'Se formaron dos bandos y medio. Fue imposible acordar la intervenci¨®n'

David Vives, el ex director de Supervisi¨®n de la CNMV que descubri¨® en abril de 1999 el fiasco de Gescartera, expuso ayer en el Congreso qu¨¦ ocurri¨® ese mes. ?ste es un extracto de su relato:

'El d¨ªa 6 de abril fui a visitar al ec¨®nomo con Luis Peigneux . Yo estaba ¨ªntimamente convencido, m¨¢s all¨¢ de una duda razonable, pero no con una certeza absoluta, de que faltaba dinero. Llam¨¦ a Juan Fern¨¢ndez-Armesto por tel¨¦fono. ?l me dijo: 'Cuando vengas a Madrid hablamos'. Desde el 6 al 15 de abril, el trabajo que llevamos a cabo fue establecer que faltaba dinero. (...) El d¨ªa 15 tuvimos una reuni¨®n en el despacho del presidente, Juan Fern¨¢ndez-Armesto, Jos¨¦ Manuel Barber¨¢n que era, a la saz¨®n, el consejero que ten¨ªa bajo su tutela las ¨¢reas de inspecci¨®n y supervisi¨®n. Entiendo que convenc¨ª a ambas personas de que la v¨ªa correcta era la intervenci¨®n y se convoc¨®, de urgencia, un consejo extraordinario para el d¨ªa siguiente. A ¨¦l acudieron los cinco consejeros internos m¨¢s Miguel Mart¨ªn, subgobernador del Banco de Espa?a y consejero nato, y no estaba presente Jaime Caruana que, a la saz¨®n, era director general del Tesoro (...) Esa reuni¨®n empez¨® por una exposici¨®n en la cual expliqu¨¦ las peripecias de Gescartera, con particular referencia al Arzobispado de Valladolid y mi creencia de que faltaba dinero y que hab¨ªa que intervenir. A esa tesis se apuntaron, como ya estaba visto con anterioridad porque por eso se convoc¨® el consejo, tanto Fern¨¢ndez Armesto como Barber¨¢n, y empez¨® la discusi¨®n. Se formaron dos bandos y medio en cuanto a consejeros. Por un lado estaba Armesto y Barber¨¢n, y por el otro estaban Luis Ramallo, Pilar Valiente y Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, que eran opuestos frontalmente a la intervenci¨®n. Miguel Mart¨ªn es una persona con gran experiencia y su posici¨®n era que la intervenci¨®n era factible, era posible, que quiz¨¢ fuera la medida a tomar, pero que quiz¨¢ no fuera ¨¦se el momento, que era una medida muy grave. Me preguntaron repetidas veces que si yo ten¨ªa certeza de que faltaba dinero, a lo que tuve que responder que no, que ten¨ªa fundadas y fuertes sospechas, pero no pod¨ªa poner la mano en el fuego. Entonces intervino el secretario del consejo, Antonio Alonso Ureba, el cual enumer¨® las pegas o los problemas que pod¨ªa tener una intervenci¨®n si se hac¨ªa indebidamente. Cuando se vio que iba a ser imposible llegar a un acuerdo sobre la intervenci¨®n fue cuando se fueron proponiendo medidas que configuraron la decisi¨®n del consejo'.