Cruz Roja abandon¨® en Kabul un laboratorio que cultivaba ¨¢ntrax
Los responsables de la entidad descartan que los talibanes puedan aprovecharse del material
El Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR) admiti¨® ayer, al peri¨®dico Le Journal du Dimanche, que 'desde el pasado 16 de septiembre' ha tenido que abandonar en Kabul un laboratorio en el que se elaboraban 'vacunas destinadas a los animales, entre ellas la que sirve para combatir el carbunco', es decir, la enfermedad que, bajo el nombre de ¨¢ntrax, atemoriza ahora a buena parte de la poblaci¨®n estadounidense.
El laboratorio tiene cuatro a?os de existencia. 'Est¨¢ cerrado desde el 16 de septiembre y nadie ha intentado volver a ponerlo en marcha', afirmaban en Ginebra sin disponer sin embargo de otra garant¨ªa que 'la palabra de un veterinario afgano' que se ha quedado al frente de la instalaci¨®n.
'Se trata de un laboratorio modesto, que cost¨® 125.000 d¨®lares, y que manejaba matrices inofensivas del bacilo del carbunco'. Seg¨²n el testimonio de Christophe Luedi, responsable de los programas del CICR en Afganist¨¢n, 'la cepa utilizada es la bautizada como la 34F2 Sterne, que todos los expertos saben que no puede ser reactivada'.
Un especialista en carbunco del Instituto Pasteur en Par¨ªs, Mich¨¨le Mock, confirm¨® que 'la virulencia de esa cepa viva ha sido muy atenuada y no presenta ning¨²n peligro'. Cada a?o el laboratorio deb¨ªa producir alrededor de un mill¨®n y medio de vacunas, una peque?a cantidad para un pa¨ªs en el que los reba?os representan m¨¢s de 30 millones de reses.
El programa del CICR pretend¨ªa prestar ayuda a la poblaci¨®n afgana que depende de la agricultura y el pastoreo, que representan el 80% del total. El laboratorio estaba desde el a?o 1997 bajo el control conjunto del CICR, la Organizaci¨®n para la Alimentaci¨®n y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) y del propio Ministerio de Agricultura afgano.
Control inquietante
El control talib¨¢n sobre el laboratorio es inquietante como m¨ªnimo por dos razones: primero, porque nadie sabe en la actualidad si su material est¨¢ siendo manejado por personas competentes y, segundo, porque bastar¨ªa con procurarse una 'cepa salvaje del bacilo del carbunco' para poder producir g¨¦rmenes virulentos. 'El laboratorio no est¨¢ preparado para manejar g¨¦rmenes peligrosos', explic¨® Luedi al mismo tiempo que aceptaba que no era 'imposible' adaptarlo a ese destino.
En su d¨ªa el laboratorio hab¨ªa sido objeto de un asalto y algunos de sus cultivos y materiales fueron robados. Al mismo tiempo, fuentes paquistan¨ªes hablaron tambi¨¦n de la compra sospechosa de cepas de bacterias en un laboratorio de Pakist¨¢n.
Ese ¨²ltimo dato parece haber sido confirmado por los servicios de informaci¨®n franceses. 'Los bacilos de los que dispon¨ªamos en Kabul no pod¨ªan transformarse para que fueran de nuevo pat¨®genos', dijo Kim Gordon-Bates, portavoz del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja.
Los 12 casos de ¨¢ntrax o carbunco declarados en los Estados Unidos y las numerosas denuncias o alertas que se han producido en varios pa¨ªses ante la presencia de un 'polvillo blanco' considerado sospechoso hacen que la noticia referida al laboratorio de Kabul cobre especial e inquietante relieve. Durante la guerra del Golfo, los laboratorios veterinarios en Irak figuraron entre los primeros objetivos militares de la coalici¨®n encabezada por Estados Unidos.
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