Verdades y mentiras en la CNMV
Uno de los ex presidentes del organismo afronta responsabilidades penales por mentir al Congreso
Un d¨ªa de abril de hace ya dos a?os se celebr¨® una reuni¨®n en Madrid, a puerta cerrada, a la que asistieron s¨®lo ocho personas y que dur¨® dos horas y media. Lo que sucedi¨® aquel d¨ªa, a lo largo de esas dos horas y media, tiene hoy tal trascendencia, que puede acarrear penas de c¨¢rcel a uno o varios de los que se sentaron en aquel despacho, puede determinar un cambio de rumbo fundamental en las investigaciones judiciales del caso Gescartera y, m¨¢s a¨²n, puede arrastrar a la ca¨ªda a uno o m¨¢s miembros del actual Gobierno.
Pocas cosas pueden decirse con certidumbre sobre lo que sucedi¨® aquel 16 de abril de 1999. La primera es que la reuni¨®n comenz¨® a las diez y cuarto de la ma?ana en la sede de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el Paseo de la Castellana de Madrid. Hac¨ªa fr¨ªo y hubo lluvias ocasionales. Eso lo dicen los peri¨®dicos del d¨ªa siguiente.
David Vives sostiene que se propuso la intervenci¨®n y que se formaron 'dos bandos y medio'
Pilar Valiente dice que 'es mentira' que se opusiera a la medida porque no se plante¨®
Fern¨¢ndez-Armesto afirma que apost¨® por la intervenci¨®n pero que 'no hubo consenso'
Pero en la lista de asistentes ya se producen las primeras dudas. En principio, acudieron Juan Fern¨¢ndez-Armesto, en aquel momento presidente del organismo regulador; Luis Ramallo, su vicepresidente; Jos¨¦ Manuel Barber¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n y Pilar Valiente, consejeros; Miguel Mart¨ªn, miembro del consejo en su condici¨®n de subgobernador del Banco de Espa?a; David Vives, director general de Supervisi¨®n de la CNMV. Las actas dicen que tambi¨¦n asisti¨® Pedro Villegas, de Inspecci¨®n, pero alguno de los presentes afirma que no le recuerda.
La sala en la que se reunieron se encuentra en el cuarto piso (el ¨²ltimo) de la sede de la CNMV. Es rectangular, y la mesa que contiene es oval. Y eso es casi lo ¨²nico en lo que coinciden todos los testimonios. Ni siquiera hay unanimidad en cu¨¢l fue el motivo de aquella reuni¨®n, que hab¨ªa sido convocada de forma urgente, aunque todos coinciden en que el tema era, obviamente, Gescartera.
El punto fundamental que han tratado de averiguar los diputados esta semana ha sido: ?alguien propuso ese d¨ªa intervenir Gescartera? ?Alguien se opuso? Las razones son obvias. Si alguien se opuso ese d¨ªa a una propuesta de intervenci¨®n, especialmente frente a todos los criterios t¨¦cnicos, tendr¨¢ que asumir ahora las responsabilidades pol¨ªticas (y quiz¨¢ judiciales) de un esc¨¢ndalo que, dos a?os y medio despu¨¦s, ha afectado a m¨¢s de 2.000 personas que han perdido 18.000 millones de pesetas. La posici¨®n de partida era que nadie hab¨ªa propuesto intervenir. Eso es lo que ha sostenido oficialmente la CNMV bajo la presidencia de Pilar Valiente tras estallar el esc¨¢ndalo, que le ha costado el cargo.
Nadie lo propuso, luego nadie pudo oponerse. Correcto. As¨ª que los diputados de la comisi¨®n de investigaci¨®n sostuvieron el aliento el mi¨¦rcoles cuando David Vives, ex director de Supervisi¨®n de la CNMV, se acerc¨® al micr¨®fono, elev¨® su voz, y dijo:
-Yo estuve en ese consejo y recomend¨¦ la intervenci¨®n.
De repente, la historia oficial quedaba en entredicho. La palabra de Pilar Valiente, bajo sospecha. Alguien hab¨ªa propuesto intervenir Gescartera aquel d¨ªa y, sin embargo, esa decisi¨®n no se tom¨®. Para complicar m¨¢s las cosas, Vives no s¨®lo afirm¨® que ¨¦l s¨ª propuso la intervenci¨®n, sino que tres consejeros se opusieron, lo que impidi¨® que finalmente se aprobara:
-B¨¢sicamente, se formaron dos bandos y medio en cuanto a consejeros. Por un lado estaban, como ya he dicho, los se?ores Armesto y Barber¨¢n, y por el otro estaban Luis Ramallo, Pilar Valiente y Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, que eran opuestos frontalmente a la intervenci¨®n.
Esta precisi¨®n contiene, adem¨¢s, una carga pol¨ªtica de profundidad. Todos los consejeros son nombrados por el vicepresidente y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato. El presidente lo nombra el Gobierno, pero a propuesta del ministro de Econom¨ªa. As¨ª que Rato es el responsable pol¨ªtico de todos ellos.
Pero hay un matiz. Aunque fuera Rato quien nombrase a Fern¨¢ndez-Armesto, el Gobierno se hab¨ªa ido alejando progresivamente del entonces presidente de la CNMV y, de hecho, prefiri¨® no renovarle por otros cuatro a?os en octubre pasado, cuando la ley as¨ª lo permite. Prefiri¨® a Pilar Valiente para el cargo. Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, adem¨¢s, fue el primer jefe de gabinete de Rato. En resumen, los tres consejeros que, seg¨²n Vives, se opusieron a intervenir Gescartera, eran los tres m¨¢s afines al Gobierno.
Mal asunto para Rato, pensaron los diputados de la oposici¨®n, seg¨²n explicaron en los pasillos tras la intervenci¨®n. Por lo tanto, ¨¦se fue uno de los puntos m¨¢s discutidos al d¨ªa siguiente, jueves, cuando Pilar Valiente compareci¨® en la misma sala, y declar¨®:
-Lo primero que quiero dejar claro es que yo jam¨¢s me opuse a ninguna propuesta de intervenci¨®n porque no la hubo y, por lo tanto, es mentira que yo me opusiera, ni beligerantemente ni no beligerantemente; o sea, niego la mayor, no hubo propuesta de intervenci¨®n y yo no tuve ocasi¨®n de oponerme. Es m¨¢s. Jam¨¢s me habr¨ªa opuesto a una propuesta de intervenci¨®n hecha por un t¨¦cnico. Por lo tanto, vuelvo a decir que es falso que yo me opusiera. Yo no me opuse nunca a la intervenci¨®n porque a m¨ª no se me propuso la intervenci¨®n.
El pasmo fue general. Uno de los dos ment¨ªa. Y no en cualquier sitio, sino en una comisi¨®n de investigaci¨®n de las Cortes, en la que no decir la verdad puede acarrear responsabilidades penales, en concreto hasta un a?o de c¨¢rcel. Adem¨¢s de las implicaciones pol¨ªticas de ambas versiones (la de Vives contra el Gobierno y el PP, y la de Valiente, en defensa de ambos), estaban (y est¨¢n) en juego cosas mayores: responsabilidades penales ante un juez por mentir al Parlamento.
Con esos antecedentes, la comparecencia, el viernes, de Juan Fern¨¢ndez-Armesto, quien era presidente de la CNMV el d¨ªa del ya famoso consejo extraordinario del 16 de abril de 1999, fue m¨¢xima. El propio Fern¨¢ndez-Armesto era consciente de ello, as¨ª que, durante los primeros minutos de su intervenci¨®n y sin que mediara pregunta expresa, el compareciente opt¨® por entrar directamente en este asunto:
-No s¨¦ si su se?or¨ªa quiere que le explique, porque s¨¦ que ¨¦ste es un punto bastante candente, y no s¨¦ si es mejor que yo les d¨¦ los hechos y despu¨¦s sus se?or¨ªas hacen las preguntas que les parezca.
A sus se?or¨ªas le pareci¨® bien, los periodistas presentes en la sala se prepararon a anotar con cuidado las palabras de Armesto, el nivel sonoro que por lo general envuelve permanentemente la sala en la que se celebran las sesiones descendi¨® de forma notable, y se hizo un silencio. Armesto continu¨®:
-El d¨ªa 16 se reuni¨® el consejo, se entreg¨® a los consejeros lo que sus se?or¨ªa me parece que llaman el Informe Vives. David Vives hizo una presentaci¨®n y ahora entramos en el momento que suscita m¨¢s dudas.
La expectaci¨®n es m¨¢xima entre los diputados y los periodistas. Contin¨²a Armesto:
-Primera duda. ?Se habla en el consejo de intervenci¨®n? Contestaci¨®n, sin duda, s¨ª. No tengo duda de que hablamos de intervenci¨®n. Segunda pregunta, ?cu¨¢l era la posici¨®n de David Vives en relaci¨®n a la intervenci¨®n, era favorable o desfavorable? Aqu¨ª tampoco tengo ninguna duda: era favorable, y tiene que haber defendido la postura favorable en el consejo porque si no, f¨ªjese usted el papel¨®n en el que me quedaba yo, que hab¨ªa convocado un consejo a u?a de caballo, de un d¨ªa para otro, cuando hab¨ªa un consejo el pr¨®ximo [siguiente] mi¨¦rcoles, y lo hab¨ªa hecho porque me lo hab¨ªa pedido David Vives, porque ¨¦l estaba convencido de que hab¨ªa que intervenir, que papel¨®n habr¨ªa hecho, repito, si la persona que me lo pide, de repente, en mitad del consejo dice, si donde dijo digo ya no es cierto.
As¨ª que seg¨²n dos testimonios, el consejo debati¨® la propuesta de intervenci¨®n de Vives, respaldada por Armesto, y la oposici¨®n de tres consejeros frustr¨® que se adoptase esa decisi¨®n, que hubiese atajado el problema de Gescartera en 1999, y hubiese limitado las p¨¦rdidas, probablemente, a los 4.500 millones que el director general de Supervisi¨®n hab¨ªa detectado ya por entonces, y del que los consejeros tuvieron conocimiento en el Informe Vives que se les present¨® en aquella reuni¨®n del 16 de abril.
Pero de las palabras de Armesto no qued¨® inmediatamente claro si alguien se hab¨ªa opuesto a la medida. La l¨®gica indica que si hubo intenci¨®n inicial de intervenir, y al final se lleg¨® a otra conclusi¨®n, es que alguien se opuso. Hubo varias intervenciones de los diputados, y finalmente el ex presidente de la CNMV concedi¨® que s¨ª hab¨ªa habido oposici¨®n:
-He dicho que yo, de acuerdo con la propuesta y la idea de don David Vives, y aceptando su l¨ªnea de argumentaci¨®n, hubiera preferido intervenir, pero no hubo consenso en relaci¨®n con esa posibilidad.
Curiosamente, ning¨²n diputado le pidi¨® que enumerase, de forma expresa, una lista de consejeros opuestos a su intenci¨®n inicial. Pero una respuesta suya anterior hab¨ªa delimitado perfectamente los campos:
-[El d¨ªa 15 de abril, un d¨ªa antes del famoso consejo], convoqu¨¦ una reuni¨®n con David Vives, Jos¨¦ Manuel Barber¨¢n, que es el consejero del cual depende Vives, y en esa reuni¨®n llegamos a dos conclusiones. Una, que hab¨ªa que convocar inmediatamente el consejo para intervenir.
Es decir, el propio Armesto y Jos¨¦ Manuel Barber¨¢n, a favor de la intervenci¨®n, lo que deja a Valiente, Rold¨¢n y Ramallo, en contra. Exactamente la versi¨®n de Vives. Y totalmente contraria a la historia oficial de Pilar Valiente.
El mejor periodismo americano prefiere los testigos de un hecho a las actas y los documentos oficiales que describen ese hecho. Pero en este caso, y ante la evidencia de que alguien ment¨ªa a los diputados, cada uno recurri¨® a sus armas. Pilar Valiente adujo que su versi¨®n viene respaldada por los documentos oficiales que han quedado para la historia:
-Lo que yo he querido transmitir es, con lo que recuerdo de aquella reuni¨®n, que se le pregunt¨® de forma expresa si propon¨ªa la intervenci¨®n y dijo que no. Y de hecho, eso lo avalan los documentos y el que no haya ningun escrito del se?or Vives en el que proponga la intervenci¨®n (...). El informe del se?or Vives no propone nada. En el mismo contenido del informe se ve que pone: punto 1. Antecedentes. Punto 2. Alcance de la investigaci¨®n, y se refiere al alcance temporal. Punto 3. Descripci¨®n cronol¨®gica de las actuaciones desarrolladas. Y parece que se le olvida el punto 4, conclusiones, y punto 5, propuestas.
Informes, papeles, actas. Fern¨¢ndez-Armesto, por su parte, afirm¨® al d¨ªa siguiente, para explicar este punto, que las actas no mienten, pero que no recogen toda la verdad, ni todo lo que se discuti¨® en aquel consejo, ni c¨®mo se discuti¨®:
-El acta, como todas las actas de los ¨®rganos colegiados no pol¨ªticos, es un acta de conclusiones. ?sta es una pr¨¢ctica que se ha seguido en la comisi¨®n desde siempre. Lo que se recoge son las conclusiones, porque lo que se quiere recoger es lo que crea consenso. Ahora bien, el acta no contradice, sino que, en lo esencial, confirma lo que yo estoy diciendo: tras la oportuna deliberaci¨®n, el consejo adopta por unanimidad los siguientes acuerdos. No hay referencia a una propuesta de nadie, no hay referencia a una propuesta de David Vives, porque esta propuesta [la final, no intervenir y reforzar la vigilancia] no era la suya.
Armesto aport¨® m¨¢s argumentos que trataron de dejar claro que su versi¨®n (y por extensi¨®n, la de Vives) coincide con la l¨®gica de los acontecimientos, un soporte del que parece carecer la de Pilar Valiente. Armesto explic¨®:
-?Qu¨¦ pruebas existen de que este consejo se convoc¨® para intervenir y se discuti¨® la intervenci¨®n y realmente se desarroll¨® en la forma en que yo se lo he explicado a sus se?or¨ªas? Aparte de la prueba testifical, de mi propio testimonio por lo que pueda valer, yo creo que hay pruebas circunstanciales de peso. La forma de la convocatoria es excepcional. La forma de convocarlo transmite una urgencia y una preocupaci¨®n profunda. En segundo lugar, el tono del informe de David Vives. Si David Vives hubiera querido que no se aprobara la intervenci¨®n, habr¨ªa presentado un informe totalmente diferente. Es una incongruencia absoluta pensar que se presenta este informe con la finalidad de no intervenir. El informe es para intervenir. Son pruebas circunstanciales que son indicios de que lo que ocurri¨®, ocurri¨® en la forma en que yo se lo he descrito.
As¨ª que tras una semana de comparecencias en el Congreso, dos testimonios (Fern¨¢ndez-Armesto y David Vives) sostienen que se intent¨® intervenir Gescartera en 1999 y no se logr¨®, y otros dos (Valiente y Luis Ramallo, que declar¨® el viernes por la tarde) afirman no s¨®lo que nadie propuso nunca la intervenci¨®n, sino que, preguntado de forma expresa aquel d¨ªa, Vives no apoy¨® la medida.
La intervenci¨®n de Luis Ramallo fue principalmente un galimat¨ªas, no aport¨® ninguna precisi¨®n adicional y consumi¨® gran parte de su tiempo en defenderse de los indicios que le acusan de enriquecerse colateralmente con el asunto.
De todas formas, la l¨ªnea de divisi¨®n (independiente de las responsabilidades penales que puedan acarrear) deja clara las trincheras pol¨ªticas en este asunto. Armesto y Vives, los que defienden que se quiso intervenir y no se pudo, son independientes, no trabajan en la Administraci¨®n, y de sus decisiones de aquella ¨¦poca no se derivan responsabilidades pol¨ªticas para el actual Gobierno. Vives adem¨¢s est¨¢ prejubilado.
Por el contrario, las responsabilidades pol¨ªticas que se derivan de los que se opusieron a intervenir Gescartera aquel 16 de abril son enormes. Pilar Valiente fue la preferida por el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar para presidir la CNMV ante Juan Fern¨¢ndez-Armesto. Toda su carrera en la Administraci¨®n, incluido su puesto como presidenta de la CNMV, ha dependido de decisiones del vicepresidente y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato.
Luis Ramallo fue diputado del PP y elegido para la vicepresidencia de la CNMV pese a no poseer la m¨¢s m¨ªnima experiencia en mercados financieros. Y Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, hoy alto cargo en el Banco de Espa?a, tambi¨¦n por decisi¨®n del Gobierno, fue el primer jefe de gabinete de Rodrigo Rato tras ganar el Partido Popular las elecciones de 1996. Es decir, todos los hilos apuntan al vicepresidente segundo en esta batalla. Y como dijo alguien que sab¨ªa de guerras, 'la primera v¨ªctima en toda batalla es la verdad'.
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