¢brico con anterioridad a su alianza con EDP.
Todo apunta a que la Comisi¨®n Europea podr¨ªa autorizar el pr¨®ximo mi¨¦rcoles la entrada del cuasimonopolio estatal franc¨¦s EdF, a trav¨¦s de su participada alemana EnBW, en Cant¨¢brico. Esta decisi¨®n, de producirse, despejar¨¢ no pocas inc¨®gnitas y supondr¨¢ una contribuci¨®n notab¨ªlisima para que se restablezca la normalidad en la el¨¦ctrica asturiana. Pero ni tan siquiera la anuencia comunitaria disipar¨¢ todas las incertidumbres. Queda por saber si el Gobierno espa?ol mantendr¨¢ el veto -lo que empezar¨ªa a ser cada vez m¨¢s dif¨ªcil si las autoridades comunitarias dan su consentimiento a EnBW-EdF- y se desconoce si la portuguesa EDP, con vocaci¨®n de dominio en Cant¨¢brico, est¨¢ dispuesta a permanecer en tal caso como socio minoritario en la el¨¦ctrica del Principado.
Lo que ocurra en Cant¨¢brico -es decir, de c¨®mo quede finalmente el reparto de poder en la sociedad y de la decisi¨®n de EDP de desinvertir o no en la el¨¦ctrica asturiana si Ferroatl¨¢ntica-EnBW son autorizados a ejercer con plenitud el 59,66% que poseen en la sociedad- va a condicionar el dibujo definitivo del sector energ¨¦tico en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Porque EDP no est¨¢ dispuesta a renunciar al mercado espa?ol y porque su ex aliada Iberdrola, la segunda el¨¦ctrica espa?ola, propietaria del 4% de EDP, no ha cejado en el empe?o de hacer valer su posici¨®n en la el¨¦ctrica portuguesa. Aun lo explicit¨® en agosto cuando EDP le impidi¨® renovar su presencia en su consejo de administraci¨®n. Pero, adem¨¢s, el Gobierno de Lisboa se ha comprometido formal y oficialmente a privatizar a medio plazo el 30% del capital de EDP que a¨²n sigue, directa e indirectamente, en poder del Estado. Y ello hace abrigar nuevas esperanzas a Iberdrola en su aspiraciones sobre la compa?¨ªa y el mercado lusos.
Si la Comisi¨®n Europea accede a la recomendaci¨®n del comisario de la Competencia de tolerar la entrada de EdF en Cant¨¢brico a trav¨¦s de su participada alemana EnBW, una vez que Francia se ha comprometido a acrecentar la interconexi¨®n el¨¦ctrica hispano-francesa a trav¨¦s de los Pirineos, el consorcio hispano-alem¨¢n formado por Ferroatl¨¢ntica (grupo Villar Mir) y EnBW a¨²n habr¨¢ de superar el veto del ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, quien en mayo suspendi¨® los derechos pol¨ªticos de este consorcio en aplicaci¨®n de una disposici¨®n adicional de la ley de acompa?amiento de los Presupuestos Generales del Estado de 2000 que permite al Ejecutivo impedir el dominio en sectores liberalizados en Espa?a por grupos de titularidad p¨²blica de pa¨ªses con mercados protegidos. De hecho, EDP, que dispone del consentimiento comunitario desde antes del verano, a¨²n no ha logrado que Rato le levante el veto, acaso porque el Gobierno espa?ol pretenda decidir simult¨¢nemente sobre las dos operaciones y est¨¦ aguardando al pronunciamiento definitivo de la Uni¨®n Europea sobre EnWB-EdF.
Pero, de autorizar la Comisi¨®n a este grupo franco-alem¨¢n a estar en Cant¨¢brico, como ya hizo con EDP, el ministro espa?ol de Econom¨ªa va a tener muy dif¨ªcil impedir a ambos ejercer sus derechos en la el¨¦ctrica asturiana porque, de hacerlo, quedar¨ªa expuesto a un contencioso en el marco de la Comunidad alentado por los grupos perjudicados, que problamente exigir¨ªan indemnizaciones por los da?os causados. M¨¢xime cuando el comisario de la Competencia, Mario Monti, ha anunciado la apertura de una investigaci¨®n sobre la norma espa?ola por si constituyera una violaci¨®n de los principios comunitarios de libertad de capitales y de mercado entre los socios de la Uni¨®n.
Problemas para Rato
Adem¨¢s, la reciente venta por Endesa de su filial Nueva Viesgo a la italiana Enel, controlada por el Estado italiano en un 67%, acrecienta el problema para Rato. El Gobierno socialista asturiano ya ha dicho que no cabe hacer discriminaciones entre los socios de Cant¨¢brico y Enel si todos ellos tienen participaciones p¨²blicas de sus Estados respectivos y ha acusado al Ministerio de Econom¨ªa de perjudicar a Cant¨¢brico en la puja por Viesgo, a la que tambi¨¦n aspiraba la el¨¦ctrica asturiana.
Con la toma de control de Viesgo (que supone el 3% del sector el¨¦ctrico espa?ol), Enel se convierte en el quinto operador en el mercado espa?ol, pero sus responsables acaban de decir que aspiran a convertirse muy pronto en el tercero, por delante de Cant¨¢brico (5% del mercado) y de Uni¨®n Fenosa (13%). Esta nueva competencia entra?a un reto adicional para la el¨¦ctrica asturiana, sumida en el marasmo de la indefinici¨®n de su propiedad, y cuando se hab¨ªa planteado el objetivo de duplicar su tama?o en los pr¨®ximos a?os.
Para los nuevos accionistas es urgente y prioritario expansionar a Cant¨¢brico sin demora, dado que la guerra de OPA sobre esta compa?¨ªa encareci¨® extraordinariamente sus inversiones en la el¨¦ctrica: Ferroatl¨¢ntica y EnBW pagaron cada acci¨®n de Cant¨¢brico en abril a 27,3 euros, lo que les supuso un desembolso de 306.549 millones de pesetas por el 59,66% de la compa?¨ªa cuando un a?o antes (febrero de 2000) el ciento por ciento de Cant¨¢brico val¨ªa en Bolsa 227.708 millones. Cajastur y EDP pagaron 87.000 millones de pesetas a la norteamericana TXU por su 19,26% en Cant¨¢brico, a un precio de 24 euros por acci¨®n. Rentabilizar tales de-sembolsos, m¨¢s que un objetivo, es una necesidad inaplazable.
El blindaje concede poder de bloqueo a los minoritarios
Los contactos entre las dos alianzas presentes en el accionariado de Cant¨¢brico desde abril (el consorcio hispanoalem¨¢n Ferroatl¨¢ntica-EnBW y la alianza asturportuguesa EDP-Cajastur) nunca se han suspendido. La mayor capacidad de interlocuci¨®n y entendimiento parece que reposa sobre los aliados extranjeros de ambas alianzas: la alemana EnBW y la portuguesa EDP. Y ese grado de comprensi¨®n mutua ya suscit¨® tensiones entre Ferroatl¨¢ntica y su socio germano, que comparten casi el 60% de Cant¨¢brico, cuando en mayo EnBW, sin conocimiento de su socio Villar Mir (Ferroatl¨¢ntica), ofreci¨® a EDP repartirse el poder en Cant¨¢brico entre los dos t¨¢ndem de modo equitativo. Esa posibilidad sigue abierta, pero podr¨ªa encontrarse con dos obst¨¢culos: la negativa de Villar Mir y, en su caso, el elevado precio que pag¨® el grupo hispanoalem¨¢n en su OPA: 27,3 euros por acci¨®n frente a los 24 euros que ofrecieron Cajastur y EDP en su oferta p¨²blica de adquisici¨®n. La necesidad de los accionistas mayoritarios (Ferroatl¨¢ntica-EnBW, titulares de dos tercios del capital de la el¨¦ctrica) de llegar a un entendimiento con los minoritarios (Cajastur-EDP, que poseen s¨®lo un tercio) si EDP decide mantenerse en el capital de Cant¨¢brico, obedece a la cl¨¢usula de 'blindaje' a¨²n vigente en los estatutos de la compa?¨ªa asturiana y que favorece claramente a la alianza minoritaria. De acuerdo con esta disposici¨®n, ning¨²n accionista puede ejercer el derecho de voto en la junta general de accionistas por encima del 10% del capital. De modo que quienes desembolsaron 306.549 millones de pesetas por el 59,66% de la compa?¨ªa (Ferroatl¨¢ntica-EnBW) tienen la misma capacidad de decisi¨®n que quienes s¨®lo tienen el 34,26% (Cajastur-EDP).
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