La heredera de Sampedro reclama a la ONU el derecho a la muerte digna
La cu?ada del tetrapl¨¦jico, fallecido en 1998, demanda a Espa?a
Manuela Sanl¨¦s, cu?ada y heredera de Ram¨®n Sampedro, el tetrapl¨¦jico que fracas¨® en su larga lucha jur¨ªdica en defensa de una muerte digna, ha presentado ante el Comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU la primera demanda que reclama el derecho a pedir auxilio para morir sin intromisiones del Estado. Tras el rechazo del Tribunal de Estrasburgo, Sanl¨¦s invoca ante la ONU el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol¨ªticos.
La demanda contra Espa?a ha sido presentada ante la oficina de la ONU en Ginebra por la heredera de Sampedro, continuadora del proceso judicial iniciado por el tetrapl¨¦jico en 1993. Sanl¨¦s invoca el derecho a la intimidad de la vida privada sin injerencias externas arbitrarias, consagrado en el art¨ªculo 17 del mencionado pacto internacional.
La heredera de Sampedro alega tambi¨¦n que la injerencia penal del Estado espa?ol -que castiga en todo caso a quien ayude a otro a quitarse la vida- implic¨® 'una violaci¨®n de su derecho a no sufrir tratos inhumanos o degradantes', garantizado por el Pacto 'en relaci¨®n al derecho a una vida digna'.
El escrito, elaborado por los abogados Jorge Arroyo y Jos¨¦ Luis Maz¨®n, relata las vicisitudes personales y jur¨ªdicas padecidas por Sampedro desde que el 23 de agosto de 1988, cuando ten¨ªa 25 a?os, cay¨® desde unas rocas y se golpe¨® con la cabeza en la arena, lo que le produjo una tetraplejia irreversible que le imped¨ªa levantarse y exig¨ªa la ayuda ajena para realizar todas sus necesidades personales.
'Mu¨¦rete y d¨¦janos en paz'
La demanda se remite al libro escrito con la boca por Sampedro, Cartas desde el infierno, en el que ironiza sobre las primeras respuestas formalistas de los jueces, que interpreta con estas palabras: '?Cobarde, si quieres morirte, mu¨¦rete, pero d¨¦janos en paz y no ofendas a Dios!'.
En 1995, Sampedro pidi¨® a un juez civil de Noia (A Coru?a) que autorizara a su m¨¦dico para que le administrara las sustancias necesarias para poner fin al dolor, la angustia y la ansiedad que irremisiblemente se hab¨ªan instalado en su vida.
El juzgado deneg¨® la petici¨®n y record¨® a Sampedro que el C¨®digo Penal castigaba con penas de 2 a 10 a?os de c¨¢rcel la ayuda al suicidio. La Audiencia de A Coru?a confirm¨® el fallo. Sampedro pidi¨® entonces amparo al Tribunal Constitucional, que en abril de 1997 ten¨ªa el recurso solamente pendiente de sentencia.
Sanl¨¦s recuerda que, a pesar de que el recurso 'versaba sobre una apremiante y angustiosa situaci¨®n que demandaba una respuesta r¨¢pida de los tribunales, el Tribunal Constitucional, ajeno a ella, dej¨® aparcado y sin resolver el caso, mostrando una desidia que denunciar¨ªa en su testamento el propio Ram¨®n Sampedro, quien, harto de ella (...), en la madrugada del 12 de enero de 1998, contando con una ayuda an¨®nima, consigui¨® en el terreno de los hechos lo que las autoridades le hab¨ªan negado: poner fin al sufrimiento continuado y extremo de su existencia'.
La muerte de Sampedro origin¨® un proceso penal, que se sobresey¨® al no encontrar persona responsable. Por su parte, la heredera de Sampedro invoc¨® la legislaci¨®n civil que permite la continuidad del proceso a la muerte del demandante, pero el Constitucional resolvi¨® archivar el caso.
El Tribunal de Estrasburgo rechaz¨® la demanda sin pronunciarse sobre el fondo, lo que ha permitido reproducir la reclamaci¨®n ante el Comit¨¦ de la ONU.
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