La polic¨ªa pierde la pista del dinero de Gescartera
Se desvanecen las huellas sobre sociedades patrimoniales de Camacho en Gran Caim¨¢n y Miami
Willow, la enigm¨¢tica sociedad caribe?a de la que presuntamente era due?o Antonio Camacho en Gran Caim¨¢n, una diminuta roca de coral a dos horas de avi¨®n de Miami (Estados Unidos), parece ser ¨²nicamente un brillante se?uelo empleado por el due?o de Gescartera para desviar la atenci¨®n sobre el lugar donde oculta el dinero desaparecido de los 2.000 inversores, p¨²blicos y privados, que le confiaron sus ahorros.
En el registro de sociedades de Georgetown, una diminuta ciudad de 8.000 habitantes en donde se asientan 684 bancos de todo el planeta, hay domiciliadas 27 sociedades bajo el nombre de Willow, seg¨²n se?ala a este peri¨®dico una de las funcionarias encargadas de la oficina. Todas con apoderados caimaneros, es decir, creadas por despachos de abogados de esta isla que ostenta el t¨ªtulo de quinta plaza financiera mundial. ?stos act¨²an como testaferros de los aut¨¦nticos propietarios, en su mayor¨ªa extranjeros.
En el registro de Gran Caim¨¢n hay 27 sociedades con el nombre de Willow y los agentes no saben cu¨¢l de ellas es propiedad del due?o de Gescartera
Jacky, una de las encargadas de archivar las 70.000 sociedades que operan en Gran Caim¨¢n, es tajante: 'Si quiere alg¨²n dato me tendr¨¢ que facilitar el nombre completo de la sociedad'. Pero ni la polic¨ªa espa?ola ni el juzgado de la Audiencia Nacional que investiga el caso tienen el nombre completo de esta sociedad de la que Antonio Camacho, propietario de Gescartera, habl¨® a su director general y apoderado Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz de la Serna, ex t¨¦cnico de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y que la polic¨ªa sospecha que sirvi¨® para aparcar parte del dinero evaporado.
El Grupo contra el Fraude Burs¨¢til, departamento dependiente de la Brigada de Delincuencia Econ¨®mica y Financiera que dirige el comisario Jos¨¦ Luis Torres, ha localizado 60 sociedades con el nombre de Willow en diversos para¨ªsos fiscales. ?Cu¨¢l de ellas es la de Camacho? La b¨²squeda puede durar a?os, y el escenario del crimen, en vez de reducirse, se agranda m¨¢s y m¨¢s a medida que avanza la investigaci¨®n policial.
En Caim¨¢n, Brian Gibbs, el jefe de la Unidad de Investigaci¨®n Financiera, rastrea las presuntas cuentas del propietario de Gescartera sin que hasta el momento haya resultados, seg¨²n reconocen fuentes policiales de esta antigua isla de piratas y bucaneros en la que est¨¢ presente toda la banca espa?ola.
El otro fiasco lo ha proporcionado la sociedad Beta Capital Management, con sede en Miami (Florida). Antonio Camacho viaj¨® este a?o a esa ciudad norteamericana -los empleados de Gescartera han facilitado a la juez las fechas y el hotel donde se aloj¨®- y cuando se le detuvo ten¨ªa dos billetes de avi¨®n con el itinerario Madrid-Miami.
La aparici¨®n de documentos de esta empresa en las oficinas de Gescartera en Madrid levant¨® algunas esperanzas de que la 'privad¨ªsima y arcaica' operativa exterior de la sociedad de valores empleada por Camacho desde 1989, en la ¨¦poca de Bolsa Consulting, pasara o recalara en esta sociedad de Miami.
Pero el resultado ha vuelto a ser desalentador, un chasco similar al falso documento de Martin Investment, sociedad limitada americana, con el que Antonio Camacho enga?¨® a la CNMV asegurando que ten¨ªa bajo su custodia los dep¨®sitos millonarios de sus clientes.
Beta Capital Management no es una sociedad patrimonial de Camacho, como se sospech¨® en un principio, sino una operadora de Bolsa norteamericana que en 1998 compr¨® acciones para Gescartera por orden del Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC), la entidad brit¨¢nica con la que operaba Gescartera en sus compras y ventas burs¨¢tiles. Salvador Pastor, uno de los directivos de este banco en Espa?a, era amigo de Camacho.
Mar¨ªa Castillo, directora general de Beta Capital Management, se?ala que el 3 de diciembre de 1998 que su compa?¨ªa recibi¨® una orden del HSBC de Nueva York para comprar a nombre de Gescartera 5.000 acciones de la empresa Teva Farmaceuticals por un importe de 250.000 d¨®lares (unos 45 millones de pesetas al cambio actual). 'La custodia fue del HSBC y el que pag¨® fue el citado banco. Camacho no ha pisado jam¨¢s esta compa?¨ªa', seg¨²n se?ala la directiva de Beta.
La polic¨ªa intenta desde hace meses reconstruir el complicado y enrevesado puzzle de la monumental estafa sin que hasta el momento encajen todas las piezas. Los agentes est¨¢n convencidos de que hay dinero de Gescartera fuera de Espa?a, pero ignoran qu¨¦ cantidad y ad¨®nde fue a parar. Siguen m¨¢s de una docena de pistas diferentes y no tienen esperanzas en ninguna de ellas, seg¨²n reconocen los investigadores. 'Buscar dinero fuera de Espa?a es una tarea muy complicada. Es evidente que durante muchos a?os han operado en el exterior. La cuesti¨®n es saber d¨®nde y con qu¨¦ banco'.
La investigaci¨®n policial ha reconstruido los ¨²ltimos viajes de Camacho al extranjero y en especial un periplo por Estados Unidos y M¨¦xico que dur¨® m¨¢s de una semana. Tampoco ha facilitado ninguna pista relevante que conduzca hasta el dinero.
Los agentes del Grupo contra el Fraude Burs¨¢til tienen en su haber m¨¢s de veinte chiringuitos financieros desmantelados desde que se cre¨® ese departamento policial en 1995. Pero la estad¨ªstica demuestra que en escasas ocasiones se recupera el dinero. Mientras, se emplean a fondo en reconstruir la rocambolesca y sospechosa operativa burs¨¢til de Gescartera. Una inc¨®gnita tambi¨¦n para la polic¨ªa.
Ruiz de la Serna acusa
Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz de la Serna, ex director general de Gescartera, expuso el pasado jueves a la juez Teresa Palacios su 'teor¨ªa' sobre el sistema que presuntamente emple¨® Antonio Camacho para apoderarse del dinero de sus clientes.
El apoderado, imputado tambi¨¦n en la causa, relat¨® que Antonio Camacho operaba en Bolsa a diario con una l¨ªnea de cr¨¦dito de 500 millones de pesetas que le hab¨ªa concedido el HSBC y asegur¨® que las ganancias se las apuntaba para ¨¦l y las p¨¦rdidas las cargaba a nombre de los clientes de Gescartera.
Las operaciones eran intrad¨ªa (en el d¨ªa) y, en su opini¨®n, Camacho se sirvi¨® del banco para llevar a cabo esta operativa, legal salvo que aplicar¨¢ las minusval¨ªas (p¨¦rdidas) a sus propios clientes. En opini¨®n de Ruiz de la Serna, los beneficios de estas compras y ventas los derivaba Camacho a una sociedad de su propiedad no residente en Espa?a.
Seg¨²n su teor¨ªa, el gigantesco banco brit¨¢nico podr¨ªa haber sido empleado como m¨¢quina para aspirar dinero de los clientes de Gescartera. El ex funcionario de la CNMV reconoci¨® que carec¨ªa de pruebas documentales sobre su hip¨®tesis.
Fuentes del HSBC niegan estas acusaciones y se?alan que la cuenta que sustentaba esta l¨ªnea de cr¨¦dito, en la que se anotaron m¨¢s p¨¦rdidas que ganancias, empezaba y terminaba en el propio Camacho.
As¨ª, la entidad brit¨¢nica asegura que el banco s¨®lo liquidaba con Camacho, no con los clientes de Gescartera. Es decir, que los beneficios y las p¨¦rdidas eran s¨®lo para Camacho, ¨²nico titular de esta l¨ªnea de cr¨¦dito que el gigante financiero brit¨¢nico le cancel¨® en el verano de 2000.
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